•CAPÍTULO 2•

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 LA SORPRESA

Camila

De vuelta a casa después de un agotador día en la escuela, converso con Emi sobre lo aburrida que estuvo la clase de biología el día de hoy, sigo sin comprender del todo cuál es la importancia de la célula si en lo que estudiaré no influye, pero bueno, no queda de otra.

―Es que no entiendo, es completamente innecesario. ―reclamo indignada. ― Te juro que no entiendo de qué me sirve saber los componentes de la célula, además creo que esa profesora no le agrado.

¡Por supuesto que no le agradas Cam! Nunca prestas atención en sus clases, es obvio que no le agrades.

Bueno ya. ―ruedo mis ojos resignada. ―Puede que tengas un poco de razón.

Oye debo dejarte, me juntaré con Mateo. ―me avisa con tono coqueto guiñando un ojo. ―Me dijo que nos encontráramos en la plaza.

Jajajajs okey, te dejo tranquila entonces. ―río asintiendo. ―Y nada de estupideces ¿eh? Que cuando él está cerca te pones muy boba.

Lo intentaré, te me cuidas. ―me sermonea besando mi mejilla.

Cuídate tú, no quiero verte sufriendo. ―le lanzo un beso. ―Pórtate bien y avísame cuando llegues a casa.

Al llegar a casa mamá me avisa que ha llegado una carta a mi nombre, la saludo a ella y al pequeño Lucas que está comiendo su comidita de bebé, tiene tan sólo cinco años, pero según mamá es una copia exacta a mí cuando tenía su edad, ojos claros, cabello azabache y nariz respingona, además de aparentar menos edad de la que realmente tiene. Cambio mi uniforme de la escuela por algo más cómodo como mi pijama y voy a la cocina, mamá sirve un plato de fideos con una de sus salsas extrañas que no me atrevo a preguntar qué tiene esta vez. Papá era quién solía cocinar para nosotros, pero ahora que no está, mamá ha debido de aprender a cocinar y me da pena decirle lo asquerosas que están sus preparaciones.

Mamá me entrega el sobre antes de servir la comida en la mesa, curiosa cojo un cuchillo e intento abrir el sobre, leo el remitente y mi pulso se acelera, es de una de las universidades a las cuales les escribí por sus programas de ingresos especiales. Vengo preparándome hace meses para una posible opción y en mis manos tengo la respuesta de una de aquellas universidades.

Tomo una gran bocanada de aire y con el cuchillo rasgo el superior de la carta, se abre fácilmente y extraigo el papel dentro del sobre, mamá está a mi lado, esperando por mí y apoyarme cual sea la respuesta o el contenido de aquel sobre. Despliego los papeles y leo en voz alta su contenido, mi voz flaquea a medida que voy leyendo.

"Estimada Camila Rodríguez

Nos complace anunciar que ha sido aceptada para postular a la beca de admisión especial, lo que significaría que en posible futuro, usted podrá formar parte de nuestra prestigiosa universidad en la carrera que desee aplicar.

Se despide atentamente,

Florida International University".

Mamá sonríe y me abraza con fuerza, besa mi cabello y susurra lo orgullosa que está de mí y lo feliz que está de que persiga mis sueños. No puedo creerlo, me han seleccionado. Aunque bueno, aún no es nada completamente definitivo, tendré que hacer una especie de prueba especial para comprobar mis conocimientos y de acuerdo con cómo me vaya en esa prueba me darán la beca o no. Según la carta, deberé de presentarme en unos meses más a dar tal prueba, supongo que tendré que viajar a Estados Unidos, a no ser que venga un representante para mi ciudad, pero lo dudo.

Eres luz [Erick Brian Colón]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora