Hyung, ¡cásate conmigo!, ¡por favor!

Hyung, ¡cásate conmigo, por favor!

Para BaekHyun, ChanYeol siempre había sido una masa de energía andante de pasos torpes y sonrisa de idiota.

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—Hyung, ¡sal conmigo, por favor!

BaekHyun se le quedó viendo al chico inclinado enfrente de él, antes de que éste llegase, había estado teniendo un delicioso desayuno que consistía de un emparedado de crema de maní y un bubble tea.

—¿Disculpa?

El chico se irguió y lo miró determinado, causando un sonrojo en Baek, el cual sin saber por qué había comenzado a sentirse nervioso.

—¡Sal conmigo, BaekHyun hyung! Prometo que voy a hacerte feliz todos los días de tu vida, que voy a hacerte deliciosos emparedados todas las mañanas y que nunca te faltará amor conmigo.

Baek no sabía realmente qué sentir o qué decir a ese extraño de... ¿ésas eran orejas grandes?

—Pero... Ni siquiera te conozco, ¿por qué debería salir contigo?, o ¿a dónde debería salir?, nosotros estamos fuera de la escuela ahora mismo.

El chico de orejas grandes bufó y se mordió el labio, luciendo adorable por unos segundos a sus ojos.

—BaekHyun hyung, he estado enamorado de ti desde la primera vez que te vi, por eso te pido que salgas conmigo, mi nombre es Park ChanYeol, soy estudiante de primer grado, salón B, tengo 16 años y me gusta tocar la guitarra aunque aún no soy muy bueno en ella. Te conozco desde exactamente 6 meses, 10 días y... —el chico paró de hablar para observar su reloj, luego volvió su mirada a BaekHyun y le sonrió— 11 horas con 34 minutos y puedo decir francamente que te amo.

Baek estaba impresionado ante la hiperactividad del pelinegro, al igual que se sentía un poco acosado porque él no recuerda haber visto a este chico antes en ningún momento de su vida y según éste ya llevaba tiempo conociéndolo a él. También se sentía un poco asustado porque el chico no parecía mentir en absoluto de acuerdo a sus sentimientos y le hacía sentir raro que un chico lo amara.

—Vamos, Baek, dale una oportunidad al chico.

Oh, sí, se había olvidado que había estado compartiendo el desayuno con su mejor amigo KyungSoo, el cual lo observaba con una sonrisa un tanto burlona en los labios.

—Pero ni siquiera lo conozco, y él dice que me ama y me conoce pero yo ni recuerdo habérmelo topado en algún momento de mi vida...

—Te topaste conmigo a principios del semestre pasado, tú me ayudaste a encontrar mi salón y me ayudaste a rejuntar mis libros luego de que unos chicos me tiraran al piso.

El chico habló interrumpiéndolo y él tuvo que hacer memoria, observó fijamente al Chan-algo durante un minuto entero, con los ojos entrecerrados y una mano bajo su barbilla, lo escaneó de abajo hacia arriba y viceversa, intentando recordar esos rulos o esas piernas chuecas y largas y finalmente algo vino a su mente.

—¡Oh!, ¡eres el estudiante que se chocó con YiFan y al que le tiraron los libros en su primer día!

Por fin la cara del desconocido le sonó de algo, un vago recuerdo de YiFan, el matón de la escuela, discutiendo con un chico por no quitarse de su camino y luego el chico terminó en el suelo porque el alto lo tiró a él junto a sus libros. Como había visto toda la escena, Baek no pudo quedarse de brazos cruzados y decidió ayudar al chico que tenía la mirada de perrito apaleado más adorable que había visto en su vida.