Una noche de terror en Halloween

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¿Cuánto tiempo debió haber pasado desde aquella noche? ¿Días? ¿Semanas? No lo sé con precisión. Vincent y yo comenzamos a entablar una amistad con Sharon, los tres teníamos toda clase de cosas en común. Casi todas las tardes nos juntábamos en la biblioteca de la preparatoria para ayudarnos el uno al otro a realizar la tarea. 

El otro día, mi profesor de historia nos dejo un proyecto el cual involucraba indagar un poco sobre la historia del pueblo. Acudimos a la biblioteca esa misma tarde, el lugar se veía muy solitario. Anterior a la noche en que el monstruo ataco, la biblioteca era un lugar considerablemente visitado por los estudiantes, pero ahora que las familias se habían mudado, muchos de esos alumnos ya no se encontraban ahí presentes.

Dos que tres alumnos eran vistos en la biblioteca leyendo o haciendo tarea también. De vez en cuando, el bibliotecario se acercaba a los alumnos a preguntar si estos necesitaban algo. En esta ocasión el bibliotecario se aproximó hacia mí, preguntando si es que había algo que yo necesitara en ese momento, le dije que sí, necesitaría unos cuantos libros que profundizaran más en la historia de Hollow para acabar con mi proyecto.

El hombre se acercó a los estantes de libros que contenían toda una selección de libros de historia. Cuando regreso, puso sobre la mesa cuatro libros enormes que hablaban de la historia del pueblo. Uno de esos libros en particular contenía varias ilustraciones que narraban la historia de Hollow. Al darle una ojeada, me topé con una imagen en particular que llamo mi atención por completo. Más que una imagen, se trataba de una ilustración del siglo dieciocho en la que aparecían tres hombres, aparentemente granjeros irlandeses, cargando una calabaza inusualmente enorme.

Al acercarse nuevamente el bibliotecario, le pregunte sobre la historia detrás de dicha ilustración.
El hombre rápidamente dijo: -Los irlandeses tenían costumbres muy raras ¿Conocen la famosa leyenda del brujo quemado? Bueno, la historia detrás de esa ilustración es que, tras su ejecución, los granjeros irlandeses depositaron la cabeza de brujo dentro de una calabaza para mantenerla conservada como un trofeo. Tiempo después y cuando el olor a putrefacción se volvía fuerte, estos abandonaron la calabaza en el campo olvidándose para siempre de ella, la calabaza y la cabeza no volvieron a ser vistas nunca más-.