#concursokfp
Cuando estén leyendo, les recomiendo escuchar "WALPURGISNACTH" DE FAUN
Walpurgisnacht
Po no sabía si estar feliz o dejarse dominar por la ira en ese preciso momento. Estaba feliz, extasiado casi, llegando al Nirvana de la felicidad por el acontecimiento que tendría lugar dentro de poco, pero estaba al borde de sufrir un desmayo por una vena rota del enojo, ya que la maldita venda de su hanfu no quería entrarle. Por amor a Buda, ¿por qué su padre tenía que seguirle guardando los trajes que usaba a los veinte años?
La miserable venda se rompió con un sonido desgarrador y Po vio cómo su panza respiraba de alegría, libre al fin. Bufó, exasperado, se desvistió lo más rápido que pudo y, de nuevo con sus pantaloncillos de siempre, corrió Valle abajo, al restaurante de sus padres. El hanfu blanco y negro con bordes dorados externos e internos de jade, ondeaba al viento sobre su hombro, cual estandarte de guerra..., o ya puestos como cualquier sábana secándose en el tendedero.
Derrapó al frenar frente al restaurante, arriesgándose a dejar caer el hanfu y quedarse sin vestimenta para esa noche. Esa preciosa y maravillosa noche. Alzó la mirada al cielo, apremiante. «Noche que se me viene encima», pensó al ver que atardecía. Rechazó con buenos modales las atenciones que los clientes del restaurante le daban, unos pidiendo que cargara a sus hijos y otros que se pintaran retratos con ellos, llegó a la cocina y saludó a Ping con un abrazo, cuidando de no manchar el hanfu.
—Papá —gimió—, ¿tienes otra venda? Se me rompió la que tenía.
Ping hizo un gesto con un ala, despreocupado, indicando la gran habitación anexada a su restaurante, donde Li Shan, su otro padre, vivía y ayudaba a Ping.
—Ahí debe de estar Li, hijo —dijo—, ¿pero por qué andan todos tan emocionados con el festival? El año pasado no le diste mucha importancia.
—Se me dio por ir —dijo. Pero la verdad era que el año pasado no se animó a pedirle a Tigresa a que lo acompañara. A Po le encantaba el festival, todos de hecho. Siempre iba al del solsticio de verano e invierno, al de año nuevo y al del Emperador, pero este, el de invierno, era especial. Se había animado a invitar a Tigresa a acompañarlo y ella aceptó, por lo que no podía impedir que esa noche se arruinara—. Un momento —preguntó, al caer en cuenta de lo que Ping dijo—, ¿andan? ¿En plural?
—Sí, sí. —Ping cortó un rábano—. Tus estudiantes están dando vueltas por aquí como posesos.
—¿Estudiantes? —Parpadeó—. Buda, ¿cuál de todos?
—El más gordito y el engreído —dijo, haciendo un mohín y echando el rábano en una olla humeante—. Casi que llegaron con un ataque de ansiedad. ¿Sabes qué les ayudaría? Aprender a preparar fideos, es la mejor terapia relajante.
—Nos vemos más tarde —dijo Po, corriendo hacia la habitación de Li Shan.
Abrió de un portazo, derrumbando una torre de bowls de comida que de seguro, antes estaban llenos de dumplings. Encontró a su padre sentado en una silla, revisando con ojo crítico un qipao morado y un hanfu ajustado, más masculino que el de Po, de un naranja rojizo. Uno tenía detalles en verde jade y el otro en dorado. En pantaloncillos y nerviosos, Fan Tong y Bao se hallaban sentados en la cama de Li, observando cómo este daba puntadas rápidas a las ropas.
—¿Estará listo pronto? —preguntó Fan, temeroso. Su panza casi rivalizando con la de Po.
Li alzó una pata, pidiendo silencio.
—Si podía reparar las ropas de toda una aldea, hijo, la tuya será pan comido. —Frunció el ceño—. ¿Quién en su sano juicio te hace entrar en un hanfu tan ajustado? Por amor a los dumplings, casi no podrías respirar.
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Walpurgisnacth
FanfictionEn una noche donde el festival llega al Valle de la Paz, desde tierras lejanas, Po decide aprovechar para dejarle en claro sus sentimientos a la maestra Tigresa. Porque si sus estudiantes pueden con sus respectivas parejas, ¿por qué él no?