Capítulo 1: No es tan sólo una leyenda

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Cuando decidí mudarme a un sitio lejos de la ciudad, donde todo era rodeado por abundante vegetación, me dijeron que solo duraría un día y con suerte, una semana.

Luego de haber fracasado olímpicamente en conseguir un trabajo, decidí venir a vivir a una vieja casa, la heredé de mi abuelo, mi abuelo fue una persona muy influyente en la sociedad de agricultores de esta ciudad que trabajaba para el gobierno por lo que no pagaba impuestos, al menos viviría tranquilo sin tener que preocuparme por los impuestos, pero no por alimento.

Subí la última maleta a mi auto y por fin pude mirar aquella casa en la que viví desde que tenía memoria, mis padres habían fallecido antes de que tuviera uso de razón, por lo que fui criado por mi abuelo hasta cuando cumplí los 15 años, luego él se fue a aquella ciudad lejana y yo traté de vivir solo.

El dinero nunca me faltó hasta que mi abuelo falleció, ya me había recibido de médico veterinario, pero no conseguía trabajo y el dinero comenzaba a hacer falta. No tenía caso seguir pagando los impuestos de esa casa cuando no iba a vivir allí, por lo que la puse en venta.

Con una última mirada hacia el lugar que fue mi hogar hasta ahora, subí a mi auto y emprendí el viaje hasta aquella ciudad, iba a ser un largo viaje de cinco horas. Según mis cálculos, sólo haría dos paradas, una para comer y otra para llenar el tanque de gasolina, las paradas para hacer del baño no contaban.

Luego de haber comido, el reloj marcaba las cinco de la tarde, si me apuraba, llegaría a las siete a aquella ciudad, no quería pasar la noche en un motel ya que quería ahorrar en lo más mínimo. Conforme avanzaba por aquella carretera desierta, podía escuchar aullidos, según mi abuelo, me contaba que en territorios cercanos a aquella ciudad habían lobos, los rumores era constantes por lo que siempre que se oía un aullido era presagio de mala suerte.

Lo ignoré, no iba a dejarme asustar por simple aullido, podría ser un perro, o incluso un lobo, no lo negaba, pero era su naturaleza aullar, no tenían por qué asociarlo a un mal presagio. Cuando vi aquel cartel que daba la bienvenida a aquella ciudad, pude respirar tranquilo, me dolía el trasero de tanto estar conduciendo.

Agradecí haber venido antes a limpiar la casa porque llegué a las justas al sillón, estaba exhausto. La casa era cálida a pesar de ser invierno aunque no lo suficiente para mi gusto, a decir verdad toda la casa estaba hecha de adobe, a comparación de las demás casas que estaban hechas a la antigua, eran casas tradicionales.

Sólo bajé mi maletín donde estaba mi pijama y mis suplementos de aseo. Nunca faltaba el agua, aunque en caso no haya, detrás de la casa había un río donde corría agua limpia y cristalina. Agradeciendo que sí había agua, me di un baño, tuvo que ser con agua fría porque olvidé encender el calefactor, me puse el pijama y fui a asegurar mi auto en el garaje, era subterráneo así no tenía que preocuparme por sufrir algún robo.

Luego de haberme tirado en la cama, me percaté que la cama quedaba justo al costado de una ventana con vista hacia el bosque, la luna alumbraba perfectamente bien como para observar todo bien. Me puse a mirar a la nada mientras pensaba si debía o no ponerle unas cortinas, me resultaría perturbador encontrarme con alguien mirándome dormir.

Mientras pensaba volví a escuchar ese aullido, pero más cerca, no me dio tanto miedo pero sí me senté de golpe por lo cerca que se escuchó. Tomé mi celular para ver la hora y ya iban a ser las diez de la noche, por alguna razón me sentía ansioso y preocupado, traté de restarle importancia y salí del cuarto, decidí dormir en la sala hasta conseguir una cortina, no tenía una buena sensación mirar al espeso bosque por la noche.

Traté de olvidar cualquier pensamiento y me eché en el sillón, cuando por fin estaba consiguiendo el sueño, escuché un golpe por detrás de la casa, luego un aullido de dolor, como si de un perro se tratase, me levanté como resorte con los pelos de punta, cogí una bate de béisbol que compré para adorno y salí a ver, agradeciendo tener una puerta trasera por la cocina, no tuve que dar toda la vuelta a la casa.

Pude oír a algo o a alguien arrastrarse por las hojas secas, cuando llegué al sitio por donde supe que sonó aquel golpe, solo vi una mancha de sangre que iba dejando un camino al arrastrarse, mi corazón latía a mil, pero por alguna razón necesitaba saber qué era, mi subconsciente me dijo que sería un asesino serial deshaciéndose de su víctima, pero ni por esa advertencia pude dar mi brazo a torcer.

La luna alumbraba perfectamente todo sin necesidad de usar una linterna, por lo que cuando pude sentir quejidos cerca a medida que seguía los rastros de sangre, me encontré con un inmenso animal mirándome alerta, si digo inmenso es porque medía como un metro de alto y unos dos de largo, era como un perro o lobo, aunque juraba nunca haber visto uno tan grande.

Noté que sangraba mucho por un lado de su lomo, me quedé quieto bajando el bate de béisbol y pensando qué hacer, por si ese animal saltaba en cualquier momento hacia mí, pude notar que me miraba mientras respiraba agitadamente. Sin pensarlo claramente y sin saber si me podía entender o no, hablé.

- no te haré nada, estás herido…puedo curarte, soy veterinario, mi nombre es Soonyoung - lo vi respirar más tranquilo aunque seguía en alerta – vivo aquí, si deseas puedo ayudarte – le dije nervioso

Pude ver que se acercó cojeando unos pasos y aulló, a lo lejos oí otro aullido, me quedé embobado por lo hermoso que se oyó ese aullido estando frente a aquel animal, era hermoso, sacado de una leyenda.

Pude oír pisadas rápidas en las hojas secas casi cerca, aquel animal emitió un sonido algo suave y aquellos pasos se volvieron más lentos pero seguía acercándose, oí unos aullidos de cachorro y pensé desmayarme al ver a otro animal un poco más pequeño, es decir, media casi igual que el otro pero un poco menos, solo que este era gris y el que estaba herido era negro.

Observé que aquel animal gris llevaba un pequeño cachorro en su hocico, lloraba despacio y al parecer tenía pocas horas de nacido ya que aún conservaba parte del cordón umbilical.

Aquel animal gris emitió un sonido mientras se acercaba con ese cachorro en su hocico y lo puso en mí delante para luego retroceder.

Me di cuenta que aquel cachorro no respiraba bien, su tamaño era grande a comparación de un cachorro de un perro normal por lo que eliminé cualquier pensamiento que me diga que ellos eran perros

- veré qué puedo hacer, debió haberse tragado el líquido amniótico – me quité la bata que llevaba puesta y envolví al pequeño - si prometen no comerme vivo puedo ayudarles, sólo síganme – les dije y fui a mi casa de nuevo, aún conservaba mis cosas de primeros auxilios para animales, busqué un aspirador que tenía y lo encontré, el pequeño debía estar sufriendo por lo que me apresuré

Debí haberme puesto a llorar cuando el pequeño pudo llorar como se debía, ahora podía respirar mejor y lo supe cuando comenzó a buscar a su madre aun cuando ni abría los ojos.

- toma, ya está bien ahora, es común que los cachorros beban el líquido amniótico – le dije a aquella hembra, ella se acercó oliendo a su cachorro y lamiéndolo, luego lo sostuvo con su hocico

Aquel animal negro se había sentado cerca a la entrada. Aquella hembra me miró y se fue despacio, en la entrada vi otro animal negro pero con una mancha blanca en la frente, me miró y tomó con su hocico al cachorro que aquella hembra puso frente a él, pude sentir que me daba las gracias sin necesidad de que pudieran hablar, era el padre del cachorro.

Los vi marcharse pero aquel animal negro no lo hizo, tampoco pudo hacerlo porque estaba herido. Me acerqué despacio y lo cubrí con una manta. El frío comenzaba a aumentar. Primeramente me sorprendió que ese animal se quede pero luego no le tomé importancia.

- me dejas curarte? – le dije acariciando su cabeza, su pelaje era suave e increíblemente cálido

Ese animal emitió un sonido agudo por lo que lo tomé como un sí. Primero traté de limpiar su herida, por el gran tamaño de aquel animal, ninguna venda iba a servir, por lo que con sólo una gasa estuve tratando de cubrir su herida.

El sueño me venció ya que cuando desperté, mi cabeza estaba apoyada sobre el regazo de aquel animal, con razón dormí tan calentito.

- estás mejor? – le dije acariciando su cabeza, ya estaba despierto y me sorprendió que no me haya comido o apartado

Aquel animal emitió un sonido que sentí que era un sí, era sorprendente la manera en la que podía comunicarme con él y entenderlo.

Cuando supe que aquel animal se iba me sentí algo triste, pero no podía tenerlo conmigo toda la vida, era un animal libre. Ya había pasado cuatro días desde que llegó y estaba mucho mejor.

- si me encuentro contigo alguna vez, espero no me comas, y no te hagas daño, pero si me necesitas…estaré aquí – le dije acariciando su cabeza

Ese animal emitió un sonido y acercó su hocico a mi cuello por lo que abracé el suyo, era a lo mínimo que podía alcanzar. Me encariñé demasiado con un animal que obviamente era de naturaleza salvaje.

Lo miré irse y me quedé mirando a la nada, cuando entré de nuevo pude ver un collar hecho a mano y llevaba un dije tallado en madera, tenía forma de colmillo y tenía grabado un nombre en chino, no pude entender pero me resultó muy bonito por lo que supuse que era de aquel animal, me lo puse esperando por si algún día tendría que devolvérselo.

Y ahora que lo pensaba, recordé aquella leyenda que mi abuelo me contó, eran lobos, entonces sí existían y acababa de conocer tres y salvar a uno.


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Y qué les pareció el primer capítulo de esta historia? Esto lo escribí hace mucho tiempo, casi a la par con el Meanie que subí. Estuve haciéndole muchos cambios y quedó finalmente asi. Espero les guste porque desde ya aviso, se llevarán muchas sorpresas con este fic. La pareja principal es SoonHao y habrán muchas parejas secundarias, si no les gusta este tipo de historias por favor no hagan malos comentarios, recuerden que a veces un comentario que parece común y normal para ti, puede llegar a hacer daño a otra persona.

Sin más, no se olviden de darle a la estrellita y comentar que me hacen muy feliz.

Cambio y fuera ✌🐯💕

Mi Manada. Mi Familia - SoonHaoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora