*Adrian Boss en multimedia *
Estamos todos en la sala, mi padre, madre y Jaden. Mi madre y Jaden ya le habían contado todo. En ese momento mi padre agarró a golpes a Jaden, pero no tardé mucho en separarlos, no quería que le haga daño.
Aunque el estaba en todo su derecho.
-No puedo creerlo, ¿Cómo te pudiste acostar con mi primo, Martina? No me esperé jamás eso de ti.- Mi padre estaba sentado en el sofá de la sala con los codos arrimados en sus rodillas mientras sus manos frotaban su cara cada momento. El estaba destruido.
-No lo sé, Mario. No sabes como me arrepiento y sé que tal vez no me perdones. Pero quiero pedirte perdón de todas formas, es lo menos que mereces.- Los ojos de mi madre estaban rojos de llorar.
-¿Lu, irás con Jaden?- Mi padre me miró con tristeza y sólo pude apartar la vista de él, ya había tomado una decisióny mi maleta estaba lista para irme con mi padre biológico.
-Es mi padre, y aunque estoy molesta por lo que hizo no le puedo negar el derecho que tiene como padre. Pero sabes que al que realmente considero mi padre es a ti, estuviste cuando di mis primero pasos, mis primeras palabras, estuviste siempre dispuesto a levantarme cuando caía, tu eres mi padre y siempre lo serás y aunque últimamente las cosas cambiaron y no me das la misma atención que antes te sigo amando.- Las lagrimas empezaron a salir de mis ojos.
No podía seguir intentando ser fuerte. Tenía que sacar lo que llevaba, sacar el dolor.
-También te amo, Lu. Siempre serás bienvenida en esta casa, aunque te vayas.- su voz estaba cargada de tristeza y dolor.
-Gracias, papá.- Me acerqué y abracé fuertemente al que había cumplido con el rol de padre.
-De nada, hija. ¿Cuándo te vas?- se apartó de mi y miraba mis ojos fijamente.
-Me iré en un rato, pero vamos a seguir aquí en el pueblo un tiempo hasta que termine el año. Así que vendré seguido.
-Está bien, ¿Te ayudo a bajar tus cosas?
-Si, por favor.- Le sonreí amablemente y subí a mi habitación.
(...)
-Me siento culpable de todo el dolor, y la verdad es que soy el culpable. Lo siento, Lu.- Iba en el coche de Jaden camino a mi nueva casa.
-No pasa nada, algún día tenía que pasar.- Dolía haber dejado a mi padre, sólo espero que las cosas entre el y mi madre no empeoren, a él no le hará bien estar sólo.
Llegamos a la casa, efa realmente hermosa. Muy moderna y elegante, ¿Qué trabaja Jaden? Está casa debe haber costado mucho dinero.
-¿Te gusta?- Preguntó con una sonrisa.
-Me encanta.- Afirmé.
-Eso es bueno, ven. Te ayudaré con tus cosas.
Luego de un rato de meter las cosas a la casa subí a la que sería mi habitación. Había una enorme cama en medio con sábanas grises y rosadas. Una televisión plasma en frente, las paredes y el suelo blanco. Un tocador con cajones para poner maquillaje. A un lado de la habitación había un espejo de cuerpo entero con luces al rededor de él. El cuarto tenía baño privado y otro cuarto que era el closet. Era más de lo que imaginé, un lado del cuarto no tenía pared, eran ventanas de vidrio y una puerta en medio que daba al balcón, en él había un pequeño living con una mesa de madera en medio.
-Joder.- Era lo único que pude decir, estaba asombrada. Mi habitación era hermosa, toda la casa era hermosa.
-Creo que te ha gustado, deja tus cosas aquí, le diré a Clarissa que ordene tus cosas.- El estaba contento de saber que me gustó la habitación. Estaba más que encantada, pero el sentimiento de culpa por haber dejado a mi padre no me hacía sentir mejor.
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Reinando en la mafia
Teen FictionYo era la típica niña bonita. vivía bien, no me faltaba nada. Mis padres no eran millonarios, pero tenían suficiente dinero para vivir bien. Sin embargo, para mi no era suficiente. Desde que era pequeña amé el dinero, siempre quería más y más. Nada...