Después de tu ausencia

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Me siento solo.

Quiero correr, escapar, no quiero volver, el vacío cada día es más asqueroso, después de su entierro me alejé de todos, mi habitación de campo se convirtió en mi refugio.

Después de dejar en ese solitario lugar a Jonghyun decidí  marcharme de ahí, sin despedirme de los presentes, creo que lo tomarán algo descortés viniendo de mi, pero de verdad no me importa, siento la necesidad de echarme a llorar a mares, siento la tristeza apretarme mi pecho, el ambiente me asfixia así que corro con las llaves de mi auto por entre las tumbas del cementerio. Mi mano  desbloqueó la puerta y arranqué a toda marcha, salgo de la ciudad. Mis ojos arden, aprovecho el semáforo en rojo para  observarme un poco en el espejo de mi auto y no me reconozco. Logro verme con mis ojos nublados por el retrovisor, mi pelo está desordenado, mi corbata está suelta, mi camisa blanca desabotonada, las mangas están en mis codos, la chamarra la tiré en los asientos de atrás. Mis ojos se encuentran enrojecidos con grandes ojeras alrededor de ellos, soy un caso perdido ahora, parece que el único que intenta escapar de la ciudad soy yo, porque en la carretera el único auto es el mío. No sé a dónde voy, no sé de qué quiero escapar, ¿De la realidad? ¿De mi mismo? ¿De la tristeza? Por más que trate de convencerme a mí mismo de que todo mejorará mi mente no logra captar, estoy agotado, siento que en cada respiro estoy dejando una parte de mi mismo, el semáforo ya está en verde pero no avanzo, lo único que hago es esconder mi cara en los brazos que se encuentran en el volante, y me doy cuenta que he estado conteniendo las ganas de llorar, ¿Por qué? No lo sé...

Me siento solo, devastado, abrumado, frustrado, enojado conmigo mismo.
Lloro dándome la libertad de gritar y pegarle puños al volante, cierro mis ojos sin dejar de empapar mis mejillas con mis lágrimas, recuerdos invaden mi mente.
El momento en que celebramos su cumpleaños en uno de nuestros conciertos, su cara de felicidad y sorpresa lo delataban, estaba feliz... ¿Feliz? O solo ¿fingió estarlo? La depresión se camufla de una manera sorprendente, ¿cómo no logré verla? Recuerdo cómo entramos con su gran pastel al escenario, todos estábamos muy felices, y veía que el lo estaba también, ¿qué sucedió? Soy de lo peor, el me dió señales y nunca las entendí, soy un canalla, cómo pude dejarlo solo cuando se me llenaba la boca diciéndole a todo el mundo que era mi amigo, mi hermano, me odio por eso, soy un idiota, lo soy!!!!!!

Tiro de mis cabellos descargando mi rabia, levanto la cara del volante y con toda mi rabia arranco, pisando el acelerador con toda la fuerza capaz, las hojas flotan al rededor de mi auto y a la vez una capa de polvo empañan los vidrios, sigo conduciendo por aproximadamente una hora, veo a lo lejos una pequeña cabaña con un lago, la reconozco, aquí vengo cuando son vacaciones, bajo del auto dejando la puerta abierta y las llaves aún dentro, tambaleo un poco al bajarme, mis piernas están entumecidas, llevo mis manos a mi cintura observando el panorama, el agua contenida me transmite paz, su puente de madera está en perfectas condiciones al igual que la cabaña, los pájaros parecen buscar refugio a una tormenta que se avecina revoletean por los árboles que cubren la cabaña y su cantar inundan mis oídos, avanzo a paso lento hacia el lago, al llegar al final de este levanto la camisa dejándola por fuera de mis pantalones, me quito los zapatos y estos quedan esparcidos por el lugar, doy la vuelta quedando de espaldas al lago, cierro mis ojos llorosos tratando de impedir que mis lágrimas sigan saliendo, abro mis brazos y lo único que hago es lanzarme de espaldas al agua. Está helada, olvidaba que estamos en invierno, pero por un momento el único dolor que siento es cuando mi piel entra en contacto con  el agua, voy cayendo poco a poco abro mis ojos dentro de la misma y sólo logro ver la luz tenue que se queda reflejada en la superficie, mis pulmones al poco tiempo me exigen aire, pero no lo hago, expulso el aire que me queda en ellos, creando burbujas mi pelo está desordenado y apuntando a todas partes, a medida que sigo bajando mi camisa flota.

Ya no siento nada, y esto era lo que necesitaba, quiero quedarme aquí dentro por siempre, ya no más Lee Taemin, ya no más. Mi cuerpo empieza a hormiguear, quiero acabar con todo, así que cierro mis ojos y me dejo llevar por la oscuridad.

¿Te vas a rendir? Enserio, ¿dejarás de luchar? Tienes que vivir hermano, no olvides que te quiero demasiado, no entres a esa oscuridad por favor, no quiero que estés en la misma oscuridad que estuve yo, no quiero que lo hagas, fuiste mi héroe te llevo en mi corazón, esto no se ha acabado aquí, debes seguir, por mí, lucha! Sal de ahí! Necesito que vivas!!!.

Abro mis ojos de golpe, ¿fue real? Grito por falta de aire y nado hacia la superficie cuando por fin salgo abro mi boca lo más que puedo dejando así entrar oxígeno a mis pulmones adoloridos. No veo nada, no me he dado cuenta que ya había caído la noche, estoy entumecido por el frío que hace así que no lo pienso dos veces en salir del lago, mi vestimenta pesa a medida que camino, veo brillar la camioneta a través de los árboles, la luz de la luna se cuela dándome la oportunidad de llegar rápido, antes de subir a ella me desabrocho los pantalones y mi camisa quedando más expuesto aún, cierro de un portazo y enciendo la calefacción, agradezco infinitamente entrar en contacto con el calor, jalo la palanca para dejarme caer hacia atrás, mi cabeza duele, quizá por la presión del agua. Me quedo en silencio pensando seriamente en lo que acaba de pasar, pude ver a Jonghyun cayendo a mi lado hacia la profundidad del lago, pero su cabello no se mojaba ni su atuendo, es extraño, pero por alguna razón su presencia me ayudó a despertar, a salir de ahí.

¿Podré con esto?

Una vez recobrada la temperatura en mi cuerpo, me cubro con mi chamarra para salir del auto, busco las llaves de la cabaña, bajo de mi auto y dejo la ropa ahí, mi celular ha quedado en el borde del puente, me percato que se ha encendido así que llego hasta donde se encuentra y lo tomo, tengo muchos mensajes, llamadas perdidas, mensajes en el buzón de voz, lo apago y lo introduzco en los bolsillos de la chamarra.

Al entrar me recibe la oscuridad, pero pronto encuentro la lámpara u la enciendo, todo está limpio, y se ve muy cómodo, cierro la puerta detrás de mí y avanzo por el pasillo para buscar ropa limpia. Una vez vestido con mi sudadera gris ancha y unos pantalones anchos de igual forma, salgo de la habitación para comer algo, me dirijo a la cocina y mi teléfono vuelve a sonar dentro de los bolsillos de mi chamarra, lo ignoro, no quiero hablar con ellos, no me siento bien, se que en el momento de coger la llamada perderé la compostura. Ya no quiero comer, pero de todos modos no voy a dejar en vano los pasos ya recorridos. 
Me apresuro a sacar del armario una botella de whisky, hace mucho no bebo, de vez en cuando cerveza para acompañar las comidas, pero hoy solo quiero olvidarme de todos y ya.
Me tumbo en el sofá y abro sin ninguna dificultad la botella, llevándomela a los labios rápidamente, mi garganta protesta, el líquido quema mi garganta y arde en mi estómago, ignoro ese pequeño dolor y ya después de unos cinco tragos mi cuerpo se tranquiliza, se que no lograré nada perdiendo la noción del tiempo, porque todo volverá a ser una mierda mañana, bufo ante mi forma de solucionar mi jodida situación, pero ya es tarde ya después de una hora, o dos... O tres, la verdad he terminado mi licor, toda la cabaña me da vueltas, pero he cometido otro maldito error como siempre, no fue la mejor idea, tambaleo por el salón y empiezo a tirar el jarrón de vidrio al suelo, a dar patadas a los sillones, mi mirada va a los cuadros que cuelgan en la pared y corro a por ellos, mis manos se levantan con fuerza y  tira al suelo el cuadro, este hace eco por todo el lugar y me llena, de alguna u otra forma sigo con el otro y con los seis que están por toda la cabaña.
Todo está roto, desorden absoluto, y termino cansado, subiendo y bajando mi pecho cansado, veo todo el panorama y me dejo caer en el piso del salón ahora con una botella de vodka lloro sin parar sintiéndome culpable una y otra vez, me odio, cargo con la muerte de Jonghyun. Pronto mis ojos pesan quedándome dormido en el suelo.

보고 싶어요 me despedí sabiendo que no quería irmeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora