VIII. 𝑹𝒆𝒄𝒖𝒆𝒓𝒅𝒐𝒔.

2.1K 204 44
                                    

Llegó la mañana, los rayos del sol empezaron a molestar lo ojos de una pelinegra, con muchos esfuerzos apenas y pudo abrir uno de sus ojos.

-...Por favor di me qué es una broma...- dijo a regañadientes con su típica voz ronca de las mañanas. Posicionó su brazo izquierdo en sus ojos para que la luz, no los lastimara.

Se incorporó a lavantarse, y estirar todo su cuerpo tronando cada uno de sus huesos. Bostezo con flojera. Se dirigió hasta la cocina y se sirvió un café cargado. Le dió un largo sorbo,suspiro sacando el humo caliente del café por sus fosas nasales.

De un momento a otro el recuerdo de la rubia se presentó en mente. Corrió hasta su habitación recordando que esa chica de tes blanca era su canina.
Giro la perilla de la habitación pero yuzuko no estaba, viajo toda su mirada en la habitación pero no había rastro de ella.
Comenzó hacer el típico chiflido que llamaba a su can cuando solía perderse en el parque.

- Tengo tus galletas favoritas - hablo con dulzura. Conocía a su mascota, sabía que se aparecería en tres...dos...uno.

-¡Galletas!- brinco encima de la contraria así tirandola al suelo.

- ¿Qué tal? - sonrió victoriosa, alzó las cejas esperando una respuesta de la contraria.

- o-oh, hola mei.

(...)

-¿Por qué eres una híbrido? - mei ocupaba la posición de mamá enojada tratando de encontrar una respuesta rápida. Mientas que yuzuko ocupaba el puesto de ser la típica adolescente siendo regañada estando sentada en el sofá.

- hagamos un cuestionario ¿Te parece? - finalizo la chica con entusiasmo.

-¿Un cuestionario?

-Asi es.

- de acuerdo - se sentó a lado de ella con firmeza - desde un inicio. ¿Cuantos años tienes?

- mil ciento dieciocho - concluyó la respuesta con orgullo - suelo aparentar menos.

- ¡What! - se exaltó la chica ante la respuesta de la sabueso pero rápidamente recuperó su postura - ¿Cómo fuiste creada?

Suspiro pesadamente, recordar su pasado no era mucho de su agrado. - Yo vengo de...

Años atrás...

-¡Merezco morir! - Gritaba a todo pulmón con lágrimas en los ojos, la brisa chocaba fuertemente llevándose las lágrimas por los aires.

El público vitoreaba.

Pov. Yuzuko.
El tormento lo seguía hasta en sus sueños, no tenía a nadie, absolutamente nadie, su familia había muerto gracias a él.
Trabajaba como mano derecha de un sicario, una banda muy conocida por tokyo. Mi padre, se había enamorado de su hija, ahuza. En una noche de alcohol embarazo a la hija de su jefe. - Mi padre ya estaba comprometido con mi madre y yo ya había nacido-, Él no quiso hacerse cargo de la responsabilidad otro bebé.
Estaba amenazado con demasiado dinero o simplemente a muerte, pero no tenía lo suficiente gracias a qué lo gastaba con Antros,con mujeres,cervezas, mariguana.

En pocas palabras era un mujeriego alcohólico.

Llegó el día en el cual, estábamos todos en reunión familiar, jugando, disfrutando nuestra compañía. Un señor tocó la puerta, era uno de los acompañantes del jefe de mi padre. Mi madre abrió la puerta pero en ese instante, la golpearon en forma de amenaza por no comprometerse a sus responsabilidades. - ya había nacido mi hermanastro-.

Estábamos aterradas, Arrebato una metralleta mi padre y comenzó a disparar como loco así matando a los otros o dejándolos gravemente heridos.
Nos dirigimos al carro, mi papá arranco a toda velocidad, mientras que otros estaban atrás de nosotras, mi madre insistía en tener una respuesta a todo el desmadre que se había ocasionado.

- ¡Con un carajo responde! - insistió mi madre repetidas veces.

- ¡No es muy peligroso que lo sepas!

- ¿Más que esto? Pusiste a tu hija en peligro, idiota.

Nunca respondió esa pregunta.

De tal desesperación, cayó a un barranco, dejando que mi madre... saliera disparada del carro y yo chocará violentamente mi cabeza con el techo del automóvil , para así torcer su cuello completamente.

Eso fue lo único y lo último que ví. Antes de cerrar mis ojos.

La imagen de mi familia.

En el hospital habían dicho que no encontraron el cuerpo de su mujer, mientras que el mío obviamente murió.
Solo lloraba desconsoladamente, No dejaba de pensar en lo idiota e imbécil que había sido y al mentirles de esa manera tan cruel.
Estaba todo completo hasta que llegó el momento de aventurarse y más con la hija de su jefe.

Llegó el día en el cual encontraron el cuerpo de su mujer, estaba confirmado que había vivido, antes de morir fue violada repetidas veces agresivamente por varios hombres, a tal penetración fue como perdió la vida.
No soportaba es estar así, no merecía nada de este mundo tan bello...Para que naciera alguien tan Idiota y destruirlo como él.

Subió a lo más alto de un edificio y quiso a matarse. Escucho una voz gritar a sus espaldas.

Tratando de detenerlo...

Shō, no lo hagas! - grito su hermana menor ume, quien parecía agitada de tanto correr, treinta y dos pisos era mucho.

- ¡Merezco morir! - iba a dar un paso enfrente pero su hermana lo interrumpió.

- ¡Fue un accidente! - afirmó la mujer con lágrimas en los ojos - puedes cambiar. - dijo.

- El mundo no necesita de personas horribles como yo para destruirlo, además - agrego - nadie me necesita.

- ¡Yo te necesito, hermano!

- Viviré pero me alejaré - condicionó su hermano, se alejo del barranco y se fue abrazar a su hermana con demasiada fuerza.

Fue así como se alejó de toda la gente que amaba, Los extrañaba a todos.
Se sentía tan solo no tenía a nadie con quien compartir palabras.

Solo estaba él y su soledad.

Pasaba el tiempo y cada vez se estaba volviendo más demente.

"Demente, Demente, Demente, Demente".

Pero su cordura no le basto, me revivió.

Más que tu dueña || 𝐴𝑢 𝐴𝑛𝑖𝑚𝑎𝑠ℎ. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora