Muchas veces me hago la pregunta de quien soy realmente, simplemente aparecí un día diciendo quien soy, recuerdo con claridad todo lo que ha ocurrido en mi vida, pero aún así, no logró encontrar respuesta a mi duda. Simplemente creo que soy Carlisse, o bueno, más bien me gusta que así me llamen, mi antiguo nombre es sólo un reflejo de lo que fue mi pasado, ahora simplemente soy un investigador a servicio del rey. No hay ni rastro de lo que fui antes, decidí enterrar mi pasado, todo quedo en lo que fui y ya no soy, ahora soy quien quiero ser.
Como investigador, mi trabajo es junto a mi equipo resolver misterios que el rey nos encomiende en resolver. El Reino de Latam, aunque grande en extensión de terreno, hay muy poca población actual, por lo que he investigado tiene una relación con la guerra de hielo, que fue hace aproximadamente hace unos 23 años, muy pocas personas recuerdan lo que fue esa guerra y fue una de las que más marcó al Reino, en lo que a mi respecta, ni siquiera había nacido.
Ahora vivo en una pequeña choza a los alrededores del Castillo, junto a mi mentor Sterson, es un hombre bastante mayor, más que todo lampiño, arrugado por el paso de los años, cabello blanco, con un bigote y barba descuidadas. Es bastante recto y amargado, pero a pesar de todo es un buen mentor, siempre busca enseñarme algo y muchas veces también intenta que yo aprenda cosas por mi cuenta.
Un día como cualquier otro, me levanto con un poco más de cansancio de lo habitual, quizás se deba a que ayer estuvimos investigando casos de personas desaparecidas y nos tardamos algo más de lo habitual, hoy se supone que será un día de descanso de nuestras actividades comunes. El día mayoritariamente soleado, pero por desgracia vivo en un lugar que a pesar de estar soleado, siempre hay frío, el calor me gusta bastante más, odio realmente el frío, me causa dolor a mi piel, nunca he entendido el porque lo hace.
Sterson había preparado una especie de desayuno improvisado, no solemos comer aquí, casi siempre cuando trabajamos solemos comer en la taberna de Mau, aunque Sterson cocina bastante bien, incluso de vez en cuando me da uno que otro tip para la cocina. Ese día fue algo ligero, pero me dejo algo lleno, al igual que Sterson, cuando el lo hace normalmente sale a caminar para bajarla, yo simplemente voy al techo a mirar las nubes.
Subo gracia a unas escaleras en el patio, desde ahí puedo ver bastante bien nuestro pequeño pueblo, son casi todas chozas, y lo único que resalta es el castillo, hecho casi en su totalidad de piedra caliza totalmente resistente y fuerte. El techo a pesar de ser de madera y paja, resiste bastante mi tamaño, el ambiente tranquilo me hace tener suspiros de alivio, sumado a que las casas están separadas unas de otras por muchos metros incluso llegando a convertirse en kilometros, me da una sensación de paz y quietud que pocas cosas me dan. Realmente me siento bien de todo, a pesar de todo.
Todo esto fue interrumpido por un sonido en la puerta, a pesar de estar tranquilo mirando las nubes, al estar consiente de la ausencia de Sterson, tuve que dignarme a bajar a revisar que es lo que estaba pasando. Abro la puerta y alguien envuelto en una capa enorme con capucha me esperaba del otro lado, sólo se notaba la parte inferior de su cara, su nariz ovalada perfecta, labios rojos y carnosos, piel morena sobre pasando un poco más allá de color canela, pero no mucho.
-Buenos días, ¿Se encuentran los investigadores?- Hablo la persona con la capucha, su voz se me hacía tan familiar, que era indudable de quien se trataba, intentaba ocultar su tono de voz normal, pero era inconfundible.
-Si, pero sólo estoy yo, ¿Qué se le ofrece?- Respondo, ocultando muy bien la información que se y el no sabe, es decir, simplemente actúe natural.
-Necesito su ayuda, es muy urgente, ¿Puedo pasar?- Se notaba más tenso al decir dichas palabras, como si simplemente estuviera desesperado.
-Claro, adelante- Le invite a pasar amablemente.
El entro en la choza, yo al notar lo que le pasaba a está persona, mire afuera a ver si nadie le estaba siguiendo o era algún tipo de trampa, el simplemente entró y se quedó parado ahí sin hacer mucho, se veía bastante incómodo, así que fui a buscar una botella de vino de Sterson, que el piensa que no se donde están escondidas, le hago un gesto de ofrecimiento pero el me responde con uno de rechazo pero con amabilidad.
-Así ¿Que vienes a buscar aquí?- Le pregunto rompiendo el hielo.
-Necesito que me ayuden a encontrar a ciertas personas- Contestó. -Estoy dispuesto a pagar las monedas de oro que sean necesarias-
-¿Pero de que se trata esto?- recalque mi pregunta. -¿Es como una búsqueda del tesoro?- rio un poco.
-Te daré los detalles cuando hayas aceptado y comprometido con la misión- Dijo de manera firme y sería.
-Está bien, cuenta conmigo y con Sterson, le encantan las monedas de oro al viejito- Respondi, Ni siquiera había dado un precio y ya había aceptado.
-No, sólo te necesito a ti- Seguía siendo firme y recto en lo que decía. -Hay rumores de que a pesar de ser joven e inexperto, tienes una gran capacidad de deducción y eso es lo que necesito en la misión-
-Vaya, es realmente un halago, pero, ¿Cómo estas tan seguro de mis capacidades?- Estaba completamente emocionado, porque alguien reconocía mis habilidades y no sólo mis defectos.
-Después de todo, ya sabes quien soy ¿No?- Respondió esbozando una sonrisa.
-Entonces ¿Será una misión real su alteza?- respondi la sonrisa que el me había dado.
Entonces descubrió su cara, era el principe Cameron, el segundo hijo del rey Cranston, yo lo conocía bastante bien, pero nunca dejaba de impresionarme sus características, sus ojos marrones al reflejarseles la luz del sol se hacía tan claros que incluso podias ver la pureza de su alma, su piel lisa era increíblemente fina al tacto y su cabello negro con rulos que caían suavemente le daban un look cuidado y mantenido con esmero y cariño, era el principe perfecto.
-No, esto es personal- Sonrió. -Saldremos al amanecer del quinto día, prepárate-
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Encadenado por la eternidad con el principe de Hielo
Teen FictionHace muchos años, existio un joven llamado Carlisse que fue investigador de la corte del principe Cameron, ambos tenían una extraña conexión que ninguno terminaban de aclarar. En cuanto al presente, Charleston junto a su novio Cameron comienzan a de...