Hasta pronto

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Narra Eunhyuk 

Y el temido día llegó, alistaba mis cosas perezosamente dentro de una mochila, no necesitaba llevar mucho de todas formas, algunas cosas de aseo personal y nada más. 

Cogí mi celular, lo apagué y lo puse en mi bolsillo del uniforme militar, me dirigí a la puerta donde todos me esperaban, trataban de poner sus mejores caras, aunque de alguna manera podía notar que no estaban muy contentos con la situación, recorrí con la mirada a todos sonriente.

- Hasta pronto chicos... - dije.

- ¿Crees que nos despedimos aquí? - preguntó Siwon sonriente - te acompañaremos, vamos - puso una mano en mi hombro, abrió la puerta salí y los demás también detrás de mi. 

Todos nos metimos en una van negra y el manager comenzó a conducir, me había sentado al lado de Donghae, llevaba una gorra negra puesta que le cubría la cara y su pelo recién cortado al igual que el mío, un polo gris ajustado y unos vaqueros grises que combinaban. Lo miré por el rabillo del ojo, no tenía ninguna expresión, estaba sereno mirando por la ventana, esta sería la última vez que lo vería hasta después de dos años.

- Donghae... - susurré. 

Estuvo a punto de voltear pero se detuvo en medio de la acción, se quedó estático mirando al frente, se relamió los labios y volvió a mirar a la ventana.

- ¿Si? - preguntó evitando el contacto visual. 

- Nada, solo... quería pronunciar tu nombre - contesté mirando su cuello. 

- Procura hablarme cuando haya algo importante que decirme, Hyukjae - respondió. 

Un aire frío recorrió mi cuerpo, me sentí diminuto por un instante, supongo que es la emoción conocida como vergüenza, afortunadamente nadie más en el auto había escuchado nuestra diminuta charla, si es que se le podía llamar así, creo que diálogo es más apropiado. 

Suspiré resignado, de todos modos ¿qué esperaba?, que voltease feliz y contento de escuchar mi voz llamándolo después de incumplir mi promesa. Tenía sus razones y eran tan válidas como cualquiera. Aunque eso no evitaba que de pronto comenzase a sentir un vacío interior y un nudo en mi garganta.

<< De verdad no sabes hacer nada bien, Hyukjae >>

Fui yo quien se equivocó, y aunque sé que actué por puro impulso sin pensar en las consecuencias en ese momento, no me da ninguna clase se consuelo, de echo lo empeora más.  

No me dí cuanta de que ya habíamos llegado cuando la puerta de la van se deslizó y dejó entrar una gran cantidad de luz, todos comenzaron a bajar y Donghae fue el último en salir. Habían muchas personas al rededor, mucha gente nos odiaba, pero era reconfortante que hubiesen también algunas que nos apoyaran, logramos ver algunos carteles de despedida con fotos mías impresas en ellos. 

Un grupo reducido de K-ELF se reunió a nuestro al rededor y comenzaron a decirme palabras alentadoras, respondí con un de las mejores sonrisas que podía dedicarles en ese momento considerando la situación en la que yo y el grupo no encontrábamos. Tomé uno de los micrófonos que nuestro manager Dong - Yul me ofreció. 

- Estoy agradecido con todas las personas que me apoyaron hasta este momento, mis padres no pudieron asistir, pero esta mañana me dijeron cuanto me aman y cuan orgullosos estan de mí - mis ojos comenzaron a humedecerse, y sentí la mano de Jung Soo en mi hombro - estoy verdaderamente agradecido con todas las personas que siguen a mi lado a pesar de todas las circunstancias que se han presentado - tragué seco y me limpié la única lágrima que se había deslizado por mi mejilla - a lo largo de mi carrera e cometido muchos errores de los que sigo arrepentido, pero les aseguro que... - voltee a mi izquierda para mirarlo - Donghae no es uno de ellos, y me siento muy arrepentido de haber incumplido una promesa importante para ambos, estoy dispuesto a cambiar y arreglarlo, lo siento mucho Donghae, y gracias - bajé el micrófono y se lo entregué a Dong - Yul que me miraba con una rabia contenida. 

Se sintió como un silencio casi eterno hasta que los gritos de la fans se hicieron presentes en todo el lugar, a pesar de ser un lugar abierto se escucharon perfectamente sus gritos de emoción y euforia. Me despedí agitando mi brazo de un lado a otro y me adentré dentro del cuartel, no sin antes dirigirle una última mirada al rostro asombrado, desconcertado y anonado de Donghae. 

<< Te veré en dos años... >>




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