Mazmorra, 4ª planta (II)

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Eliminar los Enjambres era relativamente lento si lo comparamos con los de las plantas anteriores, pero les servía también para practicar, en especial las habilidades a melé de la elfa.

Finta al Pie resultaba una tanto ridícula contra los insectos, totalmente exagerada, pero había conseguido subirla a 4. Estocada resultaba muy eficiente después de la flecha con Vacío, atravesando a la vez a varios de los que yacían en el suelo, mientras que Daga fugaz rara vez podía eliminar a más de uno, siendo sólo útil para ver a una pequeña hada yendo a buscar el arma.

Daga Sorpresa era medianamente útil, cuando algún insecto se ponía al alcance de sus pies, y la había subido a 7, mientras que Desenvainar era totalmente excesiva para un solo insecto. Tampoco era muy útil Daga Fulgurante, pero, sorprendentemente, si lo era Ataque Serpenteante, pues podía eliminar a varios de ellos consecutivamente.

Aunque sin duda, aparte de Vacío, los más eficientes eran los hechizos Barrera Ciclónica y Toque Purificador. Este último había subido a 7 desde que habían entrado al laberinto, y no había sido el único.

Sol estaba en 4, pues a veces lo usaba en lugar de la lámpara, en parte también para subirlo de nivel. Tornado en 7, pues lo había ido probando y usando aquí y allá. Vacío en 8, habiéndose convertido en un hechizo muy útil. Y también la habilidad Alarma había subido hasta 4.



–Hay muchos, más de diez, pero están muy separados– informó la elfa.

–¿Entonces probamos con el viento?– sugirió su hermana la táctica que ya habían discutido antes.

–Debería funcionar. Si no, usaremos Tornados para retroceder.

Es cierto que no eran muy peligrosos, pues tanto sus defensas como su armadura, o Barrera Ciclónica, eran muy efectivas contra los pequeños ataques, pero diez grupos a la vez podían ser demasiados. El ataque conjunto de tantos de ellos debilitaría rápidamente la barrera, y los pequeños daños se irían acumulando, además de que eran demasiado rápidos como para escapar de ellos.

Sin embargo, confiaban en la táctica que habían planeado, y que ya habían probado con éxito contra uno solo de ellos.

La lince se adelantó, atrayendo la atención del primer enjambre, luego del segundo, y del tercero. Llegó al cruce, atrayendo también a los que estaban en los otros túneles, y dirigiéndose a uno lateral.

De repente, se encontró con que no había salida, pero lejos de preocuparse, sonrió, o al menos eso sintió su hermana. Los insectos estaban distribuidos por todo el túnel, pero no se abalanzaban todos a la vez, como si algo les prohibiera agolparse demasiado, en contra de los deseos de ellas.

La arquera apareció en el cruce e invocó Tramontana. Un fuerte viente inundó el túnel, suficientemente fuerte como para arrastrar a los insectos de maná, pero no a la felina. Ésta corrió hacia la elfa venciendo la resistencia del viento, mientras que los insectos se amontonaban en la pared del túnel, el objetivo perfecto para Pilar de Luz.

Sin poder moverse y convenientemente agrupados, ninguno de ellos pudo escapar del alcance del hechizo, que acabó con todos ellos.



Habían pasado tres días recorriendo los túneles. Tramontana, Sol y Golpe de Viento habían subido a 5, este último como una versión menor y rápida de Tramontana. Estocada estaba ahora en 8 y Barrera Ciclónica en 9.

Además, habían subido las dos al nivel 25, desbloqueando Abismo de Viento, una trampa que se activa al pisarla, generando un fuerte y peligroso viento cortante. La superficie que abarca es de un metro por un metro, aumentando en medio metro por cada nivel de afinidad. La tenía en 3, y resultaba muy eficiente contra el Enjambre, una vez se conseguía atraerlo.

Y la habilidad desbloqueada, MultiEstocada, también resultaba muy útil contra la multitud de pequeños insectos, ya que consiste en una serie rápida de estocadas, creando un gran número de pequeñas heridas, o alcanzando a muchos de objetivos, hasta veinte de ellos a nivel 10 de afinidad, que era el suyo. Era una de sus habilidades cuerpo a cuerpo preferidas en el juego.



Ahora estaban recorriendo otro túnel, tras haber acabado con varios enjambres, cuando Goldmi frunció el ceño, tras una Detección de vida.

–Hay muchas presencias, pero bastante más fuertes que las otras. Debe ser el jefe. No detecto de las pequeñas.

–¡Ya era hora de encontrarlo! ¡Echemos un vistazo!– se alegró la lince, como si no hubiera escuchado el tono de aviso de su hermana.

Se acercaron a la entrada del túnel, encontrándose una vez más con una amplia caverna. Allí podía verse el paso a la siguiente planta, sobre el cual se encontraba un insecto de un metro de largo y medio de ancho. En sí mismo no parecía muy intimidante, pero no estaba sólo. Cientos de insectos volaban sobre él, representando su número un peligro real.

Los miraron con el rostro muy serio. A diferencia de otros jefes, aquel Enjambre jefe podía perseguirlas por los túneles, y no era fácil enfrentarse a tantos de ellos a la vez.

El efecto de Barrera Ciclónica no sería tan fuerte contra aquellos insectos de mayor tamaño, y no podrían matar a cada uno de ellos con tanta facilidad como con los pequeños. Cada uno representaba una batalla no demasiado complicada. Juntos, un peligroso desafío.

Estuvieron un rato discutiendo cómo afrontar aquel enemigo, cómo enfrentarse a tanto de ellos juntos. O cómo escapar si se ponía complicado. Acabaron creando varios planes, sin estar seguras cuán efectivo sería cada uno de ellos.

Así, la lince se quedó junto su hermana mientras esta disparaba tres flechas mediante Tres mejor que una. Una era normal con Toque Purificador, la otra de maná y la última de viento. Las tres estaban mejoradas con Flecha Penetrante, y una de ellas tenía Vacío.

Impactaron cada una de ellas contra uno de los insectos. El efecto de Vacío fue apreciable, pero no muy espectacular. Los más cercanos se vieron atraídos hacia el punto del impacto, aunque no llegaron hasta él. Aquello significaba que podían usarlo para distraer o molestar, pero no como arma definitiva como habían hecho hasta entonces.

Los tres insectos fueron fulminados, lo que demostraba que no eran muy poderosos individualmente, pero era evidente que no podían acabar con todos ellos así. En especial cuando habían sido alertados por el ataque, poniéndose la mayoría de ellos en movimiento, en su dirección.

Regreso a Jorgaldur Tomo II: la arquera druidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora