Empleado del mes (Stony)

Capítulo XII

Steve POV

Al llegar a mi casa, cerré la puerta, me dirigí directamente a la cocina para abrir gavetas en busca de una botella de alcohol, tenía que haber alguna en esta casa luego de todas las veces que Bucky había llevado para embriagarnos. Después de abrir más compartimentos y no encontrar nada, recordé que mi amigo solía guardar todas sus compras de licor en el pequeño espacio que se encontraba debajo de la televisión de la sala, según él para tenerlos más al alcance. Finalmente encontré una botella de whisky que habíamos comprado para una noche de celebración, aún quedaba una muy buena cantidad de líquido y decidí que ese sería su momento de brillar. 

Me acomodé en la sala y coloqué la botella de licor, un vaso y una copa con hielo en la butaca cercana al sofá. Terminé poniendo una película en el televisor como intento de fijar mi mente en algo. Ese intento obviamente fue en vano porque esa película tenía una pésima trama que no me enganchó y no encontraba algún programa decente entre los canales que pasaba del televisor. Finalmente me di por vencido y tomé el licor y subí a mi habitación para recostarme un momento en la comodidad de mi cama. Encontré el libro que recientemente había comenzado en la mesita de noche y lo tomé, con algo tenía que distraerme. Entre páginas y tragos pasé la noche, con un vacío indescriptible en el corazón y la mente hecha un desastre. 

La mañana siguiente me levanté con la esperanza de haber dejado todos aquellos confusos sentimientos encerrados en la botella de licor que ahora se encontraba vacía. Ya preparado con mi auto, me dirigí a la empresa para continuar con mi trabajo, mentalizándome intensamente para poder actuar con normalidad frente a todos y no levantar sospechas. 

— Buenos días Steve, ¿crees que podríamos hablar?

El rostro de un chico totalmente apenado se asomaba lentamente por la puerta mientras esta se abría sigilosamente. Damien me miraba con unos ojos que clamaban piedad y percibí que el tipo se arrepentía completamente. No habíamos cruzado una palabra desde aquel incidente y por la oficina, se notaba que él se esforzaba por evitarme con la cabeza baja.

— Damien, claro, pasa. —me acomodé debidamente en mi asiento.
— Realmente lo lamento demasiado Steve, no sabes cuanto. No era yo en ese momento, ni yo mismo logro encontrarle razón a lo que hice, no sé que me pasó. 

Inconscientemente, mientras escuchaba esas palabras, recordé mis pensamientos tiempo atrás luego del primer encuentro que tuve con Stark en el bar, nuestro primer acercamiento. En ese momento, no sabía qué fuerza se había apoderado de mi para que yo haya actuado de esa forma, lo lamenté profundamente y parecía encontrar ese mismo sentimiento en los ojos de Damien. 

— ¿De verdad lo lamentas? Porque si cruzaste una línea con ese comportamiento.
— Con toda el alma, lo lamento profundamente. No sé qué pasó, actué cuando estaba cegado por mis impulsos. Yo te considero un gran, gran amigo; con sentimientos o no de por medio, si hubiera estado en mis cinco sentidos, jamás habría hecho algo que pusiera en riesgo nuestra amistad.
— Siendo sinceros Damien, me tomaste totalmente desprevenido, no supe como reaccionar en ese momento.
— No, ni yo hubiera sabido. Más allá de eso, también lamento que creo que te causé problemas cuando Stark nos vió. ¿Acaso él te reprendió? Si es así yo mismo voy en este instante a su oficina para aclararlo y dejarte fuera de cualquier problema, tú no tienes ni un gramo de culpa en esta situación. —me miró con media sonrisa.

Claro que me había metido en problemas gracias a sus actos, pero no por lo que él cree. 

— No te preocupes, no pasó nada con Stark. No mencionó nada respecto a lo que vió. —mentí—   Parece que por primera vez él se veía dispuesto a guardar un secreto.
— Si, imagínate, sería un gran problema si le informa a alguien más en la empresa. ¿Qué pasaría si le dice a Pepper?
— Jajaja, sinceramente no creo que Pepper le crea una sola palabra. —reí.
— ¿Eso crees? Bueno si fuera así sería gracias a ti. Ella ya me ha advertido muchas veces de comportarme en la empresa por cómo algunas mujeres intentan ser atrevidas conmigo mientras se está aún en el trabajo.