no es congelhada...
Todos los días pienso que te he olvidado un poco más. Hasta que llegan las 3:00 de la mañana y ahí es donde me doy cuenta que no. Pensé que te había olvidado, porque por la mañana no suelo pensar en ti. Y ahora que lo pienso bien tienen mucha razón cuando dicen mente ocupada no piensa en nada. Pensé que te había olvidado hasta que veo parejas haciendo lo que solíamos hacer... salir, visitarnos, comer, darnos el amor tan mutuo que nos dabamos. Pensé que te había olvidado hasta que entre a mi Snapchat y vi los recuerdos... los grandiosos y famosos recuerdos. Los que me "ayudan" a recodar que alguna vez ame a alguien con toda mis fuerzas por algunos momentos y estuve dispuesta a hacer por siempre. Los que me hacen recordar lo feliz que fui en algún momento, donde los problemas existían pero no eran prioridad. Donde solo éramos tú y yo. Donde lo importante para ti era yo, y lo importante para mi eras tú. Donde no importara, lo que dijera la gente te quedabas conmigo y yo contigo. Donde siempre pensé que lo nuestro sería eterno. Y no tan solo antes de todo esto pensé que te había olvidado. Pensé que te había olvidado, hasta que pase por los lugares que solíamos visitar... por el lugar que nos conocimos... si, ese mismo lugar donde nuestras miradas se cruzaron. Donde nos dimos el primer beso. Donde nos dijimos ese primer te quiero, ese primer te amo. Dicen que tú no puedes autoevaluarte sin haber pasado una prueba. Y lo digo porque qué fácil ¿no? Qué fácil es decir... ya lo superé, cuando no la has o no lo has visto. Pero ven, te reto... te reto a que te lo encuentres de frente y se miren a los ojos fijamente. Y tal vez si, tal vez el/ella ya no sienta nada, porque ya expiró su cariño hacia ti desde el principio. Pero sin embargo tú seguirás sintiendo las mismas tontas mariposas. Y eso es lo que hace diferente el olvido. Tú superas hasta que ves a la persona y dices ¡ya no siento nada! Ni tan si quiera pena.
