CAPÍTULO 46

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Alex.

Cómo terminamos recostadas en la alfombra de la sala de la suite? La respuesta es sencilla, en cualquier ecuación donde seamos incluidas mi esposa y yo todo terminará de esta manera. Amándonos, tocándonos, probándonos; mi rubia estaba sobre mí moviendo sus caderas, el alcohol estaba corriendo por nuestro organismo, eran las tres de la mañana y no nos habíamos separado ni un poco desde que llegamos aquí. No más que para beber un poco de vino, un poco de champán e ir al baño para hacer pis.

-En qué piensa señora Chapman?- su voz me sacó de mis pensamientos.

-En que te amo... y que ya estoy ansiosa porque veas a dónde iremos...

-Puedo intentar jugar un par de cartas para sacarte información...- decía intensificando su movimiento, estimulando con su rose mi sexo.

-No creo que puedas sacarme ni una palabra Pipes...- le dije apretado su cadera. Ella bajó su tronco para dirigir su boca a mi oído.

-Puedo sacarte un par de OH, maldición, fuck, no te detengas, me vengo...- ella intentaba imitar mi voz y el choque de su aliento con mi piel acertó en su cometido.- E incluso podrías decir ¡Piper joder! Mientras te corres...

-Mmju.- fue lo que pude responderle en un ronroneo.

-Si lo ves? No puedes resistirte amor.- seguía hablando en mi oído

-Qué te hace pensar que me quiero resistir? Este es mi juego favorito Pipes... si piensas que has ganado es porque yo he querido que sea así.- hablé mientras masajeaba la carne de sus nalgas.

-Crees que es así?- pasaba su lengua por mi cuello

-Estoy segura de que es así cielo, jamás ganarás esta batalla.- mis uñas arañaban un poco su espalda.- Ahora recibirás tu castigo, me dejé persuadir hace unas horas pero ya no señora Vause.

Ella se alejó un poco para mirarme con los ojos muy abiertos, su expresión era graciosa porque a leguas se notaba que sus parpados le pesaban; en un movimiento hábil la hice quedar debajo de mí, la hice voltearse para poder tener acceso a su culo precioso. Ella no decía ni una palabra, sé muy bien que quiere esto igual o más que yo, masajeé un poco a la altura de su coxis, también lamí viendo como echaba sus caderas hacia arriba.

-Quieta señora Vause, sé muy bien cómo te estoy dejando, cuando regrese debes estar en la misma posición... sino sufrirá las consecuencias. Okey?

-Si...- dijo con hilo de voz.

-Si qué?- saqué mi lado dominante. Ella soltó una risita captando mi intención

-Si señora.- respondió contra la alfombra.

Caminé hasta la habitación, busqué un par de cosas dentro de mi maleta, caminé de regreso a la cocina lanzando un vistazo a Piper que seguía en la misma posición. Mi niña buena... pensé mientras servía una copa del vino favorito de mi esposa. Tomé un sorbo y caminé hasta sentarme en el mueble a un lateral del cuerpo de Pipes, su cuerpo sintió mi presencia porque la vi estremecerse un poco. Dejé la sorpresa en el posa brazo del mueble y seguía observando a mi mujer; la imagen más caliente del puto mundo. Ella abrió los ojos un poco y me miró bastante afectada

-Disfrutando la vista?- me preguntó

-Totalmente preciosa...- bebí un trago de mi vino.- Hay tantas cosas que quiero hacerle a ese cuerpo tuyo...

-Qué cosas?- ella no apartaba su mirada de mi rostro por lo que no se percató de lo que traía conmigo.

-Establezcamos reglas.- dije cambiando su conversación.- Quieta siempre, no puedes exigir nada, no puedes tocar sin permiso, no puedes intentar aguantar tus gemidos, jadeos o gritos. Habrá consecuencias mayores bebé.

Love is... pain?  | VAUSEMAN 🖤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora