Dr. Roderick

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Seguido por ese beso de despedida, abrió la puerta de la habitación y después la cerró con delicadeza, en ese momento mi mente empezó a dar vueltas de que había sucedido en realidad, no recuerdo haberme caído de las escaleras, ni mucho menos desmayarme así como así, no entendía nada, aunque esta no era la primera vez que me sucedía lo mismo, lo consecuente y cayó en mi ignorancia, es que estos sucesos siempre suceden cuando consigo una que otra pista, a veces me dá miedo seguir con esto, y mi corazón dice que paré de investigar algo que puede insignificante, pero mi mente dice todo lo contrario no puedo, tengo el presen...

Fui interrumpida por el toque de la puerta...

-Puede pasar- Exclamé sin saber quién era. Abrieron la puerta muy poco fuerte.

-Buenas noches, dormilona, ¿Cómo estás?, ¿ya te dieron tu biberón?- Preguntó de una forma burlona y sarcástica, típico de Álan.

-Buenas noches llorón, ¿ya te dieron un pañuelo de lágrimas? ¿Sabías que existían?- Respondí del mismo modo que él, al notar de lo cerca que estaba de mí, lágrimas de su rostro casi secas.

-¿Eres una detective? si, estuve llorando, no puedo negarlo, pensé que que pasó algo grave, que te fastidie en vez en cuando no quiere decir que no me preocupes...- Aclaró con un tono un poco deprimido haciendo un ademán en su frente queriendo decir lo preocupado que estaba.

-Tranquilo, llorón, estoy bien no me pasó nada grave, no tienes de que preocuparte, y por cierto, que lindo, el llorón tiene sentimientos ¡es un milagro!- Dije de forma sarcástica.

-Noto el sarcasmo, esto no es gracioso, me tenías muy preocupado- Aclaró con un tono de voz seria mientras cruzaba los brazos.

-Ok, ok, discúlpame por burlarme-

-Está bien no te preocupes, no importa, lo que me importa es que estas bien, y ¿ya comiste? espero que te haya gustado un pequeño mordisco que un pajarito le hizo...-

-¿Por casualidad ese pajarito no es alto, cabello castaño, con mechas amarillas, parece que va al gimnasio, y se va a poner gordo muy pronto por comerse comida que no es suya?- Pregunté sarcásticamente, simulando no saber nada.

-¿Quién te lo ....-

-Mi madre me lo dijo, que no un pajarillo, un ratoncito lo había hecho- Interrumpí seguida de una carcajada.

-Bueno, bueno, tengo que aclarar que tenía hambre esperando que te había pasado-

-Claro, claro, puede ser comprensible, pero no, no he comido, todavía no ha venido mi madre a traermelo- Dije un una sonrisa.

-Sí, me imagino el porqué, mi tía la detuvo un tal doctor llamado "Roderick", venía para acá, me vio y dijo que entrara para ver como seguías, el doctorazo dijo que se iba a a tardar un poco más de lo esperado-

Ese comentario me puso un poco nerviosa, no sabía si lo que iba a hablar con ella era sobre mí...

Os quiero un montón, feliz fin de semana, de lo que queda... uwu

Ten cuidado con lo que descubres...

Yo soy el SecretoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora