—¿Entonces, cuál crees que sea el arma precisa para ella?.—Pregunta Dante mirando varias de sus armas en la pared.
—¿Acaso importa?.—Respondo mientras siento a Nero en el sofá.
—¡Claro! ¿No dijiste que la ibas a ayudarla?
—Sinceramente no creo que llegue muy lejos.—Ordeno un poco mi cabello antes de voltearme a verlo.
—No la subestimes, tiene un gran espíritu. Viendo sus habilidades creo que debería ser un arma como la tuya, es liviana.
Yo no respondo nada, realmente no tengo ganas de hablar.
—Vamos, ¿Qué pasa? Esa chica se esfuerza por mejorar, apenas lleva una semana de entrenamiento conmigo y ya ha mostrado un gran progreso, aprende rápido. Hoy empieza a entrenar contigo y debemos hacer que esto avance. Pon un poco de tu parte ¿Quieres?
Como odio cuando Dante intenta aparentar saber más que yo.
—Si quieres asegurarte de que esto avance entonces tendrás que ayudar, porque no trataré con ella así nada más.
—¿Qué? ¿Te asusta?
—Claro que no. ¿Cómo podría?.—Desvío la mirada indignado por su comentario.
—Bien, ayudaré. Se que eres pésimo comunicándote con la gente así que te entiendo.
—No soy pésimo, solo no me gusta.—Me cruzo de brazos mirando por la ventana.
—Si, claro, lo que tú digas, antisocial.
—En realidad la palabra que buscas es "asocial".
—¡Ya cierra la boca, cerebrito! Y manos a la obra, Lia ya debe estar esperándonos.
Salimos del local con todo lo necesario.
El discurso de Dante era totalmente innecesario, ya hace tiempo venía pensando y preguntándome cual sería el arma que más se acomodara a las características de ella. Un arma liviana y fácil de usar, una katana era buena opción, así que hice una de madera, obviamente no le daré una real tan pronto. Debo enseñarle lo preciso, aunque no se como hacerlo, jamás le he enseñado algo así a alguien.Después de varios minutos nos encontramos con la mujer. Luce un poco menos animada que de costumbre pero al ver a Nero deja escapar su felicidad.
—¡Nero!.—Dice corriendo hacia aquí.
Yo dejo a Nero en el suelo para que vaya hacia ella.
—¿Cómo estás, bebé?.—Dice mientras lo toma en sus brazos y junta su nariz con la de él.—¿Cómo están, chicos?
—¿Cómo estás tú? Luces algo cansada.—Le dice Dante dejando caer su bolso al suelo.
—¿Ah, si? Debe ser porque no dormí mucho anoche.—Desvía la mirada.—Bueno, ¿vamos a empezar?
—Estoy ansioso por ver esto.—Dice Dante con una sonrisa.—Bien, empiecen de una vez.
Mientras suspiro arrepintiéndome de todo esto, saco la katana de madera que cree y se la entrego.
—Pensé que quizás hoy me darían un arma de verdad.—Dice mientras baja a Nero y recibe el arma.
—No estás ni cerca de estar lista para eso.—Respondo sacando la otra arma para mi.
—Es un largo proceso.—Continúa Dante.—Ya te enseñé lo básico de defensa personal, es solo práctica, y si lo juntas con esto serás experta algún día.
—¡Bien!.—Dice animada.—Gracias de nuevo por esto.
—No es nada.—Dante pone su mano sobre el hombro de ella y le sonríe.—Ahora me llevaré a Nero por allí para que puedan entrenar en paz. No vayas a lastimarlo mucho.
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La misma sangre/ Devil May Cry🗡
Hayran Kurgu~~Un cambio en la historia posándose en el final de Devil May Cry 3~~ •Dante no piensa dejar caer a su hermano Vergil al inframundo, por lo que decide salvarlo justo a tiempo. Aquella acción traerá consigo una vuelta a toda la historia, saliendo más...