Esto ya no podía seguir así, pensó Ray, mientras miraba el techo de su habitación.
Y es que, desde que tenía memoria y uso de razón, había estado enamorado de su mejor amigo, Norman. Claramente pensaba callarse sus sentimientos, con tal de no incomodarlo además de que, Norman gustaba de Emma.
Y eso pensaba hacer, hasta que un día quedaron solos en el salón de clase, obviamente porque debían hacer la limpieza. Y pese a la insistencia de Emma por querer ayudarlos, ambos le dijeron que sería para la próxima que saldrían.
Ray optó por concentrarse en hacer los quehaceres lo más rápido posible con tal de ya no estar a solas con Norman, no le ayudaba mucho eso, menos el que tuviese sentimientos por él.
Y tampoco ayudaba el hecho de que Norman se le acercase demasiado.
Cuando finalmente había terminado y se disponía a irse, Norman le acorraló con la escoba, cosa que lo hizo mirarlo con confusión; él solamente sonreía, sin quitarle la mirada de encima.
Como un depredador a una presa.
- Norman, ¿Qué haces?
-Eso mismo quería preguntarte, Ray. – el simple hecho de que lo mirase tan directamente a los ojos, le daba mal presagio. Como si estuviese mirando a través de él. – Has estado actuando raro estos últimos días.
-Y tú lo estás haciendo ahora.
Norman solamente sonrió.
- ¿Estás ocultando algo?
Ray le quitó la escoba de la mano, siendo ahora él quien le acorralase. Norman lo miró con sorpresa, además de sentirse intrigado por lo que pudiese ocurrir; Ray sentía que explotaría si esto seguía así, por lo que, prefirió alejarse.
- ¿Ray?
- ¿Realmente es importante saber qué estoy ocultando? – preguntó, saliendo del salón con las escobas en mano. – Deberías irte antes de que anochezca.
- ¡Espera, Ray! – le detuvo, tomándolo de la mano, algo que tensó al pelinegro. No pasando desapercibido por el albino. – Yo necesito... Necesito que me escuches.
Asintió, sin verlo. Tenía miedo de exponerse más de lo que ya había hecho; Norman enrojeció un momento, para después suspirar y sonreír, tímidamente.
-Sé que suena extraño, pero es la verdad... Me gustas, Ray.
Cerró los ojos de sólo recordar ese momento, realmente, no podía ser eso.
A Norman le gustaba Emma. Y tal vez, a Emma le gustaba Norman.
¿Cómo podía ser que de un momento para otro Norman gustara de él?
Lo que le respondió fue que solamente se hallaba confundido. Con esa respuesta, claramente rechazó su confesión, pues tenía miedo.
Era un cobarde.
Debía admitir que lo había hecho feliz por un momento, pero el pensamiento de que él pudiera usarlo, le hizo poner los pies en la tierra; porque, aunque no le gustase eso, era una realidad.
Su mejor amigo, era un mentiroso.
Pero esta vez iría hasta él y le preguntaría:
¿Qué es lo que quieres exactamente, Norman?
Shiper.
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Youngblood | NoRay
Fanfiction[Drabble/AU Escolar] ¿Qué es lo que quieres, exactamente?