Cuando bajó del autobús, bajo la fresca brisa primaveral, sus ojos se cerraron, respirando profundamente. Su mejor amiga consideraba que aquello era una auténtica locura, pero su corazón le pedía a gritos que lo hiciera. Realmente necesitaba conocer a ese chico con el que se había pasado meses hablando y riendo. Le daba miedo que a la hora de la verdad no se sintiera atraída físicamente por él, no quería estropear aquello tan bonito que tenían. Aún así, necesitaba confirmar todo aquello que sentía por él.
Cuando salió de la estación de autobús, fue a sacar el móvil para llamarlo y saber dónde tenía que ir. Pero unos fuertes brazos la abrazaron desde atrás. Una respiración lenta y profunda le hizo cosquillas por atrás del cuello.
- Hola preciosa – la voz fue tan profunda y vibrante que calentó su ser desde lo más hondo. Se giró y vio unos ojos color chocolate que la veían con mucha calidez. Frente a frente, la volvió a abrazar tan fuerte que pensó en él como si fuera un osito grande y cariñoso.
Cuando la soltó y le miró a los ojos, ella sintió algo removerse en su interior. Era un sentimiento que solo había sentido una vez en su vida. Le entró miedo, porque si se enamoraba de ese chico podría perfectamente volver a salir herida. Tenía que tranquilizarse, por lo que inspiró lenta y profundamente. Aunque no le dio tiempo a nada, ya que él, cogiéndola de la mano, se la llevó a un coche que estaba aparcado cerca y ambos, sin decir nada más, se alejaron de esa zona en la que se había sentido segura.
Allí en el coche, mientras se escuchaba la radio de fondo, fue cuando recordó cómo empezaron a hablar:
"Estaba sentada a la mesa, esperando a que su madre terminase de hacer la comida. Su padre estaba viendo uno de esos programas de la televisión que estaba a todas horas y no se estaba dando cuenta de nada.
Hacía diez meses que había cortado con su pareja, con la única que había amado de verdad. De repente, su móvil vibró. No conocía el número, por lo que lo abrió y se dio cuenta de que un chico desconocido había confundido su número con otra persona.
Amablemente corrigió el error, pero aún así el chico siguió hablándole. Su primera impresión fue que era divertido y le gustaban las mismas cosas que a ella. ¿Sería una casualidad? Fue entonces que el chico mencionó la canción "Destino o Casualidad". ¡Qué lindo y romántico!
Siguieron hablando hasta altas horas de la noche. Hacía mucho tiempo que no se sentía tan cómoda hablando con un chico...".
- Tengo que ir un momento a casa de mi madre, si quieres quédate en el coche. No tardaré.
- Ok, cielo. No te preocupes. Prefiero salir del coche y estirar las piernas. Llevo muchas horas sentada.
Aparcó, y se giró para salir igual que yo, pero me tiró del brazo y me besó. Fue dulce y caliente al mismo tiempo. Había sido mucho mejor de lo que nunca había soñado. Su agarre era fuerte, pero gentil. Me dieron ganas de seguir con el beso y no parar nunca.
- No tardo.
Y se fue...
Quince minutos después, apareció tan cargado de cosas que corrí para ayudarle y, juntos, metimos todas las bolsas en el maletero. Otra vez no me dejó ni dar un paso. Sus besos empezaban a ser adictivos y deliciosos. ¡Este muchacho besaba como los dioses! Lo abracé y lo acerqué a mí, queriendo más y más. Necesitaba sentirlo pegado a mí, sentir su piel contra la mía y necesitaba sentirlo amándome como si fuera el último día juntos. Su lengua invadió mi boca, poseyéndome, tomándome..., reclamando todo de mí... ¿Cómo podía sentir algo tan profundo por un chico que recién conocí? Me alzó contra él, apretando mis glúteos, pegándome aún más contra él. Su cuerpo era musculoso, fuerte, pero era también cálido como el sol. Su esencia me atraía cual polilla hacia la luz.
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El amor llamando a tu puerta
RomanceSe trata de una chica llamada Bella que tras una mala experiencia le cuesta creer en los hombres. Pero esa mala experiencia, a pesar de todos sus esfuerzos, la perseguirá hasta cuando trata con todas sus fuerzas de seguir adelante, poniendo en su ca...