PROLOGO
Bueno...Esto parece una escena cliché de algún libro romántico, Nathan y yo solos, junto a una fogata y bajo la hermosa luna... ¿No puede ser más perfecto?, el dulce sonido del viento y las pequeñas luciérnagas revoloteando a nuestro alrededor, Volteo y observo el encantador rostro de Nathan, aun en la obscuridad puedo ver su apariencia que deslumbra, Nathan se acerca a mí, y ya puedo oír la música romántica de fondo, ¡Por fin sucederá! Tendré un momento especial como en la literatura romántica, no puedo evitar acercarme a él, la música romántica se hace más fuerte en mi cabeza, estoy cerca…Tan cerca…Tan cerca y…
-¡¿Qué crees que estás haciendo?!—La voz enojada de Nathan me saca de mi ensoñación--¿Piensas que esto es la escena romántica de algún estúpido libro?—Pregunta enojado mirándome harto.
Y es ahí cuando todo se rompe, la música se raya como si fuera un disco viejo y el dulce sonido del viento ya no es tan dulce, más bien es como una tormenta helada que me congela hasta los huesos.
-Bueno…El ambiente luce perfecto—Trate de justificarme
-¡Oh, sí! Fuera perfecto si en primer lugar, fuéramos una pareja y estuviéramos aquí por voluntad propia siendo esto una playa, no perdidos en medio de un bosque desconocido, lleno de animales salvajes en plena noche de un viernes—Exclamo lleno de sarcasmo mientras echaba mas ramas al fuego impidiendo que se extinguiera.
Y ahí lo recordé no hay forma en la tierra en que Nathan y yo tengamos un momento cliché ni ahora ni nunca, si esto fuera un libro estaría perdida en el bosque con el chico de mis sueños, el me habría dado su chaqueta y como producto de la soledad nos hubiéramos dado un beso. Pero como es la queridísima vida real (nótese el sarcasmo) estoy perdida en medio de la nada con la persona que hice un pacto de sangre de odio eterno (lo se eso no existe pero él y yo lo hicimos). Y no, esto definitivamente no es una historia cliché que se basa en el refrán “Del odio al amor hay un solo paso”, porque entre Nathan y yo lo único que crece cada segundo es nuestro odio mutuo, pero como dije “Si esto fuera un libro”, pero como ven…La vida no es uno.
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" -¿Promesa? -Promesa"
Humor-¡Más te vale que me bajes en este instante!-Le volví a gritar a Nathan furiosa mientras pataleaba por soltarme ya que me tenía cargada en su hombro -Está bien-dijo con sencillez y me tiro al piso sin compasión -¡Qué demonios pasa contigo!- Le grite...