PUERTA CERRADA

Era solo una niña. Contaba con 9 años de edad, y era la primera vez que se atrevía adormir con la puerta cerrada. Siempre tubo miedo a la noche, la oscuridad tenía algo que le aterrorizaba. Acostumbrada a escuchar y ver todos los días cosas que nadie podía explicarle, ruidos, cuadros que se caían, sillas que se movían...esa noche era muy importante, decidió ser valiente y cerrar la puerta. Sus padres le dieron las buenas noches, ellos dormían en el cuarto de en frente, un beso y una caricia. Que sueñes con los angelitos, blancos azules y negritos, repetía su padre cada noche. La puerta se cerró, pero la luz todavía seguía encendida,la televisión seguía puesta, una serie o un programa banal, para entretener ala mente. Llego la hora, este era el momento, se dijo así misma, hora de apagar la luz. Primero apago la luz de la habitación y unos minutos mas tarde, apagó la televisión. Fuera llovía, y eso le gustaba, ese sonido hipnotizante de las gotas cayendo, conseguía relajarle un poco. No se tapó, pues tenía un poco de calor, solo las piernas, mama siempre le decía que no podía coger frío, había que ir al cole y eso era sagrado. ¡Lo estaba consiguiendo! La primera vez que cerraba la puerta... que orgullosa estaba, se sentía mayor, durmiendo en la habitación de su hermana, que se había ido a la universidad, este era un momento histórico.Dejo su mente caer, se relajó, aunque no del todo, todavía sentía un poco de miedo. Al fondo, en la esquina de la habitación, una respiración comenzó a escucharse. Parecía que alguien soltara aire muy fuerte, como cuando estas enfadado y nervioso. Ella, con miedo, se quedó paralizada, no podía ser, por qué siempre le tenían que pasar estas cosas... siguió escuchando la espiración, un poco mas fuerte esta vez, tenia un ritmo constante, y no cesaba. Al cabo de un rato,la escuchaba un poco mas cerca, lo que fuera o quien fuera se acercaba hacia su cama, como queriendo decir, aquí estoy y no pienso irme. No podía moverse, solo pensaba, por favor que pare, es solo mi imaginación, que pare. Pero no paro,cada vez lo oía mas cerca, un poco más claro, más fuerte, siempre una espiración.Cogió la sabana y se tapo hasta la cabeza, con los ojos cerrados. Si había algo ahí, no quería verlo, no quería saber que era, ni por asomo. La espiración estaba cerca, justo en la cama, no sabía qué hacer, no podía reaccionar, quería salir corriendo, o gritar, pero como siempre se quedaba paralizada. Era real,lo escuchaba, y lo sentía... la espiración se poso en su cara, esto no podía alargarse más... decidió contar hasta tres, hasta diez, hasta... ¡corre! Salió despavorida dela cama, en línea recta hasta la puerta, la abrió y como una flecha fue directa a la cama de sus padres. Mama se despertó, le pregunto que pasaba, ella solo dijo que no podía dormir, tenía miedo...no podía contarle lo que acababa de pasar.Mama la abrazó y ella se sintió segura de nuevo. No seria la primera ni la ultima vez que algo así, tan aterrador, sin sentido, le pasara. Solo era un día más, una noche más, aquellas vivencias no cesarían.