ATRAPAME SI PUEDES
Capítulo # 14
EL QUERIDO PADRE DE SERENANarra Darien
El toque de sus suaves labios me embriagaba, tanto que olvidé lo mucho que me molestaban las muestras públicas de cariño, en ese momento solo quería besarla, es decir debía aprovechar, pues con el temperamento que tiene Serena, mañana podría mandarme al diablo y con el mío, no era el que le iba a rogar.De repente sentí una mano en mi hombro, que aclamaba mi atención, era el padre de Serena, venía acompañado por el ex de la rubia y otro hombre más:
—Kenji: Darien te presento a mi hijo mayor, el es Sammy; hijo el es el novio de tu hermana, cosa que nos alegra mucho, por que después de Haruka pensamos que no habría otro valiente que fuera capaz de llevar una relación con ella y es que serena puede llegar a ser indomable.
—Sammy: Valla es un gusto conocerte, desde ya te advierto que la vas a pasar mal con mi hermana, lo digo por que ella no es la típica mujer, que los hombres de nuestra sociedad desearíamos como esposa.
—Haruka: Así es, es bastante obstinada y caprichosa, pero Sammy, ya él, debe saberlo.No pude evitar notar como el rostro de la altanera rubia bajaba cohibido, al compás que mordía sus rojos labios, sin duda las palabras de esos hombres más que molestarla, le dolían y quizás hasta la avergonzaban, seguramente a ellos les gustaba hacerla quedar mal con todo el mundo, es triste pero sentí pena ajena por ella, así que hablé por que la forma en la que fui educado por mis tios me impedía estar allí, escuchar eso y no decir nada.
—Darien: Claro que sé cómo es mi novia, quizás les parecerá masoquismo, pero lo cierto es que si fuera diferente no me gustaría tanto, yo amo su espíritu guerrero, su terquedad, su fuerza; lo que para ustedes son graves problemas para llevar una relación, para mí son alicientes; realmente yo no podría estar con una mujer sumisa y sin aspiraciones.
La vi sonreír a causa a causa de mis palabras, lo que me dio la oportunidad de tomar su mano y besarla, al compás que la miraba, escuché entonces una suave y emocionada voz:
—Que lindo hombre hermanita, yo quiero un caballero así, es que parece un príncipe(estiró su mano para apretar la mía), mucho gusto soy Ami, la hermana menor de Serena, así que tu eres mi cuñado.
—Sammy: Ya controlarte Ami, vas a asustar al señor Chiba y creo que con Serena ya tiene suficiente.
—Serena: Entonces tu estas decidido a joderme la noche, acaso quieres que me valla, por que puedo hacerlo, si tú, Haruka y mi querido padre así lo quieren, tal vez así la pasarían mejor en su jodida cena.
—Kenji: Y allí la tienes, la verdadera Serena, una mujer desbocada, grosera; una niña que no entiendo como puede ser mi hija, tiene casi dos profesiones encima y decide olvidar los modales y hablar como una ramera.Quise decirle muchas cosas a ese hombre, pero en cambio preferí salir detrás de Serena que salió casi corriendo hacia el jardín de aquella casa, caminé por los alrededores y la la encontré, con una botella de vino en la mano que al parecer le había quitado a un mesero, me posicione justo a su lado, no sabía que decir, no quería empeorar todo, así que al verla empinarse una vez más la botella, decidí romper el hielo:
—Darien: No te la tomes toda, comparte con alegria.
Se carcajeo y me pasó la botella, tomé un sorbo y le pregunté:
—Darien: Quieres que nos vallamos de aquí, tal vez a cenar a otra parte?.
—Serena: No, sólo quería respirar, no quiero dañarle la cena a mi madre y permanecer un minuto más allí en ese momento podría darle a mi padre una razón para ampliar más su decepción por tener una hija como yo; no te preocupes Darien ya estoy acostumbrada, además, irme ahora, seria darles gusto a esos dos idiotas y a mi padre.Me sonreí, esa mujer era muy fuerte, coloqué mi brazo como el asa de una taza, levante mis cejas y con voz seductora me dirigí a ella:
—Darien:Entonces novia mía, hagame el honor y acompañeme a la cena que se está efectuando allí adentro.
Cuando entramos a la casa, ya todos estaban en su respectiva mesa, la nuestra era una zona de batalla, en ella, Michiru y su nuevo novio, el hermano de serena, acompañado de una linda chica, la hermana de Serena y sus padres, al parecer solo familia.
La madre de la rubia era una mujer hermosa y agradable, la verdad me sorprendí por que esperaba que en la mesa el ambiente fuera pesado y hostil, pero la cena fue agradable, al parecer la presencia de mi supuesta suegra era tan poderosa que no le permitía a ninguno que le volvieran a faltar a Serena, recordé por momentos las veces en que la traté como esos hombres, ahora entiendo por qué su reacción, ya seguramente estaba harta de todo eso, puedo darme cuenta que con ella he cometido error sobre error, a lo largo de la cena, vi a Serena tomar vino sin ningún control, como hombre que aparentemente era su novio, tuve el impulso de detenerla, pero como un ser humano más, entendía su frustración y pensé que quizás era mejor dejarla desahogarse con el alcohol.
Una vez terminada la cena, me levante para ir hasta el estudio de esa casa con el Senador, su hijo y el ex de Serena, al parecer querían hablar conmigo de la propuesta publicitaria para sus empresas, antes de ir con ellos besé la mejilla de Serena y le pedí que me esperara, no quería que se fuera en el estado en que estaba, la dejé con su madre, la hermana y Michiru que esperaba por Haruka; una vez en el estudio me empeñé en sacar una cita otro día a una hora más adecuada, pero irme me costaba el senador tenía muchas preguntas que hacer y no eran precisamente de él trato:
—Kenji: Hace cuánto trabaja mi hija contigo y que es lo que exactamente hace para ti.
—Sammy: Padre de que mas va a ser, mínimo como mesera o como lavaplatos, es increíble que ame tanto trabajar de eso, siendo una abogada titulada.Tragué en seco al escuchar eso, no tenía ni idea que la rubia fuera una abogada.
—Darien: Serena esta actualmente haciendo sus pasantias en global, para poder graduarse.
—Kenji:Empleo que seguramente conserva por estar acostandose contigo.Mi sangre se calentó, como un padre puede hablar así de su hija.
—Darien: Se equivoca, Serena es una mujer brillante y capaz, ella no necesita acostarse con alguien para conservar un empleo; es triste que el concepto que tiene de su propia hija sea tan desagradable; si me disculpan me retiro a mi casa, con mi novia, soy incapaz de seguir escuchando semejantes cosas; si aún desean los servicios de mi agencia, esperaré su llamado con la fecha de la cita Senador, no siendo más.
Me dispuse a retirarme indignado y justo en la puerta una mano me tomó del brazo y me expresó sus palabras en tono bajo, al parecer el mensaje era solo para mí.
—Haruka:No me importa que estés con Serena ahora; no te ilusiones mucho por que ella será mi esposa y de nadie más.
Halé con fuerza mi brazo para soltarme de su agarre, quise hundir mi puño en su nariz, pero no entraría en ese juego estúpido, lo cierto es que aunque me molestara debía demostrar seguridad:
—Darien:Esa es una decisión que toma Serena y no tú, si ella decide casarse contigo algún día ten la plena seguridad que lo respetaré, pero ahora respeta tú, por que esa que está allá afuera es mi mujer y de nadie más.
Me retiré a la sala y allí encontré a Serena que ante la mirada acusadora de Michiru se empinaba una botella de vino, la abracé y besé sus cálidos labios, no por encelar a mi ex, no, la verdad es que sentía tanta pena por el padre que le había tocado a la altanera rubia, que tenía el impulso de protegerla, me despedí de Ikuko y Ami, a Michiru ni me dirijí; salimos de allí directo a la mansión, cargué a Serena hasta su habitación y la recosté sobre su cama, cuando quise apartarme de ella, me beso apasionadamente, sentí su lengua juguetear en mi boca, sus manos viajar hasta mi cuello y aflojar mi corbata, era claro para mí que quería que le hiciera el amor y yo moría por hacérselo, cuando desabrochó mi camisa y rosó con su lengua mis tetillas, ardi de placer, quería hacerle tantas cosas a su cuerpo, pero no así; tomé sus manos con las mías para inmobilizarla y que me escuchara:
—No tienes idea de todo lo que quisiera hacerte(ella intentó besarme, pero no se lo permití) escúchame Serena, no voy a tomarte así en ese estado, quiero que cuando te haga mía, tu mente también esté conmigo en la habitación, ahora solo divagas por el alcohol y así no quiero.
Besé su frente, la cobijé y salí de esa habitación, no quería que el deseo me venciera y me obligará a poseerla en ese estado.
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ATRAPAME SI PUEDES
RomansEn ocaciones la soberbia te quita mucho y no te da nada y hasta te ciega a la hora de ver que aquello que más valor tiene para ti debe llegar a ti libremente y sin ataduras, en esta historia nos internaremos en un relato de amor, rodeada por el org...