Capítulo 5 (Hades)✔

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Los humanos son seres llenos de perdición, sin duda alguna no actúan muy diferente a como lo hicimos alguna vez los Dioses, pero a diferencia de ellos, nosotros eramos inmortales, ¡Ja! Pobres criaturas inestables.
Con las manos en los bolsillos dentro de un lujoso Armany, observaba la enorme casa en la que viviría como un humano más... Aja, como no, como si eso fuera posible, vamos... Ni siquiera fingiendo ser uno podríamos ser iguales, el que estuviera aquí no significaba que no podía vivir como lo que era, un Dios.
En esta época algunas Ninfas, Dioses, o semidioses, se habían mezclado entre humanos, la mayoría eran personas influyentes algo a lo que los mortales llamaron Aristocracia.

Me bastó visitar a una vieja conocida, ella era "Afrodita" quien tenía una vida llena de comodidades producto de su belleza, en cuanto supo la osadía de mis hermanos, no dudo en ayudarme. Estaba molesta no necesito preguntarlo o adivinarlo, lo sé que por el surco que se forma entre sus cejas.

—No puedo creer que Perséfone viva como humana.

—Afrodita, una vez me ayudaste con una de las flechas de Eros ¿Podrías hacer lo mismo?— sonaba absurdo, pero si ella no me amaba esa podría ser una solución.

—¡Oh Hades! Los tiempos cambiaron, en ese entonces el alma de Perséfone era pura, pero como humana, su corazón es otro, claro que puedo obligarla a que te ame de nuevo ¿Es eso lo que quieres? De ser así no sería ni la sombra de la Perséfone que amaste.

—¿Otro? Mi Reina de Hierro debe ser la misma, no importa cuantas reencarnaciones ocurran, se qué siempre será mi Perséfone.

—Eso espero, en cuanto a tu tiempo en la superficie, puedes disponer de la casa, pese a las diferencias con mi hija Tique, puedo pedir que te asocie en una de sus empresas de tecnología, ya encontraremos el modo en que pagues el favor.

Así fue, ahora soy uno de los socios mayoritarios en dicha empresa, ha pasado ya un tiempo pero mi búsqueda no a cesado, todo lo contrario, cada vez es más ardua, sin embargo pese a eso, no he tenido éxito. Hoy tengo una reunión con una mujer, dueña de un prestigioso local de flores. Tique mencionó una ceremonia de lanzamiento y que necesitaba de los servicios en decoración de dicha mujer. Las labores fingiendo ser un mortal no son de mi total agrado, aunque claro mi pago a la ayuda es esmerarme un poco. En la que ahora era mi oficina ubicada en las torres centrales, sonó el interfon. Luz la humana que me asistía, anunciaba la llegada de la florista.

—Digale que pase, y Luz... No quiero interrupciones.

—Así será señor.

Apoyé los codos sobre el escritorio de cristal para unir los dedos de mis manos, la posición me sirvió de apoyo para mi mentón. La puerta se abrió dejando ver la exquisita silueta enmarcada con la luz de fondo. El panorama me hizo tragar saliva en seco, ese rostro... Esos ojos... Esa boca... Esa mujer es...

—¡Buenas tardes¡ soy Anastasia Onisse, Dueña y Gerente de la Floristería "Gold Rose"





Tique: Hija de Afrodita, producto de su relación con Hermes el mensajero del Olimpo.





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"Te encontraré" © (Hades&Perséfone) #1MGA [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora