A la hora de salida, Tarik acompañó a Dex por el pasillo y tuvo una nota de nostalgia al cambiar roles con Mitch y dejar que entraran juntos a hacer su hora de detención por el anuncio de su relación. Normalmente era el guitarrista quien lo acompañaba, pero las cosas empezaban a cambiar con cada uno aceptando a otra persona en su vida.
Le hizo un gesto a Mitch para advertirle que lo tenía en la mira y decidió dejarlo ir. Si había alguien que sabía sobre enmendar errores y mejorar como persona, era él. Tenían que poder obtener una segunda oportunidad.
Continuó su camino. Sugerirle a Darren que aprovecharan ese tiempo extra para hacer algo, venía con una fuerte carga: ¿podrían al fin estar a solas? Aún tenían pendiente llevar su relación al siguiente nivel, con muchos intentos fallidos y duchas frías de por medio. De hecho, parte de él sospechaba que el tío de Darren había intervenido sus teléfonos para enterarse de cuando estuvieran a punto de hacerlo e interrumpirlos de la peor manera que se le ocurriera.
No entendía por qué, si Darren no era virgen, ni tampoco existía riesgo de embarazo. Ambos tenían además dieciocho años, ya eran adultos, así que... ¿sería hora de asumir que sólo lo detestaba particularmente?
Al llegar al estacionamiento, divisó a Darren a lo lejos, apoyando la espalda en un costado de su automóvil mientras revisaba su celular sin prestar atención alrededor. Su corazón comenzó a latir más fuerte, como siempre hacía cuando lo veía, e intentó contener una sonrisa mordiéndose el labio inferior. Podría con 12 meses más de duchas frías si era por seguir siendo su pareja.
Apresuró el paso, ignorando que algunos compañeros se rieron de él por ir tan entusiasmado con su novio, haciéndole gestos de látigos y otras cosas por el estilo. También hizo oídos sordos a los gritos de "SON MI OTP" y "LEMON PLS" de su club de fans.
—¡Listo! —anunció feliz al peliverde, acompañado de un beso en la mejilla. El chico guardó su celular y abrió el automóvil.
—¿Dónde quieres ir?
Tarik jugó con la argolla en su labio inferior, lo cual Darren vio de reojo. Había una tensión especial, ambos sabían perfectamente lo que querían hacer, pero Tarik aún no se atrevía a decirlo en voz alta. Buscó justificaciones, como que Darren debía estar cansado por todo el trabajo que le tocaba últimamente y que sería mejor dejarlo para otro día...
—¿Al cine? O a un café quizás... O... eh... ¿algún museo?
En el siguiente semáforo, Darren desabrochó su cinturón y se acercó a él, tomándolo por el cuello de la camisa para atraerlo y besarlo profundamente. —¿Dónde quieres ir? —insistió.
—Algún lugar vacío —confesó Tarik. —Y a prueba de sonido.
Darren sonrió satisfecho, volviendo a su postura de conductor responsable. —Mi casa está vacía —mintió a medias. Necesitaba enviar un mensaje para darles la tarde libre a todos los sirvientes. Sus padres estaban de viaje, como era usual.
—¿Y tu tío?
—En reuniones.
El rubio respiró profundo, obligándose a mirar por la ventana. Ya tenía la cara roja, sentía el cuerpo caliente y miraba el velocímetro como si quisiera matarlo. —¿Cuánto falta?
—Poco. Cálmate —indicó el manager, acelerando sutilmente cada vez que podía. Por supuesto estaba igual de impaciente que su novio, pero adoraba verlo sufrir de esa manera. ¿Estaría mal?
Estacionó en uno de los ocho lugares afuera de su mansión. Tarik bajó de inmediato y prácticamente corrió a la puerta, mientras que Darren hacía todo tortuosamente lento. Sacó su mochila, se la cargó al hombro y se detuvo a conversar con uno de sus sirvientes, confirmando su orden de salir más temprano. También aprovechó de asegurarse de que ninguno de sus familiares fuera a interrumpirlos con una visita.
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La banda: El inicio
RomansaTarik es el guitarrista de la banda y está enamorado de Darren, el manager, desde los 10 años. Para llamar su atención, decide cambiar completamente su imagen: se tatúa, llena de piercings y empieza a vestirse rockero, lo cual le ayuda a reunir conf...