Sangre Para Dioses

Prólogo

- Leo- vio a Rupertino quien se preocupo al verlo muy alterado- ¿Estas bien?- le toco la frente con su mano- Estas ardiendo en fiebre

- Rupertino- dijo con la voz entrecortada- Me siento muy mal.

- ¿Qué te paso?- le levanto la manga dejando ver las heridas- ¿A donde fuiste?

- Quería alejarme un rato y aclarar mis pensamientos, pero en un momento mi camafeo se cayó y al buscarlo algo me mordió- 

- ¿Qué escuchaste antes de que se te cayera el camafeo?-

- Un sonido de cascabel-

- ¿Cascabel?- Rupertino se quedo atónito- Chamaco las cascabeles no existen en estas tierras

- Pues hasta a mi se me hizo extraño pero se escuchaban como si un bebe trajera su sonaja, era un cascabel- Leo se puso pálido

- Chamaco- lo cargo a pesar de que estuviera ligeramente consiente, Leo levanto su brazo, las heridas estaban moradas- Leo, te estas poniendo muy mal, voy con el padre solo no te duermas- Leo asiente un poco.

Rupertino tenia miedo, a pesar de que no era su hijo, el lo había ayudado a recuperar a su hija, mas aparte tenia ese instinto paternal, si ese chico moría sentiría que fue su culpa porque el pudo haber hecho algo, en cuanto vio al padre no dudo en gritar a pesar de estar en una biblioteca.

- ¿Que pasa Rupertino?- con una tono molesto

- Leo esta muy mal, tiene una fiebre horrible y unas heridas en su brazo- Fray Godofredo le toco la frente y si estaba ardiendo en fiebre.

- Leo- el nombrado abrió sus ojos ya cristalizados y llenos de lágrimas

- Me duele mucho- Le levanto su brazo y encontró las heridas- Se escucho un cascabel antes de que mi camafeo se cayera era fuerte y claro-

- Las cascabeles no existen en este lugar, Leo- Leo se desmayó en ese momento- ¡Leonardo!

Lo llevaron a una mesa, las heridas estaban sangrando y se estaban poniendo color negro. Apretó la muñeca de Leo para ver si el veneno lograba salir, pero no salía nada solo sangre y un poco de agua.

- Ve por Nando y que traiga a sus amigos, debemos preguntarles si escucharon a una serpiente- asiente y sale corriendo

- Leo- abrió los ojos y vio que la pupila se extendió por todo el ojo- No puede ser, si una cascabel no te hace esto- le cerró los ojos y llegaron los demás

-¿Que paso?-

-¿Ustedes escucharon a un cascabel en el bosque?- se miraron entre ellos y negaron- Es que tiene heridas de una mordedura de serpiente-

-Oh, no- dijo Doña Toñita- Pero el veneno ¿Ya se lo sacaron?- Asintió

- Fray, Leo se fue solo al bosque- 

- Tienen que ver esto- Fray Godofredo le intento abrir los ojos pero Leo los abrió solo dejando ver sus ojos color verde con puntos amarillos "flotando" en las pupilas- Voy a llamar a una persona-

Después de una hora, llego un hombre vestido como los antepasados, Fray Godofredo habló con el y este se acercó a Leo

-Enséñame- Godofredo le abrió los ojos- Trance-

-¿Trance?- pregunto Nando al escuchar eso

-¿Acaso el escuchó un cascabel y luego tiene heridas?- Asienten- Esta bien lo voy a llevar a un lugar especial para estos casos si desean venir esta bien- Los demás salieron

El chamán abrió los ojos de Leo, pudiendo apreciar unas pequeñas escamas en sus ojos, se los cerro de nuevo y lo cargó, "¿Que desearías señora mía?" pensó.

Al salir de la biblioteca se fueron a una caverna donde el chamán le colocó a Leo, una pluma de Quetzal color jade junto con una piedra.

- Ahora debemos esperar si abre los ojos para ver si mi intuición es correcta-