Capítulo Veinticinco

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Todo era un caos total, Noah caminaba de un lado a otro dando órdenes a todo el mundo, ya casi era hora, los aliados inesperados ayudaron de mucho, Sombras, Quimeras, Minotauros, Mantícoras, Arpías, Ogros del bosque oscuro, además de que varias Hidras, con más de 7 cabezas cada una, fueron convencidas de pelear junto con los desterrados, algo que realmente era muy extraño, bueno Noah no pensaba en eso ahora mismo, lo que le interesaba era poder comenzar con su plan y estaba seguro de que los del portal no tendrían oportunidad alguna.

°°°

El castaño se removió bajo las sabanas abriendo lentamente sus ojos, estaba solo en la cama, Derek debió salir temprano, miro el reloj junto a su cama y vio que era las 8:30 am. Observo el techo varios segundos hasta que sintió que todo se movía, pensó que era algo del embarazo, ya que solo dura 4 meses porque el crecimiento del bebe es rápido. Pero definitivamente no era algo del embarazo, todo se seguía moviendo de un lado al otro, como que la tierra se estuviera sacudiendo. Estuvo a punto de sentarse cuando la puerta de la habitación fue abierta bruscamente por Derek.

-Tenemos que irnos –dijo apenas cruzo la puerta, tomo una maleta y empezó a poner ropa del castaño.

-¿Qué? ¿Por qué?

-Están atacando el portal, hay varias criaturas que están atacando el portal, supongo que están aliados con los desterrados... -le paso ropa al castaño para que se la ponga mientras lo observaba atentamente. –Tengo que ponerte a salvo, te iras con mi madre y mis hermanas, saldrás por la parte de atrás del valle alfa.

-No –hablo el castaño poniéndose frente al alfa. –No me iré de aquí sin ti Derek –el alfa lo iba a interrumpir, pero el menor levantó la mano para que no hable. –No me interesa lo que vayas a decir, te dije que no me iré de aquí sin ti y si tengo que luchar junto a ti por defender nuestro hogar y a las personas que amamos, lo haré.

Sabía que no podía hacer nada ante la necedad del castaño, era inútil tratar de hacer que su opinión cambiará. Ayudó a Stiles a cambiarse de ropa y bajaron para encontrarse con la madre y las hermanas del alfa, todos salieron rumbo a la empresa, el camino fue más corto de lo normal, una vez que llegaron le informaron a Derek que todas las alertas se activaron, dichas alertas emitían un llamado hacia todos los valles, así que minutos después las calles del valle alfa se vieron inundadas de gente, algunos venían transformados completamente en lobos y otros solo con sus garras y colmillos fuera.

Ahora los Hale se encontraban en la oficina del pelinegro, las tres mujeres estaban sentadas en el sofá que estaba a lado izquierdo del escritorio del pelinegro mientras observaban las imágenes emitidas en la televisión, se podía ver como algunas cámaras enfocaban a las criaturas que atacaban el portal. Cora abrazo fuertemente a su madre y a su hermana, Derek por otro lado estaba sentado con el castaño en su regazo, su instinto protector y posesivo estaba más que alerta con todo lo que estaba pasando.

La cabeza del pelinegro era un caos total, si bien ya todos los soldados defensores fueron llamados y puestos al frente por si lograban destruir el portal (cosa que no sería tan fácil dado el hecho de que fue creado por magia), pero no subestimaba a sus enemigos porque si ya pudieron convencer a las hidras de pelear a su lado el destruir el portal no sería tan difícil. Algunas brujas y un par de hechiceros que vivían dentro el portal también fueron convocados, estos sin titubear aceptaron combatir junto a los soldados, no eran muchos, pero Derek esperaba que fuera suficiente para poder vencer.

El sol comenzaba ya a brillar por entre las colinas. El ataque de las hidras y las quimeras, quienes lanzaban grandes cantidades de fuego desde sus hocicos había cesado un par de minutos, minutos que el castaño aprovechó para mirar el paisaje, Stiles observaba a través de la ventana de la oficina y era muy hermoso, los colores que se formaban gracias a la luz eran tan cálidos que el omega podía sentir que le transmitían calma, en otras circunstancias de verdad sería muy hermoso y no despegaría su vista de ahí, pero tenía que regresar a la realidad, estaban entre la vida y la muerte, los ataques empezaron de nuevo y todos los colores hermosos y la vista maravillosa se esfumó, ahora solo se veía el fuego tratando de consumir entre sus llamaradas el portal que los cubría.

La única razón (Sterek)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora