Luego del caos horrible que pasamos a causa del demonio de fuego de la bruja del páramo, Howl y yo decidimos darle un avance a la inexistente relación que ambos formamos desde el día 0, Calcifer prefirió quedarse en el castillo y Michael dejó claro que no se iría pero que saldría mucho tiempo hasta encontrar un buen hogar en donde vivir con Martha al cumplir la mayoría de edad. Al principio todo fue color rosa, Howl me trataba relativamente bien, no salía mucho y se preocupaba del negocio; Calcifer era como un niño hiperactivo, siempre debía mantenerlo ocupado con algo porque vaya lata que me daba, y Michael cada día se esforzaba el doble para lograr aprender mucho de Howl y así entrar a la universidad para sacar su profesión legal de mago, quería ganar un sueldo estable para mantener a Martha.
La situación 'empeoró' al mes, sí, duró poquísimo la calma. Howl salía y entraba cada dos por tres con obsequios y olores diferentes, yo no soy celosa, pero comencé a sospechar; la única que trabajaba en la tienda era yo, Calcifer ya ni me dirigía la palabra por algún extraño motivo y Michael estaba muy metido en sus estudios como para decir algo más que "¡Hola!" "¡estoy hambriento!".
— Son unos mal agradecidos — les murmuraba a mis flores — les doy de comer y así me pagan, un mes ¡un mes le duró lo buena gente! — decía mientras las acomodaba por colores - la tonta soy yo, lo sé, vivir con ese patán, bien Sophie...
— Con que hablando sola otra vez — en la puerta de entrada veo a Howl apoyado en el margen mirándome — no puedo creer que viva contigo
— ¿Qué quieres? — digo molesta
— ¿Así recibes al amor de tu vida? — suena ofendido
— ¿En qué momento fuiste el amor de mi vida? — ni siquiera lo miro
— En el momento en que te encontré perdida y asustada en la calle aparece junto a mí y me susurra en la oreja — no olvides que te amo.
Como si nada desaparece, él sabe que cuando me dice eso me calmo un poco, pero sé que es otro de sus juegos estúpidos e infantiles que tanto detesto, y yo, la estúpida, caigo con los brazos abiertos. Pasé de igual manera el día completo en la tienda, no almorcé nada y no tenía idea si Howl y Michael prepararon comida por lo que decidí cerrar por una hora para tomar un descanso. Entré y Calcifer estaba dormido.
— Ahora no hace nada más que dormir, fuego estúpido, cuando me necesitaba ¡ay que no paraba de hablar! Pero ahora que ya no me necesita no me dirige ni la palabra ¡ni unos buenos días!
— ¡Oye! Te escucho, aunque esté dormido — me dice Calcifer desde la chimenea
— ¡Vaya! ¿el fuego habló? — digo sarcásticamente — debe ser brujería
— Sophie, no seas así conmigo ¿por qué estás tan enojada?
— ¿Por qué? Han pasado días que no me diriges la palabra, ahora más que nunca me he sentido sola, antes cantabas, reías conmigo y ahora nada — me siento en una silla cerca de la mesa —Michael se dedica a estudiar todo el día, lo cual se entiende, y Howl...
— ¿Qué sucede con él?
— Nada, no pasa nada, ese es el problema.
Al final no comí nada en casa, decidí salir a Cesari para ver a Martha y así poder charlar con ella un rato. Caminé lentamente porque energías no tenía, de vez en cuando la gente me saludaba y preguntaba por flores, una que otra ex clienta me preguntaba si volvería con los sombreros; finalmente decidí tomar el bus que me llevaría hasta la plaza, los pies ya no me daban más. Cesari, como siempre, estaba repleto, además de tener tortas espectaculares, las chicas que atienden son preciosas.
ESTÁS LEYENDO
El castillo Ambulante - ¿Qué pasó después? [FanFic]
Fanfiction(Te recomiendo leer el libro para entender mejor la historia, además ¡es buenísimo!) Después de tanta huida, de tanto drama, de tantas mujeres y tantos embrujos, Sophie y Howl decidieron comenzar una vida juntos. Al principio todo es color de Rosa...