LOS SECRETOS DE DEMÉTER

MADRE?

llegó por fin el festival en honor a Zeus, Hades nuevamente ha sido invitado, pero no venía solo, su consejero Hypnos le acompañaba muy de cerca hasta parecía su sombra, por más que intentaba acercarme no podía, de la misma frustracion bebí, y me pase de copas, terminando en la cama de Zeus, al día siguiente amanecí con la mirada sinica de Zeus y su sonrisa triunfal.

-sabía que volverías a mis brazos-

no sabía porque pero deseaba marcarle mi mano en su estúpida cara.

-claro, como eres tan gran amante-

enfadada, tomé mis ropajes y me vestí lista para marcharme.

-veo que no era a quién esperabas, acaso Hades fue muy escurridizo?-

dio en el clavo, si bien era estúpido no era ciego.

-me temo que para ti también ha sido escurridizo-

se enfado, era notorio

-no sé a que te refieres-

le sonreí de lado, solo para darle donde más le dolia.

-no soy tonta Zeus, Hades es uno de los únicos dioses que se te han antojado y no has logrado llevar a tu cama, en cambio yo lo logré aunque sea una vez y créeme comparado contigo, fue excelente-

por fin me fui cerrando la puerta tras de mi, pero dentro de mi vientre crecía el fruto de esa noche, sería madre y no de el hijo de Hades, si no el de Zeus.

los meses pasaban, mi vientre crecía, mi soledad se interpretaba en mi sola habitación, hasta que por fin di a luz a una hermosa niña, de cabellos color madre, y ojos impresionantemente verdes como esmeraldas, puse por nombre a esa niña Koré, ya que sería la doncella de mi vida, la niña a la que cuidaría tanto de caer en las mismas tonterías que las mías, la criaría sola, lejos del olimpo y su mugre.

de pequeña era como un pequeño y reluciente rayito de sol, que alegraba mis días, con sus cantos, sus risas y sus bailes, quien imaginaría que esa pequeña pecosa, se volvería una hermosa mujer, pero me encargaría de que si se fuese a casar sería con un buen partido del olimpo, ella quería volar, pero no sería muy lejos del nido, necesitaba un hombre fácil de dominar, quién más que Apolo.