Me levante de la cama y comencé a caminar por el pasillo para ir al baño a prepararme, tenía que salir temprano de mi casa si iba a ir al trabajo. Al encontrarme con la puerta del baño con un poco de fuerza y desanimado la abrí y me quede sin moverme mirándome al espejo. - ¡Joder doy asco!. Pensé mientras me acercaba más al espejo. Estaba tan desanimado, no podía casi ni levantar las manos, cogi el cepillo de dientes como pude y asi mismo se me callo al suelo. Ya que estaba aborrecido esto me ponía peor. Esto me obligo a ser un poco mas activo. Rápidamente entre a darme un baño porque apestaba demasiado. Por la noche la consola de aire se apago debido a un bajon de luz y no se ni como no me di cuenta, solo se que estaba sudado.Sin ganas de hacer nada me monte en el auto, lo encendí y me quede pensando como por 5 minutos. Decidí arrancar y mientras iba de camino me dio un dolor de cabeza terrible, tan terrible que tuve que detenerme un momento ya que no lo aguantaba, Sentía que la cabeza me iba a explotar. De repente el dolor se calmó y decidí continuar el viaje. Estaba por la auto pista a unas 50 Millas por hora cuando el dolor volvió, Pero esta vez más fuerte, tan fuerte que realmente no sé qué paso después. Solo se que todo se oscureció.
Llegue a la oficina de mi padre sintiéndome mejor que nunca, Como si supiera que algo bueno iba a pasar. Con café en mano mientras todos me miraban de forma extraña. Caminando por el pasillo con una sonrisa mientras saludaba a todos. Mi padre estaba al final del pasillo al frente de la puerta de su oficina con una cara de confusión, y no lo culpo, hasta yo mismo estaba confundido, no sé ni porque me sentía de esa manera, no había una razón específica, solo sentía que ese día sería diferente. Acercándome más a el me dijo desde lejos:
– Buenos días Alan.
Seguido le respondí con:
– Buenos días padre, ¿Quiere café?.
- No gracias, ya tengo una taza en el escritorio, hoy te ves diferente ¿paso algo?
- No, no paso nada, pero gracias por preguntar
- Bueno, pues ve a tu oficina y llama a tu madre, quería que le hicieras un favor, algo de llevarla al hospital para unos exámenes.
- Ok, gracias, supongo que puedo salir ahora.Luego fui a mi oficina, coloque mi bulto con el portátil encima del escritorio mientras miraba por la ventana y pensaba en ¿Por qué me siento tan raro? No es que no tenga derecho a sentirme bien pero es que no tengo ninguna razón y siempre me siento mal, inseguro, sin ganas de hacer nada. Me quede caminando dentro de mi oficina mientras me terminaba la taza de café y pensaba en que tenía que ir al hospital a llevar a mi madre, no me molestaba claro está, era un favor a mi madre, solo me molestaba el hecho de que tenía que quedarme con ella en la sala de espera como por tres horas a lo que deciden atenderla, porque siempre tienen ese problema en los hospitales, siempre hay mucha gente. Me senté encima del escritorio para llamar a mi madre y saber exactamente el favor que necesitaba. Puse el teléfono en alta voz mientras sonaba la llamaba y a unos 10 segundos luego de estar sonando cogió la llamada.
- Hola madre, bendición
- Buenos días, Dios te bendiga Alan, ¿cómo estás?
- Bien ma’ aquí un poco cansado ¿y tu?
- Pues bien hijo, mira te iba a decir, o más bien pedir a ver si me podías acompañar al hospital para hacerme unos exámenes hoy.
- Claro mama. Si quieres vamos ahora mismo, te busco y te acompaño
- Ay gracias! Pues me voy a preparar rápido ahora mismo
- Ok ma, salgo de aquí ahora, hablamos ahorita, te amo.Me levante y rápido me puse la chaqueta. Luego escuche que alguien toco la puerta así que me volví a sentar mientras dije “adelante”. Abrió la puerta como si tuviera miedo de que fuese a ver algo que no debía, luego dijo:
- El Sr. Wake pregunto que si iba a hacerle el favor a su madre.
- Dígale a mi padre que si, que voy a buscarla ahora mismo.
- Ok, gracias.Se marchó y rápidamente me pare del escritorio y Salí por la puerta, la cerré con seguro como de costumbre. Mientras caminaba por el pasillo un poco deprisa ya que sentía que se me hacía tarde para buscar a mi madre. Vi que el ascensor se iba a cerrar así que corrí y pude lograr hacer que no se cerrara con el pie. Baje hasta el primer piso y fui hasta los estacionamientos. Vi mi auto en la primera fila de estacionamiento pero algo me estuvo raro y fue cuando me puse a pensar. No me había acordado haber estacionado mi auto ahí, de hecho, ni tan siquiera haber llegado al trabajo. Solo sé que llegue y ya, solamente eso, ni como, ni haberme bajado del auto, absolutamente nada. Intente ignorar un poco esa curiosidad y decidí montarme en el auto. Salí del estacionamiento y me dirige hasta la casa de mi madre donde ya me estaba esperando. Mientras conducía me puse a pensar de nuevo en lo del estacionamiento ¿Cómo había llegado al trabajo? ¿Cómo es que no me acordaba haber estacionado el automóvil allí? Eso me estuvo raro. No me acordaba de nada y eso me estuvo incomodando todo el camino. Ya casi llegando a casa de mi madre escuche el celular sonar, Sin quitar los ojos de la carretera empecé a buscarlo en el asiento de alado con la mano derecha a ciegas. Cuando logre cogerlo rápidamente acepte la llamada, era mi madre y le dije – Ma, ya estoy llegando, espera un momento. – ah ok perdón. Luego llegue a la casa y estaba sentada en el sofá de afuera. Rápido me baje y le abrace, la ayude a bajar las escaleras y mientras me contaba de que eran los exámenes que se tenia que hacer la ayude a montarse en el auto. Luego me monte yo y rápido fuimos al hospital.
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Ella es mi sueño
Non-FictionQuerido lector, mi nombre es Alan y lo que está apunto de leer no tiene un fin. Quizás puede decir que merecí cada suceso o que todo fue injusto. ¿Todo fue obra de su dios? ¿Está seguro que su dios sabe lo que hace? ¿Que cada uno de estos sucesos fu...