Valor

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Eren

Desperté algo desubicado, lo que no me explicaba el por qué...pero tal vez fue por lo de la noche anterior, para mi es casi imposible recordar cuando fue el momento en el que me quedé dormido por completo.

Casi toda la noche me quedé pensando en lo que me había dicho y en la expedición que se haría hoy, estaba sumergido en el ¿qué pasará?¿qué debo hacer? Al ver la ventana y detectar que pronto se haría tarde reaccioné.

Me alisté y salí de mi habitación, segundos después salió Mika de la suya, me sonrió y tomó mi mano, me zafe de su agarre, la tomé por la cintura para saludarla y después comenzamos a caminar hacia los comedores, a pesar de que ya la Legión lo sabe también hay que ser....prudentes ya que simplemente no es un lugar común y corriente.

Estábamos llegando pero al parecer Annie estaba discutiendo con.......¿Reiner? ¿Qué hace él aquí? ¿Y por qué Annie está aquí en el pasillo?  Se supone que ella siempre se levanta más temprano que los demás y es la primera en estar en los comedores.

Mikasa y yo nos detuvimos a una distancia moderada de ellos, observando y estando al pendiente por si algo pasa.

Annie comenzó a enfadarse más y retrocedió varios pasos mientras que Reiner avanzaba amenazante; Annie soltó un golpe hacia Reiner, pero él lo detuvo y comenzó a torcer su muñeca, era obvio que Annie aún estaba débil por lo de la transformación de la pasada expedición.

No dudé más y solté a Mikasa para ir a ayudarla al igual que ella pero en mitad del camino Armin apareció y golpeó la muñeca de Reiner....no tanto como para lastimarlo pero sí para que la soltara.

- ¿Por qué te metes? -

- ¡¡Porque no voy a permitir que la trates así!! -

Vi como Reiner cerraba su mano en un puño así que corrí y cuando estaba a punto de golpear a Armin yo lo detuve.

- Déjalos en paz -

- ¿Ahora tú? ¡¡Annie tiene que regresar a Mare!! -

- Annie se volvió parte de Paradis cuando otorgó su poder para nuestra ayuda así que no pude volver -

Reiner miró hacia Annie, ella solo asintió con la cabeza y se metió en una de las habitaciones para resguardarse, Reiner trató de sacarnos de enfrente pero no lo permitimos.

- Ya vete Reiner - dije con el ceño fruncido

- Bien -

Se dio la vuelta y se retiró, pero repentinamente regresó y tomó a Armin del cuello de su saco.

- ¡¡Reiner!! - reclamé para que lo soltara pero éste lo goleó muy cerca del ojo para después soltarlo

- ¡¡Ya lárgate!! -  dije de nuevo respondiendo el golpe que le dio a Armin

- ¡Eren! -  escuché a Mikasa pero después de todo, Reiner se fue

- ¿Cómo estas Armin? - pregunté poniéndome a su altura

- Bien, no te preocupes -  se levantó y tocó la puerta donde se encontraba Annie 

- ¿Puedo pasar? -

- S...Sí - se escuchó por el otro lado de la puerta

Armin abrió la puerta y Annie se encontraba llorando, lo cual nos sorprendió mucho.

- ¿Estas bien? -  Annie asintió y levantó su mirada, sus ojos se abrieron con sorpresa y preocupación

- ¡Armin! Fue Reiner ¿Verdad? -  él asintió mientras ella tocaba su moretón  - Lo siento, por mi culpa....-

- No, ni siquiera lo digas, no es tu culpa, no lo digas - dijo Armin interrumpiendo a Annie abrazándola mientras comenzaba a llorar de nuevo.

- Armin, ven, vamos a desinflamar ese golpe -  dije abriendo la puerta

- Sí, ya voy -  ~Por favor ya no llores~  le susurró a Annie mientras se separaba de ella

Miré a Mika y ella asintió para darme a entender de que ella se encargaría de Annie.

Al salir nos dirigimos al comedor y buscamos hielo para poder ponerlo en el golpe que se ponía peor al pasar más el tiempo. El entrenamiento no tardaría en empezar.

Después de obtenerlo nos sentamos en una mesa del comedor y comenzamos a platicar sobre la relación que mantenemos Mika y yo.

- ¿Cómo vas con Mikasa? -

- Muy bien, puedo decir que incluso mucho mejor -

- Que bueno -

- Pero......digamos que hay algo que no entiendo muy. . . bien -

- ¿Por qué? -

- Pues... como eres mi gran amigo, se que me ayudarás o al menos me darás un.....consejo al respecto -

- Claro, te escucho -

Miré hacia al rededor para verificar que no haya nadie más por ahí, cuando lo confirmé comencé a hablar.

- Ayer nos perdimos un poco del grupo y platicamos un rato, me dijo algo que..no sé si lo dijo solo por consuelo o.. -

- ¿Qué fue?  - 

Me quedé callado un rato y me dispuse a preguntar.

- Armin, ¿Tú me crees capaz de lograr cualquier cosa? -  

- Pues sí, tienes el espíritu y el valor para hacerlo, si me preguntas eso...yo en lo personal confío en que puedes eso y más -   sonrió  

- ¿De verdad? -  levante la mirada para verlo

- Sí, te creo capaz, pero bueno, vamos por Mikasa y Annie para no llegar tarde al entrenamiento ¿de acuerdo? -  dejó el hielo en la mesa y se levantó, pero..claramente noté algo que no supo disimular. Un sonrojo al nombrar a Annie.

¿Cambiar?  Sólo por tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora