Te amo más que a mi vida [One Shot]

Capítulo Único

« “Te queremos A-Ying”. “Eres lo más valioso que tienen papá y mamá.”

“...Ying los quiere, A-Ying también los quiere muuuucho”

Una hermosa y amplia sonrisa se forma en su rostro. Él es feliz. Siente calidez en su corazón.

Las tres personas comienzan a aplaudir. Se oyen risas, una canción, más risas, los aplausos continúan… Están en su mundo. Nadie puede sacarlos de allí. »

Un hermoso sueño. No. Es un hermoso recuerdo. Uno que jamás debió olvidar.

« “Te queremos A-Ying…” »

Abre los ojos abruptamente. Está recostado sobre el pasto. Y a su alrededor, más de una docena de conejos le hacen compañía. Saltando, jugando o durmiendo.

Wei Ying no sabe en qué momento se quedó dormido. Él estaba alimentando y jugando con los conejos, aunque sería mejor decir molestándolos ya que los pobres animalitos no estaban felices con sus juegos y tenían razones de peso. Jugar al “¡Corre conejo por tu vida!”, “El último en llegar será la cena” o “El conejo volador”. No es precisamente algo que las pequeñas mascotas disfruten.

Los últimos rayos del sol estaban por desaparecer. Quizá ya debería volver al Jingshi, pero se resiste a esa idea. Total, al regresar sólo se encontrará con la fría habitación vacía.

—¡Ahhh! Lan Zhaaaan tenías que irte a tu dichosa “misión” y dejar a éste pobre esposo tuyo solo y abandonado.— suspira.

Una semana. Lan WangJi estaría fuera por una semana. La misión. Investigación y supresión de un Yao en un pueblo del territorio de Gusu. El más alejado exactamente. Ésa era la misión o mejor dicho la “excusa”.

Wei Ying lo sabía perfectamente. Sus “planes”. Lo que Hanguang Jun, los Junior, su cuñado e incluso sospecha que Lan QiRen estaba involucrado. Festejar su cumpleaños. Eso era.

Era inevitable. Los Recesos de Las Nubes era increíblemente más ruidoso cada día. Y él no era el responsable, al menos no directamente. Que su amado esposo quisiera organizar algo especial para él por su cumpleaños no era su culpa. Era tan divertido y tierno a la vez verlo tratar de ocultarle cosas. Y mentir. Porque le mintió con eso de la “importante misión”. Pero ya se lo echaría en cara luego. Por ahora se sentía conmovido por la “sorpresa” que se gestaba supuestamente a su espalda. Por eso mismo aceptó con tranquilidad y sin protestar cuando Lan Zhan le dijo de ésta misión y de su ausencia por una semana.

Ya de noche en el Jingshi. Wei WuXian practicaba la expresión de sorpresa que pondría ese día. Tenía que parecer auténtica, aunque en realidad ya no era sorpresa para él. Pero ellos merecían ver el mejor rostro sorprendido que el podría poner. Su esfuerzo lo merecía.

Entonces una idea aterrizó como un rayo en su cabeza. Y como todo rayo dejó huella. Wei Ying lucía desenfocado, su rostro no mostraba felicidad, sus ojos no reflejaban la emoción de hace un minuto. Se tornó sombrío todo a su vista. Su cuerpo temblaba.

—No… s.. n..mi…  …ños— susurraba mientras de abrazaba así mismo. Temblaba y ejercía cada vez más presión a su cuerpo cayendo al suelo.

—No, n-no es mi… cumpleaños— finalmente dijo. Sujetó su cabeza con ambas manos. Todo era un lío. Ya no sabía nada. No tenía sentido. Fue como una revelación o quizás siempre lo supo pero jamás se detuvo a pensarlo con seriedad. ¿Por qué ahora resultaba tener mucha importancia? Pensó.

Lo que había llegado a la mente de Wei Ying era que realmente éste no sería su cumpleaños. No el del cuerpo que habitaba. En un cumpleaños se celebra un año más del nacimiento de alguien. Un cuerpo. Desde el instante que respira en este mundo. Y él había muerto. Su cuerpo ya no existe más. Sólo su alma volvió. Entonces ¿debía festejar por su alma?. Y… ¿Cuántos años se supone que cumplía? No podía contar con los 13 años que estuvo muerto. Pero… ¿su alma estaba muerta o sólo vagaba hasta una posible reencarnación?. ¿Qué debería contar?. Unos treinta y tantos es la edad que cree tener. Su alma, no su cuerpo. Éste nuevo cuerpo tendría unos veinti tantos al igual que el alma de Mo XuanYu. Pero esa alma no está aquí.