Harry es enviado a Azkaban después del torneo de los Tres Magos. ¿Puede sobrevivir sin su alma gemela? ¿Está viva su alma gemela?
Esta historia cuenta con varias advertencias.
Albus, Severus y Kingsley estaban en un bote en el océano, rumbo a la isla de Azkaban. Era principios de enero y el agua estaba agitada y helada.
-Severus, ¿Como crees que está Harry?-. Preguntó Dumbledore con temor.
-Creo que ... es un milagro que el niño esté vivo. Debería haber muerto en el primer mes. No olvidemos los horrores que Amos también le sometió-. Severus quería estrangular a Amos. Harry ya había sido sentenciado a cadena perpetua en Azkaban, el Ministerio no tiene derecho a dejar que Amos lo "visitara".
-Hubo rumores-.dijo Kingsley-.Fudge le dio rienda suelta a Amos sobre Harry. Hubo algunos guardias que se negaron a acompañar Amos con Harry, dijeron que era ... sangriento-.
Una un visitante nunca se le permitió estar solo con un prisionero, cada visita tenía que ser monitoreada. Si Fudge le había dado rienda suelta a Amos para hacer que lo que quisiera con Harry, los guardias no pueden interferir. Los tres hombres no hablaron después de esa revelación. Estaban perdidos en sus propios pensamientos sobre Harry.
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Dumbledore se ajustó la capa mientras seguir al guardia hasta las peores celdas de Azkaban. Se sorprendió al ver el alivio en la cara de los guardias cuando le entregó los papeles de liberación de Harry. -Nunca pensé que era culpable-. Murmuró el hosco guardia.-Nunca nos dio problemas, ¿Saben? Nunca habló, ni siquiera para rogarle a Diggory que se detuviera. Ese enfermo bastardo pertenece a esa celda, no el niño-.
-¿Qué le hizo a Potter?- preguntó Severus.
-No puedo decirlo, ¿ahora puedo?-
-Obligado a hacer un juramento, ¿no?. Podemos saber quién fue, pareces asustado.
-Si hablo me mata, pero no vale ensuciarse las manos por esto-.
-¿El que lo visitaba te hizo jurar?-. -No, Diggory no. Él solo le gustaba escuchar al niño gritar, lo golpeaba hasta hacerlo sangar. El niño tiene una magia fuerte para mantenerse vivo todo este tiempo. Hubiera sido más humano el beso-. El guardia se detuvo frente a una gruesa puerta de piedra con unos seis barrotes.- Esta frágil, no queda mucho del muchacho. A los dementores les encanta alimentarse de él, tienen que ayudarlo a seguir adelante-.
Los tres hombres esperaron a que se abriera la puerta de la celda. Todo lo que dijo el guardia los enfrió hasta los huesos. Conteniendo la respiración, miraron por encima del hombro de los guardias cuando se aparto. El olor era tan malo que casi le revolvio el estómago. La celda apestaba a orina, heces, sudor, sangre, y no querían contemplar qué qué más.
-¿Diggory alguna vez violó al chico?-. Severus le preguntó al guardia. No le cuándo los olores que su vampiro estaba sentia.
El guardia solo miró al maestro de pociones, sin pestañear.- No puedo decir nada. Solo les dire que el bastardo tenia que venir mañana-. Severus se deslizó en la mente del hombre, pero tuvo que retirarse casi al instante. Las visiones que tuvo fueron peores que cualquier cosa que hubiera presenciado por Bellatrix y McNair.
