PRÓLOGO
Simpemente se desvaneció. Sus palabras se convirtieron en vapor de cristal, y su última lágrima murió junto a él, junto a su alma.
Es cierto, quizás sea más fácil si os digo de quién hablo. Bien, hablo de Andrew, mi hermano. Andy es, bueno, era un chico sencillo. Su vida siempre me había parecido muy simple, monótona, hasta que decidí investigar acerca de su muerte.