Querido Enrique:
Otra vez en la soledad de la noche me he acordado de ti, me pregunto como estás, que será lo que estás haciendo, si tienes el mismo frío que siento yo, si cenaste o si volviste a fumar. Cosas triviales pero que no puedo preguntarte hace ya dos años, dos eternos años en los que ya no te tengo.
Debo confesar que ya no me duele tanto el que estés lejos de mi, llegó a mi vida una persona en miniatura que adormece este vacío durante el día, pero aún no lo logra durante la noche cuando se queda dormida.
Como ya sabes mi hija es lo único que me ayuda a no recordarte tanto, hubiese deseado obviamente que fuera nuestra, como estuvo en nuestras mentes en algún momento, pero la vida nos depara otras cosas, que en mi caso estuvieron influenciadas directamente por algunas decisiones que tomé en el camino.
No sé si tenga mucho sentido contarte que aún te amo, y que fuerte decir esto cuando yo juré que esas palabras las iba a decir solo si la persona era especial, pero es verdad, y en las noches frías como esta quiero creer que tu también aún lo haces a pesar de que ya no estemos juntos.
Me da un terror gigante el pensar que encontraste alguien que te ame de la misma manera que yo o mas, y que tu estés ahora preparado como no lo estabas cuando estuviste conmigo, me da miedo que tu despedida no se haga realidad, esa que repito casi como consuelo en mi mente todos los días "el destino nos volverá a juntar, estoy seguro de eso".
Como poder olvidar tus besos, tus caricias, tus miradas, cuando esa despedida fue casi un llamado al destino para que no nos olvidara.
Si tienes tus temas resueltos y aun nadie supera lo que tuvimos por favor búscame, volvamos a tener lo que tuvimos, no coartes nuestra felicidad, no me pidas que siga viviendo este amor en soledad, no me des esperanza con tus mensajes fugaces, como dice una de las canciones que me enseñaste, ya no me destruyas, porque con cada día que pasa si no "muero" es por Alelí, de hecho lo he meditado mucho y creo que de no ser por ella yo no hubiese podido salir del pozo en el que me encontraba luego de nuestra separación.
Ya perdí la cuenta de cuantas veces te he escrito cartas, de cuantas veces te he pedido volver, de cuantas veces te he dicho que te amo en ellas, pero esta es la primera vez que me atrevo a compartir mi amor y dolor para ver si de esta manera el destino al fin me escucha.
Te amo, y lo digo fuerte con el pensamiento para que donde estés lo sientas, Enrique... aun te amo, y seguiré escribiendo a ver si de esa manera se va agotando de a poco el sentimiento.
Me despido una vez más con el corazón en llanto y con la esperanza viva...
Bea.
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Cartas A Tu Recuerdo
RomanceUn único protagonista desde hace años en mis escritos, esos que he eliminado ya que sé jamás voy a poder entregarle.