Juntos por Halloween [ Shu x Valt - Beyblade Burst ]

×Primera parte×

Últimamente, en el BC Sol corría un rumor que, conforme pasaban los días, llamaba más la atención de ciertos jóvenes. Los miembros del equipo no dejaban de hablar de ello y, con Halloween cada vez más cerca, Valt lo vio como una oportunidad para volver a pasar un momento inolvidable con personas muy especiales para él.

—¿Ya habéis oído lo de la nueva casa del terror del parque de atracciones? —comentaba Sasha por la mañana mientras todos desayunaban—. Dicen que no hay nadie que haya salido bien de ese lugar.

Aoi y Kiyama intercambiaron miradas; parecía que ambos estaban pensando lo mismo. O, al menos, eso quería creer Rantaro.

—Venga ya... no creo que sea para tanto —restó importancia el rubio teñido, algo nervioso y mirando hacia su supuesto cómplice—. Verdad, ¿Valt?

—¡Vamos! —exclamó el contrario con entusiasmo, levantándose de la mesa y terminando rápidamente su desayuno para alejarse del comedor.

—Espera, ¡¿cómo que “vamos’’?! —trató de detener Rantaro, siendo consciente de que su amigo tenía en mente algo que no le gustaba en absoluto.

[...]

░░░░░░░░░░░░░░░░░░░░░░░░░░

—Entonces… ¿Quieres que por Halloween vayamos todos al parque de atracciones? —decía Kris, algo sorprendida por la repentina petición de Aoi.

Desde que se habían vuelto a separar, y con el paso del tiempo, Valt no podía dejar de pensar en los demás. Específicamente y sobre todo, en aquel albino. 

Shu Kurenai estaba presente en su mente casi todo el rato. Le extrañaba mucho, pero visitarle continuamente no parecía la solución. Después de todo, había mucha distancia entre ambos y Shu, seguramente, estaba muy ocupado con lo de ser el nuevo propietario de los Raging Bulls.

—Es bastante raro que me pidas algo que no esté relacionado con el beyblade —continuó la pelirroja, sonriendo levemente al darse cuenta del verdadero motivo—. Déjame adivinar, ¿quieres invitar a alguien en particular? 

—Le echo de menos —respondió el de cabello azul, algo cabizbajo, después de asentir a la pregunta.

—De acuerdo —aceptó la joven sin pensárselo dos veces—. Un día de descanso y diversión nunca viene mal, será bueno para el equipo —continuó, notando cómo el rostro de Valt se iba llenando de felicidad al oír la respuesta—. Y, respecto a las invitaciones… ¿cuántas necesitas?

—¡Cuatro! —exclamó con una gran sonrisa—. ¡Muchas gracias, Kris! ¡Voy a llamarle ahora mismo! —agregó, dispuesto a realizar la llamada que tanto deseaba.

Pero, segundos después, Kuroda se percató de que había una diferencia de 6 horas entre Estados Unidos y España. Cuando intentó detenerle, ya era demasiado tarde.

░░░░░░░░░░░░░░░░░░░░░░░░░░

Mientras tanto, en Estados Unidos, cierto albino miraba su móvil continuamente, dudando y sin saber qué hacer. Eran las 2 am y no podía dormir, precisamente porque sabía que esa hora era el mejor momento para hacer una llamada. Había seis horas de diferencia entre España y Estados Unidos, por lo que allí ya estarían despiertos, posiblemente desayunando.

“Quiero llamarle.’’

Shu no pedía demasiado. Sabía que ya no podían verse con frecuencia, y que no podrían volver a estar juntos como antes, pero, aún así, necesitaba esa luz en su vida; esa luz llamada Valt Aoi. Quería escuchar su voz. No pedía más. No necesitaba más. Con el simple hecho de oír esa alegre voz, oír cómo gentilmente pronunciaba su nombre, se daría por satisfecho.