https://www.youtube.com/watch?v=VuxVtsgF2DA
Amo esta canción
Siento tus manos sostener mi cintura.
Dios, como me encanta.
Tus fuertes manos de deslizan por todo mi cuerpo, saboreandolo y deleitandose. Siento como me tiras al suave colchón y te acercas hasta quedar tu rostro tan cerca del mío que siento tu cálida respiración, tu mirada hambrienta sólo aumenta mi éxtasis y tu sonrisa me hace delirar.
Dejas de verme y me quitas toda la ropa, abro mis piernas en una clara invitación a lo que sonríes descaradamente, tan de tu forma de ser, mientras abres la pequeña bolsa de lubricante y lo esparses por toda tu erección que también esta dura, al igual que la mía.
Te tumbas y me miras con deseo, cuando tomas mi miembro y comienzas a masajear desde la punta hasta el final, de paso acariciando mi tenso vientre.
Mientras que yo soy un mar de gemidos, ante este fabuloso placer sólo clavo mis uñas en tu espalda sintiendo tu miembro en mi estrecha entrada.
─¡Jeon!
Mi grito de éxtasis acompañado de pura felicidad cuando te siento hasta la empuñadura. Los dedos de mis pies se curvan igual que mi espalda, siento mi interior desbordar alegría por tenerte encima de mi.
Mi propio pene clama atención pero todo pasa al segundo plano cuando empiezas esas embestidas lentas y fuertes que hacen mis piernas temblar. Nuestras pieles sudoras y calientes, me estremezco cuando siento tus manos por debajo de mis muslos.
─Eres delicioso...─gruñes y sólo puedo sonreír sin vergüenza cuando pones mis piernas en tus hombros y aumentas la velocidad.
Un grito ahogado vuelve a salir de mi interior cuando das en ese punto. Me haces ver las estrellas.
Más, mucho más
En la habitación sólo el chocar de nuestras pieles de escucha. Una y otra vez más rápido, más fuerte.
Las luces neón hacen que tu cuerpo encima de mio se vea más apetecible.
Sin poder evitarlo tomó mi erección y empiezo a consolarme mientras siento como me embriago en el placer de tus embestidas.
─¿N-necesitado pequeño?
─S-si.
El aliento se me escapa de la boca cuando siento todo mucho más pesado y rápido, mis gemidos y súplicas opacan los demás sonidos morbosos del sexo. Sentir cada embestida me hace sentir vivo, esta sensación que siempre me ha encantado tener me hace sentir más que vivo.
Pecamos por placer.
Me carcajeo un poco cuando te siento salir y me haces la señas con tu cabeza. No haciéndote esperar me acuesto sobre mi estómago y alzó mi trasero hacia arriba moviendolo hacia los lados, provocandote.