HANSOL
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Me quedé mirando al médico conn consternación, incapaz de darle sentido a las palabras que él decía. Por suerte, Jeoghan llegó volando en ese momento. Gracias a que había querido su presencia fue que lo llame cuando ansiosamente seguí la ambulancia al hospital.
—¿Qué pasa con Seungkwan? —Jeonghan cortó directo al grano. El médico me miró, pero Jeonghan chasqueó los dedos bruscamente para llamar su atención— Soy el hermano de Seungkwan. Está habla conmigo.
Asentí débilmente a Jeonghan, aliviado de tener al pequeño omega mandón allí para ayudar a llevar la carga.
—Le estaba explicando al Sr. Choi que tu hermano tiene desprendimiento de placenta. Eso sucede cuando la plac...
—Olvídese de todo eso. Voy a investigarlo luego —Jeonghan interrumpió— Díganos lo que va a hacer al respecto.
—Oh, eso es simple. —El doctor dijo con evidente alivio— Vamos a hacerle a Seungkwan una cesárea. —Miró de Jeonghan a mí— Uno de ustedes puede entrar a la habitación, si lo desean. Lo estamos preparando ahora. —Se refirió a la estación de enfermería— Sólo vayan con una de las enfermeras que ayudarán a que ese alguien se cambie y nos vemos allí.
Miré a Jeonghan, perdido en cuanto a lo que tenía que hacer. Jeonghan me miró y se puso delante de mí. Empujé las ganas de encogerme delante del mandón hombre mientras me miraba a los ojos.
—Escucha aquí, Hansol. Sé que estás acojonado en este momento. Y eso está bien. Yo también. ¿Pero sabes qué? Mierda. Tú. Vas a actuar como un alfa de una puta vez y ponerlo dejar tus miedos de lado. Rómpete todo lo que quieras después. ¿Pero ahora? Ahora vas a entrar ahí. Vas a tomar la mano de Seungkwan, acariciar su cabeza decirle que es hermoso y toda la mierda que necesita escuchar de ti en este momento. Yo lo haría, pero no soy el que necesita en ese lugar. Eres tú. ¿Estás conmigo? ¿Puedes hacer esto por Seungkwan?
Asentí con la cabeza vacilante, volviendo poco a poco a mí mismo mientras empujaba el miedo a un lado.
—Bueno. Ahora vamos a ver a una enfermera.
Jeonghan se hizo cargo de las enfermeras, con encanto para que hagan su voluntad. Antes de que lo supiera, llevaba un vestido de papel y unos pantalones de cirugía sobre mi ropa. Tenía una máscara sobre la mitad inferior de la cara y estaba siendo llevado a la sala donde tenían a Seungkwan.
Tan pronto como lo vi, en la mesa con una cortina bloqueando la mitad inferior de la vista, corrí. No hice caso a la vista de ellos que se preparaban para cortar en su abdomen, y en su lugar le cogí la mano. Lo miré a los ojos, nublados por el dolor y el miedo. Todos a la vez, mis propios miedos desaparecieron y fueron reemplazados por una necesidad primordial de proteger y consolar a mi compañero.
Me incliné y toqué mi frente con la suya.
—Está bien bebé. Sé que este no es el plan de parto que esperábamos. ¿Pero sabes qué? Hay cosas que pasan, ¿verdad? Ahora que acabas de llegar aquí y relajate mientras el médico trae a nuestro bebé al mundo. ¿No suena mejor que quince horas de trabajo?
Obtuve una sonrisa de él. Una sonrisa débil, pero una sonrisa, no obstante. Alentado, no dejaba de hablar.
—Jeonghan está ahí fuera, haciéndose cargo como de costumbre. Creo que está nervioso sin embargo. Tuvo toda una conversación conmigo y el médico y no habló en tercera persona una vez.
Seungkwan sonrió a eso y dijo con voz ronca:
—Wow, eso significa que realmente está volviéndose loco entonces.