TREINTA

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Capítulo treinta: un juego, solo un juego.



- entonces corrimos muy rápido, Charlie pensaba que escapar era la mejor opción - sonreí mientras escuchaba las anécdotas de la familia de Matt, al parecer todos tenían sus historias y cada uno era diferente

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- entonces corrimos muy rápido, Charlie pensaba que escapar era la mejor opción - sonreí mientras escuchaba las anécdotas de la familia de Matt, al parecer todos tenían sus historias y cada uno era diferente.

- mi amor, era escapar o dejarte, y por primera vez fui egoísta. Perdóname...- la señora que estaba narrando ese hecho sonrió mientras le golpeaba delicadamente el brazo a su marido. Ambos parecían dos niños enamorados, mirándose con algo más que amor, eso solo me hizo sentir consternada. Mis padres se aman, pero siempre supe que se casaron por mi hermano y eso no era algo que mamá había querido con todas sus fuerza.


- es hermoso - su historia fue de odio, amor y traición, todo un drama, bueno cada vida lo es. Pero esto pareció una telenovela. Ella apunto de casarse con un hombre enamorada de otro, y ese otro fue el tío de Matthew que al parecer no era un hombre muy solidario para entregar a la mujer que amaba a otro.


- es melodramático cielo- habló el idiota


quisiera darle un puntapié pero se vería mal, metí una cucharada de sopa a mi boca sintiendo el gusto delicioso de las verduras queriendo pasar el mal rato.


- no, es solo amor. - todos me miraron y me sentí nerviosa al instante, Matt parecía querer romper algo por que se veía tenso y su boca hacia señales raras.


- explícate linda- me dijo una chica a mi lado, que por lo que tengo entendido es la única prima de Matthew.

- ella no tiene por...

- cállate niño, quiero oír lo que tiene que decir Bella - Matthew cerró la boca al instante, mientras yo me sentía morir al ver las miradas de muchas personas sobre mi.


- bueno...- suspiré y observé mi plato en todo momento a la hora de hablar- para mí el amor es eso, melodramático pero eso no importa por qué... es amor ¿no?¿Quién puede decir que amar a alguien tan intensamente está mal si la historia de humanidad empezó con amor? - la madre de Matthew sonreía con una sonrisa enternecedora, me sentía como una cría de cinco años contando su primer día de clases.


- es exacto querida- susurró un hombre que tenía la mano en un joven a su lado, ambos eran prácticamente iguales - hijo mío, tú deberías buscar un joven con los pensamientos de esta chica. Tu madre estaría orgullosa si trajeras a un chico como Bella.


- papá por favor- ambos rieron y yo sonreí un poco, ambos se veían unidos, toda la familia de Matt se veía unida. Era encantador, aún no entiendo por qué a él no le gustaría esto.


- bueno ya es tarde familia, es hora de dormir- Matthew bostezó contagiendome a mí al verlo pareciendo que yo también tenía sueño aún que no era así. Todos asintieron y ambos nos levantamos, no sabia donde estaba mi maleta, aunque había traído pocas cosas eran fundamentales para mi.


- ¿dónde vamos a dormir?


Él me miró enseguida y sonrió un poco de costada mientras se tocaba el cuello, parecía nervioso de repente y no se por qué eso me hacía poner tensa. Era tan lindo pero tan idiota aveces, que solo me daban deseos de golpearlo y besarlo al mismo tiempo.


Bipolar.


Si, puede que sea así pero en mi defensa en culpa de este hombre.


Si claro culpalo.


Esta bien, quizá es mi culpa, por haber aceptado esto. Por ser tan débil y sensible con todo lo que me esta pasando, es mi culpa por sentirme como una maldita niña enamorada de él chico de preparatoria, por gustarme tanto Butler. Por dejar que el se meta bajo mi piel tan solo en días, dejando en claro algo que siempre quise ignorar.


Te gusta desde hace años. Admítelo.


- Bella..- sentí su respiración a mi costado, estaba cerca, demasiado cerca, sentía mis ojos húmedos, llenos de lágrimas. Sabia que quería llorar, pero no de tristeza o dolor. Si no de amargura e impotencia. Al no poder borrar esto que siento.


- me iré acostar, adiós que descansen- me fui de allí dejando a Matt solo mientras me daba media vuelta ignorando el hecho de que no sabia donde mierda estaban mis cosas y donde iba a dormir.


- Cielo espera - déjame sola. Por favor.


Hice oído sordos y caminé más rápido mientras subía las escaleras queriendo perderme en esa enorme casa.


Necesito estar sola, solo unos minutos, lo necesito. Necesito estar lejos de Matthew Butler.






Trató Señor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora