Capitulo 11

39.1K 2.9K 3.2K
                                    



¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Mehgan.

Mi actitud hacia todo siempre había sido ejemplar. Desde muy pequeña había sido muy obstinada y bastante calmada ante cualquier tipo de decisión. Segura, pero reservada al mismo tiempo. Suficiente para controlar una situación sin hacer un desastre. Aquello me había dado muchas recompensas: Presidenta del comité estudiantil cuatro años seguidos sin ningún tipo de mancha en mis antecedentes escolares, entrada a varias universidades prestigiosas con facilidad inmediata y mucha convicción a la hora de hacer algo. 

Aquello había disminuido gradualmente luego del secuestro. No quería admitirlo frente a todo el mundo, pero algo dentro de mi había cambiado para siempre. Mi inseguridad y timidez se habían desarrollado casi tanto como mi nerviosismo crónico. Las pesadillas, las ilusiones, los recuerdos eran parte de un pasado que yo no quería ver de nuevo. Nick era un gran amigo; sin el probablemente me habría quedado estancada en aquella habitación oscura escuchando sus gritos repetirse una y otra vez. Ahora estos sucesos me pasaban factura. Antes sin dudar habría aceptado el ir a una fiesta para hacer algo insólito y arriesgado, ahora solo temía que me alejaran de nuevo de Amber o Marilyn para hacerme daño. Temía. A cada rato temía mas.

Amber había dejado claro que si no quería no tenia que ir a ningún lado, podía quedarme en su casa a salvo junto a Nathan, Kate y Dalton. Yo había estado muy cerca de decir que si, después de todo, mi seguridad se había ido a los suelos luego de saber cuan peligrosa se volvería dicha fiesta hacia el final. Sin embargo había algo que me detenía. Primero que todo Paul había asegurado de que si Sean tenia contacto con Erinias y Corretz entonces sabia quienes eran los Lycans y sabia que Amber y los demás eran peligrosos. Si el llegaba a verlos, entonces no haría contacto con nadie y simplemente se retiraría; arruinando de esa forma toda la operación. 

Lo segundo era que, muy dentro en mi pecho algo me gritaba que dejara de ser tan cobarde y empujara fuera ese miedo que hacia todo aquel ser relacionado con los Corretz una horrible amenaza. 

Tercero; yo quería ayudarles. Estaba metida hasta el fondo quisiera o no. Así que allí estaba; de pie frente a la casa de Kate y Nathan, reposando sobre uno de los dos autos que estaban estacionados afuera.

Habia otra cosa que me ponía nerviosa; los chicos. Cualquier ser humano con dos ojos en la cara se habría dado cuenta que ellos venían de un cuento de príncipes. Tal vez Amber no se daba cuenta, o se había acostumbrado, o simplemente había aprendido a ignorarlo. Daba igual: Esos chicos eran demasiado perfectos para ser reales. Sea como fuere, acababa de llegar de cambiarme en casa cuando Zack abandono la casa y me encontró allí fuera.

— ¡Hola, preciosa! — ronroneo, como todo un galán. Se veía guapísimo.— Estas preciosa, ¿Te has vestido así para mi?

Sentí que me sonrojaba— Gracias, pero no.

Lycans II: ApocalipsisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora