La libertad no habita lo que queremos, habita lo que hacemos.
Me juzgaron tanto, que el día que abrí las piernas, me garché casi todo.
La admiración es el tesoro escondido de la envidia. Así como el odio, es amor.
Vos me hablás de libertad, porque no sos libre.
La libertad tiene un costo, que se llama riesgo. Y el riesgo tiene miedo. Ese miedo, somos.
Bienvenida sea la ola, cuando no te quedas saludando.
Bienvenida sea esa arena, que te sacas del culo, por haberte arriesgado.
Pierde el control el dueño, que no revela.
Se levanta la tierra cuando algo no le cierra. Y así, nacen las sierras.
Lloro toda colisión mundana.
El mundo se me acerca, ya no me juzga por ser como él.
Salgo a celebrar mis quiebres, que, burgueses, están a salvo.
Soy libre, amando a un ser que no me quiere en su celda. Se asusta, siente.
Duermo y despierto libre en un cuadrado, de un departamento, adentro de un edificio, en un barrio, de una ciudad, que está en un país, de un continente, que está afuera y unido.
Soy dolor.
Angustia.
Noche.
Motor.
Noticia,
Bala,
Hambre.
Mensaje.
Cuerpo.
Dudas.
Miedo.
Persona.
Conciencia,
Memoria.
Se revela lo que revuelve las tripas, y sale vomitado.
La libertad es todo aquello que nos tiembla.
Soy invisible, existo.