Todo por tu amor.

¡new york!

Todos estaban emocionados por Taemin, sabían que hiba a ser difícil pero con el tiempo el se acostumbraria y no necesitaría de ellos, en 3 días Tae se iria a America, New York para ser exactos y Minho todavía se preguntaba si había sido la mejor opcion...

-¿Estas seguro, Tae? América no es como todos piensan, e oído historias horribles de personas que van y nunca vuelven porque los secuestran y luego...

-¡CHOI MINHO! Cierra la boca si no quieres que te la cierre yo- key llego a 2 sancadas del otro lado de la habitación, donde ordenaba la maleta de Tae- Taemin es lo suficientemente grande para creerse esas boberias de niñitos, ?¿Verdad, tae?

-Eeeh si key, pero que pasa despues  minho.- key tuvo que hacer un esfuerzo sobre humano para resistirse a darle un puño a cualquiera de los dos, uno por tener esa maldita cara de satisfacción y el otro por estar asustado como un niñato, en verdad esperara que Taemin madurara en estos 5 meses sin ellos, ya que en verdad lo necesitaba.

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En el otro lado del mundo Hanna acababa de salir de la oficina del supervisor, donde trabajaba de mesera, acababa de ser despedida...de nuevo.
Maldita sea, era el segundo trabajo donde la despedian en un mes...

Tenia que conseguir otro trabajo de !YA! Tenia que pagar la renta, la luz, el agua, la comida, y aparte tenía que mantener a Mia...

Dio un gran suspiro, mientras dejaba su vestimenta de trabajo y recogia sus pertenencias personales. Tenia una audición en la que Scott la había recomendado y había estado practicando toda la semana, no sabía bien cuanto le pagarian o para quien trabajaría pero era lo que menos le importaba, Scott le había dicho lo bien que bailaba el cantante y lo famoso que era inclusive le dio el nombre pero de ir por aqui y por haya lo olvido. En realidad eso era lo que menos le importaba, este trabajo podría abrirle las puertas a algo mejor, suspiro cuando empezó a llover y se puso la gorra de la sudadera.

-Oh Hanna llegas temprano-Susan le abrió la puerta con el pequeño Tomy en brazos.

-Hola Susan, ¿Que onda pequeñin?, Hanna agarro el piecito de Tomy sacudiendolo levemente, lo que hizo sortarle una sonrisa al pequeño.

-Mia esta en la sala viendo Bob Esponja, ve con ella.-Susan dejo pasar a su hermana pero la detuvo del brazo antes que fuera por la niña.

-Cariño ¿todo bien? te vez algo tensa.

¡Mierda! ¿Se le notaba tanto? no queria preocupar a su hermana, sabia que podia contar siempre con ella, y que podia resolverle sus problemas pero por alguna vez queria demostrarle que ella podia mantenerse asi misma y a su hija, que era lo suficientemente madura y capaz, pero ¡joder! sabia que la necesitaba pero no podia cargarle todo a ella, no otra vez.

-Si, es solo que tuve un mal dia.

-Oh pequeña todo saldrá bien.-Susan le acaricio el codo con ternura; un gesto que le hizo temblar la barbilla.

Hanna se apresuro a apartarse de su hermana y fue a buscar a su hija, era extraño que su hermana se comportara como si fuera experta en la materia de ser madre. Pero lo cierto es que el pequeño Tomy solo tenia 8 meses. Claro que Susan siempre había actuado como buena hermana mayor y aunque se llevaban simpremente 5 años, Susan  siempre la trato como una niñita, inclusive cuando llego Mia.

Se apoyo en la pared de la puerta, donde su hija estaba viendo  las caricaturas y la observó a consciencia; era tan chiquita y se parecía tanto a ella, las dos con su pelo rubio y unos mechones mas claros que otros, la piel blanca y esos ojos color azul que tantos alagos habian recibido, era su miniatura, cualquiera con ojos en la cara se daría cuenta que eran madre e hija, o bueno, lo que habitualmente pensaban; que eran hermanas.