Pancita

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En medio de la habitación, sobre la cama, con una luz suave iluminando el lugar, se encuentran dos cuerpos. Uno sobre el otro, sudados, besándose con fuerza y pasión mientras arremeten contra sus cuerpos.

El mayor y con la piel algo morena golpea los muslos blanquecinos del contrario, tornando la piel algo rojiza por el contacto. Un gemido escapa del castaño, arañando la ancha espalda de su acompañante. Aprieta sus piernas, cerrándolas un poco por inercia.

  —Mantén las piernas separadas —gruñe el mayor, tomando las rodillas del castaño oscuro.

  JungKook gime en respuesta, obedeciendo para abrirse de piernas y quedar a merced del moreno. Sus ojos se encuentran entrecerrados, y de su frente resbalaban algunas gotas de sudor por el esfuerzo.

  Vuelve sus manos puños viendo el brillo de lujuria en los ojos contrarios, no pasa mucho cuando TaeHyung vuelve a colocarse sobre él, embistiendo su interior con fuerza y marcando su cuello.

   —A-ah, Tae.

  El menor se hace un manojo de nervios cuando su próstata es estimulada, mordiéndose su mano para evitar soltar gritos de placer. No están solos, los chicos están abajo y podrían escucharlos, llamar la atención y subir en cualquier momento. O peor todavía, alguien de la empresa podría llegar y descubrirlos en esa situación.

  Era totalmente irresponsable tener sexo casual cuando en menos de dos horas debían ir a una grabación, pero JungKook estaba caliente, y él no iba en lo absoluto a retrasar su calentura por una grabación.

  TaeHyung siguió besando, lamiendo y marcando con pequeños chupetones el cuello del menor, asegurándose de no dejar marcas muy notorias para las cámaras. Con frecuencia necesitaban de maquillaje para cubrir los chupetones.

   —Tae, mierda, me vengo —avisó el menor tirando su cabeza hacia atrás, envolvió sus piernas alrededor de la cintura del contrario para pegarlo más hacia él.

  Dejó expuesta su manzana de Adán, la cual fue atrapada entre los labios del moreno con rapidez, quien seguía con su trabajo de embestir contra la entrada del castaño.

  —Ah, p-pues adelante, cariño, después de todo estamos aquí porque alguien estaba demasiado caliente como para esperar, mmmg.

  Espetó el de cabello más oscuro, sacando una risa en JungKook. Siguieron así durante algunos segundos más, alcanzando el orgasmo al poco tiempo. JungKook fue el primero, agobiado con la estimulación en su próstata y su miembro siendo masturbado por TaeHyung, el mayor lo acompañó poco tiempo después.

  Permanecieron así unos segundos, con TaeHyung todavía dentro del menor. Normalizaban sus respiraciones entre suaves besos y caricias, dejándose a sabiendas que no podrían hasta más tarde.

  TaeHyung finalmente salió del interior de JungKook, sacándole un jadeo al castaño. Se quitó el condón y aseguró de atarlo bien antes de tirarlo en la basura, arreglándose un poco el cabello para después tirarse junto al menor.

  JungKook le sonrió, acurrucándose en su pecho como un niño pequeño. Lo miró con una expresión satisfecha y cariño, oliendo el cuello del contrario.

   —Ahora tenemos que bañarnos, o cuando menos quitarnos el olor a sexo para estar algo presentables —anunció el mayor, dando caricias a la cintura del menor.

   —Claro, claro, en un minuto —restó importancia JungKook.

   —Jeon, hablo enserio. No podemos perder tiempo, y con tu rapidín ya perdimos bastante.

  JungKook se separó, mirándolo con expresión indignada—. No me digas Jeon luego de hacer el amor, me hace sentir regañado —dijo en voz baja, con un puchero en sus labios.

Pancita── ⋙TAEKOOKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora