Capitán Tsubasa: One Shots.

Kojiro Hyuga / Maki Akamine.

Solamente les puedo decir que estoy destrozada.

Se preguntarán ¿Por qué?

Bueno, acompañenme a ver mi triste historia.

✨✨✨ 7 meses antes. ✨✨✨

Acabo de llegar a Italia ya que tenía un importante juego con mis amigas, al fin se está cumpliendo mi sueño...

¡Vamos a representar a Japón!

Me encontraba caminando por las calles de Turín, Italia, todo era realmente hermoso, muy diferente a Japón; pero jamás dejaría de lado mi país. Salí un rato del hotel ya que todas estaban dormidas por el cambio de horario, pero yo no me encontraba para nada cansada, solo quiero explorar un poco.

Mientras caminaba me encontré un restaurante que daban Pizza, se me antojo una; cuando estaba a punto de entrar algo me llamó la atención y como soy muuuy curiosa, decidí ir a ver. Dejé atrás el rico aroma de la Pizza y fui a ver porque tanto alboroto, solo podía ver a muchas chicas gritando cosas que no entendía ya que no se hablar italiano con fluidez todavía, solo entendí a algunas decir algo como: “Eres asombroso” “¿Quieres casarte conmigo?” y “Eres todo un bombón” y esas ridiculeces más; debe ser algún cantante o algo así. Estoy a punto de volver a la pizzería cuando escucho una voz conocida, una que no escucho desde hace algún tiempo.

— ¿Maki? ¿Akamine Maki? ¿Eres tu? — un moreno se me acercó mientras se hacia paso entre la multitud de fanáticas, algunos tipos grandes y vestidos de negro que pienso yo son guardaespaldas lo ayudaban a abrirse paso.

Cuando llegó hacia mi empezó a detallar mi rostro, como no creyendo que era yo.

— Emm... Si, soy yo... — dije un poco dudosa, no sabía quien era ya que cargaba unos lentes oscuros muy grandes y muy cool, además de una gorra negra Adidas, debe de ser algún actor o algo así, su voz se me hace familiar pero... ¿como sabia mi nombre? — ¿Y tu eres..?

— Soy yo, Hyuga Kojiro. — se presentó quitándose los lentes, dejando al descubriendo su hermoso rostro y esos ojos color vino que siempre me gustaron desde la primera vez que lo vi en aquella cancha de softball allá en Okinawa. Era él... lo extrañe demasiado.

— Hy-hyuga, ¿de verdad eres tu? — estaba en shock, el chico del cual me enamoré está enfrente de mi, me reconoció. ¡Estoy tan feliz!

— Claro que soy yo, tonta. — se empezó a acercar y me abrazó, fue como cuando había perdido contra el equipo campeón de softball allá en Japón.

Ese día estaba lloviendo, me aferre en su pecho llorando por la derrota que tuve de 2 - 0.

Y el solamente me abrazó y me dijo que llorara, me desahogara.

Que los próximos partidos yo ganaría y le demostraría a todos quien era.

Y eso hice.

Lleve a mi equipo a la victoria y ahora estamos aquí, representando a Japón.

— Oye, ¿te gustaría venir a comer conmigo? Estaba a punto de ir pero con tanta gente no puedo hacerlo tranquilo. — me susurró cerca de mi oreja lo que causó un ligero rubor en mis mejillas. «¡No te pongas tan cerca, idiota! ¿¡No vez lo que causas en mi!? >:///V.»  Lo único que pude hacer fue asentir. — Entonces... ¡¡CORRE!!

Me tomó de la mano y empezamos a correr lejos de las fanáticas locas y los guardaespaldas, voltee y tal como lo pensé, estaban siguiendonos; pero no eran tan rápidos como nosotros ya que es algo obvio, no pueden correr más rápido que una softbolista y un futbolista.