"El atardecer de aquel hermoso día, podía ver tus ojos brillar y sentir millones de emociones. Nunca pensé que este tan deseado momento fuese a llegar por fín, o al menos, eso creo."
En ese preciso instante me despierto, sintiendo el agobio y el sudor por mi cuerpo al haber oído esas palabras como si la vida misma me las hubiera susurrado al oído. No era la primera vez que escuchaba aquella diciendome eso, era reconfortante, como si estuviera en el paraíso, pero nunca consigo recordar lo que ocurre en aquel extraño sueño.
Después de sentir escalofríos por mi cuerpo ante tal voz y tales palabras me dedico a simplemente ponerme lo primero que encuentro en el armario y coger mi mochila mientras escucho la suave voz de mi madre tarareando cuando prepara el desayuno.Todos los días era la misma simple rutina, pero en realidad, no me quejo, ya estoy demasiado acostumbrado a lo que ocurre en mi alrededor, es una vida muy normal y mediocre, como la de cualquier estudiante. Aunque muy de vez en cuando no podía evitar reconocer lo mierda que era mi vida personal, no tengo padre, mi madre llega a fin de mes de milagro y ya de paso cada día voy peor en los estudios, en resumen: soy un desastre.
La única persona a la que le cuento sobre todo esto es a mi mejor amigo Craig, sé de sobra que es la única persona que me escuchará en este tipo de momentos. Y además, todas las mañanas viene tan sonriente que puede animar a cualquiera, incluso a mí.
-¡Laun!- En cuanto pude oír su suave voz llamándome pude concentrarme más y dirigir mi vista hacia él con una clara mirada de adormilado. -Te he llamado tres veces y aún así no me respondías, ¿se puede saber en qué estás pensando?
Obviamente estaba pensando en aquel sueño que tuve por la mañana pero no quería sacar aquel tema de conversación ya que es que solemos tener ultimamente y no quiero que se aburra. ¿Qué excusa podía inventarme esta vez? ¿Qué iba a comer hoy?, no no, demasiado facil. ¿Sobre este nuevo trimestre?, tampoco, seguramente terminará adivinándolo como lo hace siempr-
-¡Laun por favor! ¡Por fín consigo tu atención y no tardas ni un segundo en volver a tus pensamientos!- Colocándose justo en frente mío utiliza su táctica de fruncir el ceño, creo que lo ha hecho tantas veces que terminará con demasiadas arrugas en la frente.
-Perdón perdón...- Una pequeña risa salió de mi boca mientras le miraba de reojo intentando que no se enfadase mucho. -Vas a tener muchas arrugas como sigas frunciendo el ceño.
¡Ahí estaba! Esa tan buscada excusa o cambio de conversación que hizo que Craig se olvidase totalmente de su curiosidad por saber sobre mis pensamientos. No pude evitar aprovechar su distracción e irme a mis clases de pintura que tanto añoraba, eran las únicas clases donde podía expresarme como quisiera. Llegar y poder sentarme en el mejor lugar de aquella aula, poder observar el exterior mientras paso mi fino fincel por aquel lienzo, era todo tan pacifico...tan abrumador.
Me sentía rarmente hoy y decidí continuar con un cuadro que dejé hace un tiempo, estaba totalmente concentrado hasta que mi vista se dirigía hacia otro lienzo que nunca antes había visto- ¿Pero qué coño...? -Era hermoso, tan bien pintado y con una técnica sublime pero a la vez sentía que era totalmente inexpresivo, como si lo hubiese hecho por hacerlo -Supongo que tendré que esperar...- Mi curiosidad estaba mantando mis ganas de vivir (y mira que no son muchas) tendria que esperar a que sonase el timbre.
Una hora y media después
Al poco rato, sonó el ruidoso y molesto timbre,cogí mis cosas para ir rapidamente a dejarlas y cuanto me giro veo una figura negra en frente mío. haciendo que mi vista se dirigiera a esta viendo un chico bastante más alto que yo.
-Perdona pero...¿podrías quitarte por favor...?- Su voz me dejó totalmente inmovil, era gruesa y sonaba un poco cortante pero al final tuve que reaccionar rapidamente y quitarme.
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𝕰𝖑 𝕿𝖆𝖈𝖙𝖔 𝕯𝖊 𝕿𝖚 𝕻𝖎𝖊𝖑
RomansLa vida es una mierda, me es mediocre y repetitiva una y otra vez, pero de repente llegas de la nada para trastocármela. Si Dios existiera habría escuchado mis plegarias de que me llevase de una vez al cielo con Él y así poder despedirme por fín de...