{Lo único que importa}

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No sabía ni siquiera porque estaba ahí, prácticamente era abrir viejas heridas. Lo sabía con tan solo ver a la mujer con un hermoso velo y vestido blanco con diseños de rosas frente a su príncipe azul, o bueno, al que alguna vez lo fue.

No iba a quedarse para la fiesta, había sido hipócrita venir, sólo lo hizo porque su novio actual había insistido, aunque, debió quedarse en su castillo, dejar un día que pudo ser productivo para su reino simplemente para apoyar al mayor de los Charming con esta decisión mostraba lo mucho que lo seguía queriendo a pesar de las adversidades, era importante para ella, después de todo.

Si tan sólo hubiese sido menos cobarde y se hubiese peleado por él, probablemente ella sería la que estuviera en el altar con él, y aunque jamás lo pudiese comprobar, quería creer que en otra vida, ella podría ser la indicada. Aunque ella ya lo hubiese dejado ir desde hace mucho, seguía en parte frustrada consigo misma y con su yo del pasado.

—Rosabella Beauty, ¿acepta usted a Daring Charming como su legítimo esposo para amarlo y respetarlo hasta que la muerte los separe? —Fue lo que preguntó Tuck Friar a la joven mientras esta daba una brillante y hermosa sonrisa a su prometido, una que ella le hubiese dado, una pena que ahora sólo le quedaba ver como el hombre que tanto quiso en su momento se casaba con ella, la cual se veía preciosa, con el cabello recogido en un chongo y pequeños mechones cayendo a extremos de su cara, sus mejillas rosadas, el maquillaje con tonos rojizos que enfatizaba sus ojos de color café.

Humphrey notó a Apple aparentemente concentrada en el evento, por lo que sin poder evitarlo tomó la mano de su pareja, ella se impresionó pero, le dio una pequeña sonrisa, una que definitivamente tenía más trasfondo, sabía que lo de ella y Daring había sido intenso por varios años y que en cierto punto las cicatrices seguían sintiéndose a flor de piel, pero se alegraba de que Apple ya lo hubiese superado, ahora estaba con él, y jamás había estado tan feliz en su vida, el futuro se veía brillante, tal y como la novia en el altar.

—Acepto. —Fue lo que dijo la chica morena mientras Daring le sonreía un poco, estaba en parte feliz, Rosabella era una buena mujer, que de verdad se había esforzado porque su relación con él funcionara, sólo, sentía que algo faltaba entre ellos dos, obviamente le quería pero, quizás no tanto como sus viejos amores adolescentes, pero bueno, no le dio mucha importancia, eran amores adolescentes a fin y al cabo, ella era la mujer con la que se iba a casar.

La rubia recordó las palabras de Cupido en la graduación, antes de marcharse del reino para regresar al Olimpo «Si amas a alguien, dilo, sin tener miedo de que sea demasiado tarde, porque ser sinceros con nuestro corazón, es lo único que importa» 

Una pena que ella no haya podido decirlas a tiempo, pero eso ya no importaba, tenía a su novio, el cual le hacia feliz de una buena manera, lo quería mucho y tenían varias cosas en común... y fue en el momento en el que el antiguo compañero de Sparrow en la banda, le preguntó a Daring lo mismo.

— Daring Charming, ¿acepta usted a Rosabella Beauty como su legítima esposa para amarla y respetarla hasta que la muerte los separe? —Daring dio una pequeña sonrisa, algo feliz de que su felices por siempre estaba iniciando, en ese momento, Apple sintió una suave opresión en el pecho, ¿era todo, no? un simple si terminaría con toda una historia, con un final más trágico que Romeo y Julieta.

Las palabras de Raven vinieron a su cabeza «Siempre hay que buscar tu propia felicidad Apple, incluso si te tachen de egoísta por ello, es por lo que uno vive.» 

Ella miró a los ojos al chico que durante éstos últimos dos años la había querido como a nadie, los ojos de color ámbar del chico brillaron apenas la vieron, sabía que era difícil para ella, pero también creía que ella lo amaba tanto como él a ella.

—Si hay alguien presente que se oponga a éste matrimonio, que hable ahora o calle para siempre. —Habló Tuck mientras la gente quedaba en un silencio mudo, Humphrey notó a su pareja de forma extraña, fue cuando los ojos de la rubia reflejaron tristeza, porque se había dado cuenta que había cometido una error y que haría mucho daño colateral pero, no podía simplemente seguir fingiendo.

—Lo lamento tanto. —Le susurró al rubio de lentes, quien quedó estático mientras la rubia se levantaba de su asiento, Daring finalmente giró en si mismo para observar a la rubia con la que desde hacía tanto perdía contacto, no sabía que había decidido venir, mandó la invitación con esperanzas casi nulas de que ella asistiera, y se juró a si mismo que cuando la volviera a ver, no se sentiría de la misma manera.

Pero se equivocó tanto, fue como viajar al pasado en un simple segundo, cuando ambos eran prometidos, donde eran el uno para el otro, y cuando se encontraron por primera vez gracias a la reunión de sus dos madres. La caricia de sus recuerdos lo había dejado petrificado, aun recordaba sus promesas, los leves momentos de celos, incluso recordaba la última vez que la besó como si hubiese sido ayer.

Apple se paró firmemente ante la iglesia, y todos miraban impactados de lo que estaban viendo, estaba nerviosa, y una pequeña parte de ella quería volver a sentarse y no arriesgarse, pero lo hecho, ya estaba hecho.

—Te amo, Daring. —Dijo con firmeza en su voz, hacía tanto que no pronunciaba esas palabras, miró por el rabillo del ojo el rostro de impacto de Rosabella, el de Darling, Briar, Cerise, Blondie y Ashlynn, quienes eran las damas de honor—. Amo todo de ti, incluso las cosas que no me gustan, las amo, te amo y creo que tú me amas también, ¿me equivoco? —Ella tomó todo el valor que tenía, siendo el centro del caos, Daring tenía la boca levemente abierta, la cara de los presentes era todo un poema, la de impacto de Humphrey, Raven impresionada pero con una sonrisa, la de Kitty y Lizzie quienes se reían por lo bajo a causa de ese plot twist, las damas de honor, la novia, y por supuesto, el novio.

Jamás se había sentido tan agitado desde el momento en el que se entero que no era su príncipe azul, al ver el rostro de la princesa, con su rostro cincelado y su mirada llena de miedo mezclado con esperanza, y sentir la mirada de miedo y tristeza de parte de Rosabella sobre la soberana de Ever After, supo lo que debía hacer.

[...]

Las campanas sonaron, las puertas se abrieron, y finalmente, salió la hermosa pareja de la iglesia, corriendo, tomados de la mano y sonriéndose entre si.

¿Qué importaba? ¿Qué importaba si no eran el destino del otro? Poco importaba que él no fuera el príncipe de su cuento, los destinos no existían ahora, por lo que ninguno de los rubios iba a mirar atrás en cuanto a sus acciones, ambos querían su final feliz, y juntos por fin tras tanto tiempo, sentían que éste estaba empezando.

Fin.

Le hice justicia a este Oneshot, lo extrañaba tener publico, ¿les gustó? uwu

Lo único que importa. [EAH]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora