Amar Te Pone A Prueba

1. La familia Virgo

...

La familia Virgo.
Mi padre me habló de ellos, me dijo que el señor Shijima Virgo es dueño de una empresa de exportación y de mano de obra en la India y que su empresa familiar ha tenido mucho éxito comercial manteniéndose con buenas cifras desde hace unos buenos años. Tiene un hermano menor llamado Asmita que es accionista en su empresa y que solo se interesa en negocios y proyectos que el considera aptos para él y sus socios.
Personas realmente importantes para esta noche, no me puedo imaginar cómo mi padre pudo siquiera acercarse a ellos para proyectar un negocio en conjunto; yo por otro lado a diferencia de papá, me gustaría poder socializar con normalidad pero no soy bueno con eso, porque soy algo tímido.

Escuche decir a papá que el hijo del señor Shijima es realmente serio pero que era un buen chico, se llama Shaka. Es completamente un desafío difícil poder hablar con alguien así, creo que esto será más difícil de lo que creo por eso le pediré a Kiki si podría hablar por mí hoy.

La cena sería dentro de 4 horas.

Era mi oportunidad de hacer un nuevo amigo o en lo que a mí respecta un "amigo" como algunos conocidos le llamarían a un futuro socio. Sinceramente no sabía si la idea de mi papá sobre ayudarme a socializar con los hijos de sus socios era para realmente ayudarme a conocer personas nuevas o solo para beneficiarlo en sus negocios. Como sea, era ganar para ambos.

Aldebarán Taurus podría decirse que es una excepción a esa idea mía, ya teníamos unos 9 años de conocernos era un amigo genuino para mí. Es brasileño una gran persona que desborda confianza y seguridad, lo considero mi mejor amigo cuando nos encontramos podemos hacer de todo sin aburrirnos, me ayudó a quitarme esa idea de que no podría superar los abusos que viví por muchos años e incluso me ayuda de vez en cuando a escapar de la sobreproducción de mi papá. Un día entero nos fuimos junto a Kiki a una de las tantas y hermosas playas de su país un día que mi familia estuvo ahí por negocios, fue un día muy divertido en muchos años.

A diferencia de una de mis amistades por negocios está Saga Gemini a quien conozco desde que tengo 12 años, es súper amigable y desborda una gran personalidad.
Es de Grecia y es 5 años mayor que yo, tenía 17 cuando lo conocí. Yo era solo un pequeño niñito al lado de un adolescente a punto de entrar al mundo de trabajo arduo según como mi papá le decía. Nos vemos más seguido por unas horas desde que nuestros papás cerraron un contrato entre ellos y otros socios. A veces me pregunto cuántas veces digo la palabra socio para dirigirme a las personas que suelen frecuentar a mi papá.

Últimamente me he estado sintiendo algo mal, mi papá me llevo al hospital y me diagnosticaron anemia. Cuando mi papá se enteró decidió vigilar mi alimentación si ya de por si me vigilaba ahora me tenía un ojo suyo encima todo el día. Solo decidí contarle de esto a Aldebarán y a Saga, Alde dijo que un día que volviera al Tíbet llevaría de sus mejores platillos y me los prepararía el mismo, por otro lado Saga decidió apoyarme también el tanto como mi padre se preocupa por mí.

—"Saga no es necesario, puedo hacer eso."

—"Tranquilo, yo solo quiero ayudarte borrego."

Saga me puso ese apodo cuando cumplí 11, "borrego", me parece algo cursi pero así lo acepto, total no le veo lo malo. Me alegra en parte que ambos se preocuparan de mi pero jamás logro evitar que alguien exagere.

Gracias a su atención me he estado sintiendo algo mejor, salir de un cuadro severo de anemia no es nada sencillo.

—Mu, ¿podríamos salir a algún lado?— Mi pequeño hermano Kiki entró a mi habitación tras tocar la puerta.

—¿Salimos a comer algo?— A él le encanta salir de casa de vez en cuando, muchos que nos conocen a ambos dicen que Kiki es casi una copia exacta de mí de niño.

—Si, vamos Mu.

Normalmente le pido permiso a papá, pero salimos a escondidas algunas veces y creo que el día de hoy podría ser una de esas veces.

Kiki, amo consentirlo. Como aún es un niño, él no llego a conocer a nuestra mamá, pero tampoco era para tanto, ella algo rara andaba con unos amigos y siempre llegaba tarde a casa, no sé exactamente como sucedió, pero ella se fue después de concebir a Kiki, no la vi de nuevo, tampoco papá me dijo nada de ella, estuvo ahí para mí para calmar esos momentos. 

Casualmente mis amigos decían que parecía como una madre, esa libertad de llevarme con los más pequeños era algo que heredé de ella, ya que me llevaba muy bien con los niños, algunos se burlaban de mí pero cuando si tenía voluntad de defenderme no dejaba que se metieran conmigo menos con Kiki. Habían algunas veces en las que me parecía a mi mamá, según lo que decía mi papá ella era algo seria y cortante, pero solo duraba como 5 segundos el estar enojada, ya que en el fondo era alguien agradable y decidida.

Un llamado de Kiki me saco de mis pensamientos.

—¿A dónde vamos Mu?— Además de travieso curioso así era este pequeño.

—Iremos a comer y de ahí a pasear tal vez a un parque. Debemos regresar a tiempo, ¿te parece?— Lo llevaría a comer no muy lejos de casa y el parque está cerca.

—Sí, ¿pero papá no dirá nada?— Como dije, curioso.

—No creo, si no le decimos nada— Me gusta ser algo rebelde aveces, pero no todo el tiempo. Kiki asintió e hicimos un gesto muy nuestro de guiñarnos el ojo si sabemos que hacemos algo que no debemos.

Aunque pensé mucho en contarle la verdad a papá que pasearía con Kiki un buen rato pero al final nos descubrió a mitad de nuestro escape, terminó dándonos permiso y salimos al parque. De ahí fuimos a comer obvio Kiki me andaba cuidando con lo que como, normalmente no como mucho, ni siquiera la cuarta parte de mi comida y ya no tenía ganas de comer, pero por Kiki y su preocupación me acabo todo.

—Estuvo delicioso— Como casi todo el tiempo, nos pusimos a hablar un buen rato haciendo chistes de como podría caerme de la escaleras por distraído o de qué tal vez Kiki le gastaría una broma a alguien en la cena. La tarde pasa muy rápido cuando en serio pasas tiempo de calidad con alguien.

—Si bueno deberíamos volver a casa, papá se preocupará—Se nos fue el tiempo solo en comer y bromear así que tan rápido como llegamos, nos fuimos.

—Okey voy al servicio un rato— Al levantarme de mi asiento mi cabeza daba vueltas, no se porque de la nada un mareo llegó, pero algo que si sabía era que debía ir corriendo a un baño.

—Está bien te espero aquí Mu.

Luego de comer así algunas veces llegaba a vomitar, me empezó a doler por debajo del abdomen ya no resistí y me fui al baño a devolver todo. Muchas veces en el pasado solía saltarme comidas lo que provocó mi anemia además de un posible caso de gastritis según me dijeron los doctores, si esto era el inicio de esto no me imaginaba cómo sería más adelante. Escuché que tocaban la puerta.

—¿Mu eres tú?— Era Kiki.

—Si, ahora salgo— Las náuseas y el dolor no paraban y devolví el desayuno también, escuche a Kiki preguntándome que ocurría cuando ya me paso me limpie y salí. 

—Mu, ¿qué ocurre?— Sonaba algo preocupado. —¿Estás bien?

—Si ya estoy mejor— Traté de calmarlo explicando que algo que comí pudo haberme hecho daño, ni siquiera yo tenía claro si eso era cierto o no.

—Vayamos a casa hay que decirle a papá.

—Tranquilo ya pasó, no pasa nada.

Luego de enjuagar mi boca volvimos a casa lo más rápido posible pero para preocupación mía y de Kiki nos demoramos más de lo que papá nos permitió y tengo entendido que nos regañaría.

—¡Se puede saber por qué llegan a esta hora!

—Papá hubo un pequeño problema, se nos pasó la hora-

—¡Mu se puso mal y vomitó!— Quería hacerlo sonar menos mal de lo que sonó pero no pude Kiki lo dijo tan alarmadamente que hizo que papá se preocupará, lo que yo no quería. A recibir un regaño o esperar lo que veía después, prefería el regaño.

...

➷𝐂𝐚𝐦𝐔𝐬