Epílogo

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    El blanco intensidad se hacia presente en el lugar, una tenue música acompañaba las risas de la gente, que con una sonrisa en sus rostros, bailaban a la par de esa música. El amor se podía palpar en el ambiente, un lugar donde horas antes había ocurrido un hermoso acto, una boda.

— ¿Mi querida esposa me haría el honor de bailar conmigo esta pieza? — pronuncia el castaño resonando la palabra "Esposa".

— ¿Como me podría negar, Esposo mío? — sonreía la rubia con cariño.

   Sus manos fueron entrelazadas firmemente, y con su mano libre, Stephen sujeto la cintura de la chica, tan firme como el momento en el que cura dijo "Ya puede besar a la novia", guardaría esos momentos en su mente hasta el día que deje la tierra. Su sonrisa reflejaba cada sentimiento de amor que podía pasar por él, no podría sentirse más pleno y completo que como estaba.

— ¿Eres Feliz? — consultó la chica.

— Más que nunca — logró decir sonriente.

   Dos meses después de proponerselo, aquí estaban, noviembre sería su mes de la suerte, ya que obtuvo a la chica más linda ante sus ojos.

   Una luna de miel en las Islas Maldivas los esperaba de brazos abiertos, estaban más que ansiosos por alejarse de la sociedad y pasar toda una semana en ese lugar, donde podían descansar sin el reflector de las cámaras.

   Aún recuerdan el día que su relación se hizo pública, ¿Quién diría que en una Comic-con la gente se enloqueceria tanto?. Si, así fue, como en la conferencia realizada cada año en San Diego, ambos decidieron dar a conocer su amor. Los gritos de la gente se escuchaba, alegrandose porque el amor traspasó la pantalla.

   El sol les pegó en el rostro al instante en que llegaron a ese paraíso, no pensaron en otra cosa que no fuera ponerse su traje de baño y lanzarse al agua.

— Me he ganado a la chica más sexy — reveló Stephen al ver a su ya esposa con ese hermoso traje de baño rojo que se compró semanas antes de venir.

   La beso agarrandola de la cintura, mientras él, aún se encontraba sentado en la cama. La posicionó entre sus piernas y la sujeto, sin separar sus labios ni un momento. Sin previo aviso, sujeto el trasero de la chica con ambas manos y suavemente se lo golpeó.

— El último que llegue, paga la cena – apostó al terminar su acción para seguidamente sujetar a la chica de la cintura y tirarla hacia la cama... Eso le daría ventaja.

—¡¡Amell!! Eres un tramposo— reconoció mientras se levantaba de la cama en busca de su esposo.

  Así estuvieron toda la semana, entre escenas divertidas donde les dolía el estómago de tanto reír, así momento fogosos donde ninguno de los dos se limitaba a mostrar su lado más sexy y pervertido. Perfecto para ambos.

   Después de la boda, decidieron comprar juntos una hermosa casa, de grandes proporciones y con seguridad ante cualquier loco que quiera pasarse de vivo. En la sala, ya tenían pronto su gran árbol de Navidad, su primera Navidad después de dos meses de casados.

— ¿Crees que a tus padres les gustará la comida? — inquirió la chica preocupada.

— Tranquila, mi amor. Les encantará, además ellos vienen a vernos a. Están muy felices por nosotros, ellos te aman. — expresaba el chico mientras agarraba de la cintura a Emily.

— Y yo los amo a ellos. Tu mamá es la mujer que quiero llegar a ser algún día — admiraba estaba, en verdad quería mucho a la familia de su esposo, es la familia que ella siempre quiso tener. — Me encantaría que mi madre al menos se interesará en venir.

— Ella te ama, mi cielo. Tu madre es una mujer distante, igual que tu padre. Pero eso no quiere decir que no te amen y no se interesen por ti. Por supuesto que lo hacen ¿o no los viste en la boda? ¿Viste la mirada que puso tu padre al verte entrar con tu hermoso vestido?... Estaban muy orgulloso por ti, estoy más que seguro — apoyó Stephen a su esposa, que lo beso tiernamente después de sus palabras.

— ¿Qué haría yo sin ti? — pregunto al aire, sin esperar respuesta.

  Al estar todos juntos en la mesa, Stephen miro el panorama, vio a su esposa junto a él, con un hermoso vestido azul pegado al cuerpo, con su pelo suelto y una sonrisa que le iluminaba la vida. Entonces entendió, después de tanto tiempo, que la felicidad era algo tan simple como estar allí, junto a su familia y pensando en los años que quedan. Pensando en todas las sonrisas, los buenos momentos, los graciosos y los tristes...pensaba en las peleas y en sus fogosas reconciliación, le esperaba una grandiosa vida, que disfrutaría... Cada segundo.

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Comienzo: 1/03/19
Final: 29/10/19
Edición acabada: 20/03/20

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