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¡¡¡Holaaa, tu querida anónima volviooo!!!

La imagen de ti con Eunji abrazados mientras se daban besos y se miraban enamorados, termino de romper mi corazón débil.

Sentí celos y envidia.

Quisiera ser yo quien te abrace, quisiera ser yo quien te bese, quisiera ser yo quien te dijera miles de cosas lindas, quisiera ser yo quien te tomé de la mano y quisiera ser yo la dueña de tu hermoso corazón.

Pero vamos hacer realistas, ¿quien estaría con una chica que envía cartas anónimas?, pues nadie.

Ayer vi como tomabas mi carta y la tirabas a la basura, debo admitir que eso me dolió y me rompió el corazón, sentí muchas ganas de llorar en ese momento, lo bueno es que Miyeong y mi mejor amiga estaban para consolarme mientras lloraba, ellas liberaron esas ganas enormes de romper en llanto pero no pierdo la fe de que sigas leyendo mis cartas.

¿Has escuchado IDFC de Blackbear?, pues es así como me siento ahora.

Mis mejores amigos y mi hermano con su novia me dicen que deje de escribirte cartas, que debo despejar mi mente y conocer a más personas  especialmente chicos pero... ¿quien puede controlar el corazón de una chica enamorada?.

Sí, Renjun estoy enamorada de y me di cuenta el día que me enteré que Eunji y tú eran novios, sentí mi corazón partirse en miles de pedacitos, mi ánimo bajo, no tenía apetito y quería estar sola. Llore todo ese día en mi habitación y fue que me di cuenta que lo que siento por ti es algo más fuerte.

Creo que tomaré las recomendaciones de mis amigos y hermano, aunque dudo en encontrar a alguien que me haga sentir todo lo que siento por ti. Entonces pensare si aceptar las ideas de mis amigos o no.

Cuidate Renjun.

-N.H♡

Golpeó mi cabeza contra el casillero antes de dejar la carta en esté, ¿será que tengo que aceptar las ofrertas de mis amigo?

Quizás si, pero aún así no quería dejar mis sentimientos de lado por Renjun.

Con la mirada en el suelo continuó mi camino al jardín del colegio a paso lento. En repetidas ocasiones mordía su labio fuerte para evitar llorar en el pasillo.

Llegó al patio, me siento bajo el mismo árbol de la vez anterior y recargo mi cabeza ha este mientras miraba el cielo era un día hermoso, la primera lagrima baja y de esa sola miles más la siguieron mojando por completo mis mejillas.

Pero no estaba consiente que el chico que le gustaba se encontraba viéndola a lo lejos con sus amigos, cuatro chicos viéndo con cierta preocupación a la pequeña Na Hyerim llorar.

Puesto que todos la conocían por su  personalidad alegré y sonrisa radiante.

Renjun por dentro, muy adentró, lo único que quería hacer era correr hacía ella y abrazarla hasta que sus brazos se cansaran.

Cartas | Huang RenjunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora