Boss||Emiliaco.

Parte 1.

-Quiero que se coloquen arreglos florales en cada mesa, y por favor asegúrate de que sean rosas rojas- señaló el castaño apuntando el lugar.

-Claro Joaquín- sonrió Loretta- ¿Cómo crees que sea el hijo del señor Osorio?- preguntó emocionada.

-No lo sé y no me interesa saberlo- aclaró dirigiéndose a la salida.

-Es que no lo creo de verdad- habló la joven terminando de apuntar los requerimientos- eres la única persona de la empresa a la que parece darle igual saber que a partir de mañana, tendremos un nuevo presidente- confesó.

-Soy la única persona de la empresa que parece ver la realidad de las cosas- corrigió- el tipo no ha visto a su padre en años y ¿decide volver hasta que la salud de Juan es crítica?- habló molesto- sin mencionar que sólo aceptó al decirle que se haría cargo de la empresa- concluyó.

-Pero nadie lo conoce realmente- defendió la castaña.

-Sus acciones son suficientes para no ser de mi agrado- argumentó.

-¡Acaban de subir fotos de él en el aeropuerto!- exclamó con una sonrisa ante el sonido de notificación que llegó a su móvil.

-¿Es enserio?- preguntó hacia el cielo en forma de reclamo- Tenemos que llegar a la empresa por las listas- informó subiendo al coche.

-¿Te importa dejarme el centro comercial que esta antes? Tengo que recoger un vestido- cuestionó entrando.

-¿Puedes recoger mi traje? Con todo esto tan apresurado olvidé pasar por él- recordó arrancando el auto.

-Claro, de ahí tomo un taxi y nos vemos en la empresa- propuso a lo que el joven asintió.

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-No se te olvide verificar que la reserva de vino que pedí ya esté allí- habló al teléfono llegando al estacionamiento.

-Tranquilo- habló Andy- todo va a salir perfecto Joaco- lo animó.

-Eso espero. Realmente es muy importante que... que mierda- exclamó al ver como un auto estaba aparcado en su lugar, del cual bajaba un hombre de cabello rizado.

-¿Disculpe?- captó su atención- este lugar es exclusivo- señaló el cartel que decía su nombre.

-¿Perdón?, el lugar estaba vacio- se excusó.

-Claro- respondió- por que sólo la persona que dice ahí puede estacionarse- volvió a señalar.

-Bueno, espero que a Joaquín- leyó el nombre- no le moleste- concluyó con la intención de irse.

-Si me molesta- captó su atención- por favor quite su auto.

-No gracias- respondió dándole una sonrisa de boca cerrada mientras comenzaba comenzaba caminar hacia el asensor.

-¡Hey!- exclamó mientras bajaba del auto- Este es mi lugar, quitelo o llamo a seguridad- advirtió.

-Adelante- se acercó el rizado- quiero ver que hacen al respecto- mencionó cruzando los brazos.

-Mire- suspiró el más bajo con cansancio- tengo que irme lo antes posible y usted no esta siendo de mucha ayuda- lo miró- sólo busque otro lugar.

-Ya te dije que no lo haré- repitió- y si mi disculpas yo también tengo mucha prisa, así que...- encogió los hombros.

El castaño lo miró claramente enfadado, si bien Joaquín era una persona muy pacífica; al enojarse era mejor que nadie se cruzara en su camino, y el completo desconocido había logrado sacarlo de sus casillas.