Capítulo II

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Paco Lacensip podía reconocer a una estrella de inmediato. Había estado tanto tiempo en el mundo de la música que se creía con el conocimiento necesario para clasificar a los artistas que había firmado a lo largo de los años.


Unos, no eran más que una pequeña llama que se extinguiría con un poco de viento y otros, eran un fuego eterno que se haría cada vez más intenso. A ese último grupo pertenecía Aristóteles. Lo único que necesitaba era que Aris se dejará guiar adecuadamente.


La industria musical no era tan sencilla. La familia Lacensip tenía toda la vida dedicándose a ella. El abuelo de Paco había fundado esa productora y, cuando su padre se hizo cargo, pasaron la mayor crisis de su existencia. Su padre nunca terminó de adaptarse a las nuevas formas que tenía la industria, a los artistas salidos de plataformas digitales, a la música en aplicaciones, a todos teniendo exposición en redes sociales y con grades posibilidades de ser el próximo one hit wonder de la historia.


Cuando Paco tomó la productora todo era un desastre. La situación era tan terrible que tuvieron que vender propiedades para poder pagar deudas. La familia entera se había quedado sin nada y con una productora en la completa ruina. Así fue como tuvo que buscar un socio y terminó vendiéndole el 51% de su compañía a Guillermo Larrea. Fue duro, tal vez lo más duro que había hecho en toda su vida.


Le había entregado a un desconocido la empresa de su familia.


Pero Paco sabía que tenía un diamante entre sus manos. Y, en él, tal vez su última oportunidad para recuperar el negocio que una vez fue de su familia.


Aristóteles era un billete de lotería con el premio mayor. Sólo necesitaba encaminarlo. Hacerle ver que era más sencillo ocultar ciertas cosas; a Paco realmente no le importaba para nada que Aris fuese gay, eso era lo de menos. Pero las fans sí que iba a importarles y a los padres de esas fans, aún más.


—No pienso mentirle a la gente, Paco —Ari habló con firmeza.

—No sería mentir, Aris. Sólo dejar tu vida privada de esa manera. Tus seguidores no tienen que saber que eres gay.

—Es que yo no tengo nada que esconder, ni que maquillar. Hay miles de artistas que han salido del armario y que viven su vida sin ocultarse. Sin miedo. Por ejemplo, Ricky Martín...

—Ricky Martín salió del armario cuando su carrera estaba consolidada. Él ya era una estrella, un escándalo de esa magnitud no iba afectarlo para nada. Tú mismo lo sabes. Las carreras musicales no deben empezar así.

—¿A qué te refieres?

—Tuviste tu oportunidad en la presentación de Guatemala. ¿Por qué cuando cantaste amor valiente dijiste que era para una persona y no presentaste a Temo como esa persona? No dijiste que la canción fuera para tu novio —Aris se levantó de su silla mirando a Paco como si no lo reconociera.

—No me gusta lo que estás insinuando. La única razón por la que no dije nada de Temo en esa ocasión fue porque él y yo nunca habíamos hablado de hacerlo público. Pero eso no quiere decir que quiera mantenerlo oculto, ni que me avergüence de él, es más bien todo lo contrario. Temo es mi razón para inspirarme en este mundo y si tú crees que... —Ari de pronto sintió que la coraje y la rabia subía por su cuerpo. Estaba dispuesto a renunciar a todo porque no iba a permitir si quiera que ofendieran un poco a Temo y a sus sentimientos por él.

Tal vez construir...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora