Epílogo

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Me despierto por los saltos que siento en mi casa, sin abrir mis ojos sé que se trata de Amy y Jade, desde que esta última aprendió a hacerlo no dudo en seguir a su hermana mayor en todas sus travesuras, que incluyen levantar a sus padres los domingos temprano para poder desayunar sus cereales favoritos todos juntos.

Amy tiene ahora 10 años y es la chica más inteligente de su clase, sus ojos siguen siendo tan azules como desde que nació, no ha cambiado como algunos suelen hacer, es una pequeña ágil y muy astuta, dice desde ya que ella va a sustituir a su padre en los hoteles y Oliver no puede estar más orgulloso de su primogénita, al igual que yo, es tan especial y cada día amo más ser mama de mis dos preciosas niñas.

Jade es nuestras segunda hija, tiene 5 años, Oliver y yo decidimos esperar un tiempo para tener más hijos después de Amy, para poder disfrutarla todo lo posible, y si Amy se parece a su padre, mi Jade lo hace a mí, posee un brillantes y traviesos ojos cafés, como los míos, y su cabello es rizado, y tez un poco morena, también pronto empezará a asistir al jardín y parece muy feliz de tener más niños con quienes jugar. Es muy sociable y alegre.

Ambas poseen mi corazón y el de Oliver, siento como mi esposo se levanta de la cama y atrapa a sus hijas en sus brazos y empieza a hacerles cosquillas, sonrió y me levanto yo también y me uno a él en las cosquillas para nuestras pequeñas, después de todas risas y de que ellas pidieran clemencia, fuimos todos a la cocina para desayunar.

Nuestras hijas como siempre corrieron hacia la cocina primero que nosotros, tome la mano de Oliver y juntos llegamos a tiempo para ver como Amy ayudaba a Jade a subirse en su sillita y se acomodaba ella en la suya. Observando eso me recuesto un segundo en el pecho de mi amado marido el cual, es el mejor padre y esposo que puede existir para mí, me abraza por la cintura y deposita un suave beso en mi hombro, Desde que el llego a mi vida, me he sentido en plena felicidad y la mujer más afortunada en todo el mundo.


Oliver.


Mis hijas alegran cada segundo de mi vida con solo estar presente en mis pensamientos, para ellas soy el príncipe y superhéroe más importante y nada me hace sentir más orgulloso que serlo, ser un importante CEO de la ciudad no es nada comparado con tener el amor y la admiración de mis hijas.

Cuando Jade nació fue una sensación increíble, sostenerla en mis brazos por primera vez y tener su mirada en mí, siempre le he pedido perdón a Amy y a Cleo por no estar ahí para ellas, pero mi pequeña solo me sonríe y me dice que no más importante es que estoy para ella ahora cada vez que me necesita y me esposa me besa para que olvide el tema de una vez.

Cleo cada día está más bella que cuando la conocí, su belleza tanto exterior como interior me enamora cada día mas, hemos aprendido a convivir entre nuestras diferencias y trabajos al igual que con la responsabilidad de ser padres, pero no cambiarían nada de lo vivido en estos últimos años, gracias a eso, hemos podido encontrar... Nuestro Camino.



Fin.

Nuestro Camino - Bilogía Nuestro 01Donde viven las historias. Descúbrelo ahora